Baume et Mercier revive uno de sus creaciones más importantes, el Riviera, un reloj deportivo de lujo en acero lanzado en 1973 que se sumó en esa nueva categoría abierta un año antes por el Royal Oak de Audemars Piguet, y que supuso el despegue de la alta relojería en plena crisis del cuarzo. Junto a las nueve referencias del Riviera, La Maison actualiza el Hampton con cuatro modelos en clave femenina, y presenta nuevas versiones de los Classima con tres pares de relojes en dos tamaños y una poética referencia con fase lunar y engastado.
Riviera
La quinta generación del Riviera conserva su bisel dodecagonal y las líneas depuradas de su caja de acero, aunque, evidentemente, bajo una renovación a fondo que lo actualiza a los gustos actuales. El bisel implementa ahora cuatro tornillos que lo ensamblan con la carrura y la trasera con cristal de zafiro, y se acompaña de brazaletes metálicos o de caucho, ambos integrados con la caja.
Se ofrece en diámetros, cada una en acero, de 42 mm y 36 mm, acogiendo esferas azul, negra o plateada con una repetitiva decoración con un patrón en «V» que, según la firma, simboliza el encuentro entre la montaña y el océano (el choque del agua con la piedra).
Si los Riviera femeninos 36 mm ofrecen una hermeticidad de 50 metros y albergan calibre de cuarzo, las versiones masculinas doblan esa cifra hasta llegar a los más deportivos 100 metros y recurren a un calibre mecánico. Dos de las nuevas referencias implementan el calibre Baumatic, el mecanismo manufactura lanzado hace unos años con el Clifton.
De remonte automático, su reserva de marcha alcanza los cinco días. Su cronometría viene avalada por una precisión diaria de -4 s/+6 s y su resistencia a los campos magnéticos alcanza los 1500 Gauss. El Riviera Baumatic se encuentra disponible en una esfera de zafiro en azul ahumado, decorada con un brazalete de acero integrado o una esfera de zafiro gris ahumado, decorada con un brazalete flexible negro.
Los 36 mm tiene un precio que parte en los 2.150 €, mientras los masculinos 42 mm suben hasta 2.550 €. Por su parte, los Riviera Baumatic llegan a los 3.900 € en el modelo con DLC negro.
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- Riviera Baumatic 42 mm
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- Riviera 42 mm
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- Rivera 36 mm
Hampton
Baume et Mercier actualiza las formas rectangulares Art Déco del Hampton con cuatro nuevas versiones femeninas y calibre de cuarzo. En cajas de acero pulido u oro rosa de 35 x 22,2 mm y 6,9 mm de grosor, cada una de ellas adopta un carácter diferente gracias a su colorido y a la diversidad en el estilo de correas y/o brazalete. Todas ellas incorporan un sencillo sistema que permite intercambiarlas fácilmente y explorar así multitud de creativas posibilidades.
Ref. 10629 – Caja de acero, esfera plateada opalina de textura granulada, índices y manecillas rodiadas, minutero perimetral en azul oscuro que combina con el tono de la correa de doble vuelta de piel de becerro decorada con motivos Art Déco. Corona con cabujón de espinela azul.
Ref. 10630 – Caja de acero, esfera de acabado satinado soleil en un degradado verde opalino, índices y manecillas rodiadas, doble minutero perimetral plateado y correa de lona negra. Corona con cabujón de ágata negra.
Ref. 10631 – Caja de acero con engaste de 28 diamantes en ambos lados. Esfera plateada opalina, índices y manecillas rodiadas, minutero perimetral en gris y brazalete de acero. Corona con cabujón de crisoprasa verde.
Ref. 10628 – Caja de oro rosa y fondo de titanio, esfera plateada opalina, manecillas e índices dorados, minutero perimetral en gris y correa de piel de becerro naranja con pespuntes tono sobre tono. Corona con cabujón de ágata roja.
Los precios se sitúan entre los 1.650 € de los acero con correa y los 3.650 € de la versión en oro. El modelo engastado cuesta 3.200 €.
Classima
Como ya avanza su nombre, esta colección de Baume et Mercier es la más clásica de Baume et Mercier, y este año se amplía con nada menos que tres pares de relojes, o seis modelos. Cada uno de ellos se presenta en una versión masculina de 42 mm y otra femenina de 31 mm, para mezclar y combinar según los gustos de cada uno. Los rasgos comunes incluyen manecillas en forma de hoja, delgados índices horarios (o con engaste de diamantes) combinados con delicados numerales romanos en las posiciones cardinales, ofreciendo las funciones de horas, minutos, segundero central y ventana de fecha a las 3 horas.
La primera pareja exhibe una esfera gris pizarra de acabado satiné soleil. En el femenino de 31 mm, los índices están engastados y se entrega con brazalete de acero, mientras que la versión masculina luce manecillas azuladas y se acompaña de una correa de lona azul. A través de sus respectivas traseras con cristal de zafiro podemos ver los calibre mecánicos que laten en su interior.
El verde es el protagonista del siguiente dúo, ambos con acabado satiné soleil. y manecillas rodiadas. En este caso laten al ritmo de un calibre de cuarzo. El 31 mm se entrega con un brazalete de acero, mientras que la referencia masculina viene con una correa nobuk marrón grisáceo.
La última dupla es la más lujosa gracias a sus cajas de oro rosa. Su elegancia se complementa con una esfera de nácar en el modelo de 31 mm y plateada opalina en el caso del 42 mm. En ambas versiones los índices y manecillas son doradas, se acompañan de correas de aligator negro e implementan calibres mecánicos visibles desde sus fondos de titanio y zafiro.
Las versiones masculinas empiezan en los 1.100 € de la referencia verde en cuarzo, siguen con los 1.800 € de la gris y culminan en los 4.550 € del oro rosa.
El punto culminante de los nuevos Classima es esta poética versión que muestra la indicación de fase lunar. La esfera de nácar blanco con un guilloché soleil luce números romanos e índices rodiados y engastados con 8 diamantes.
Las agujas con forma de hoja están lacadas en azul, el mismo color de la correa de aligátor, realzando la ventanilla de fecha situada a las 3 horas. Sobre las seis horas se abre la protagonista ventana en la que discurre el disco de fase lunar pulido sobre un fondo lacado azul.
La caja de acero pulido mide 34 mm de diámetro y 10,40 mm de grosor, y en su interior late un calibre mecánico automático que es visible gracias al zafiro que cierra el fondo.
