Desde sus inicios, Bell & Ross ha buscado en la aeronáutica su principal fuente de inspiración, tanto en lo que refiere al diseño de su icónica caja cuadrada, como a su principio básico de favorecer la máxima legibilidad de las indicaciones, dos conceptos basados en el cuadro de instrumentos del cockpit de los aviones. A pesar de esta enorme influencia aeronáutica, no por ello ha abandonado otros ámbitos como el deporte del motor, con los BR-X1 R16, BR 01-94 y BR 03-90 B-Rocket como ejemplo, o el mundo marino con los relojes-instrumento BR 02. Ahora, profundizando su relación con el universo marítimo, le rinde su particular homenaje con una serie de tres relojes en edición limitada, los Bell & Ross Instruments de Marine, basados en los cronómetros marinos utilizados en los buques de antaño para ayudarlos en la navegación. Los modelos que adoptan este look navegante son los BR 01, BR-X1 Chronograph y BR-X1 Tourbillon Chronograph, todos ellos bajo el apellido “Instrument de Marine”. A pesar de ello, no conforman una colección propiamente dicha, sino que se reparten, dentro de la colección Aviation, entre sus respectivas familias.
Si bien sus cajas mantienen la habitual geometría cuadrada de los BR, los Intruments de Marina implementan varios detalles novedosos a nivel de materiales y estética, que les confieren un especial y cálido encanto, convirtiéndolos en las versiones más clásicas de toda la colección Aviation. El primero de ellos es el uso del bronce para fabricar las cajas, una aleación que recuerda al latón que cubría los primeros relojes de barcos. El uso de este metal no es nuevo en Bell & Ross, utilizado en una versión del BR 01 Skull. Para evitar cualquier problema, el fondo está fabricado con el hipoalergénico titanio, salvando también los posibles problemas de oxidación acelerada que podría causar el sudor en el bronce. En contacto con el aire y con la humedad, este material adquiere una pátina de color marrón o verdoso mediante un proceso de oxidación que varía en función de su entorno, implicando que, con el tiempo, cada reloj se convierta en una pieza única. En este artículo enlazado sobre el BR 01 Skull, podéis leer más sobre el bronce.
Si bien por sí solo el uso del bronce ya los convertiría en piezas singulares, el detalle clave de los Bell & Ross Intruments de Marina es que utiliza material biológico en la caja, más concretamente palisandro de la India, una madera muy densa, dura y pesada, nos remite al casco y a los mástiles de los barcos. No es un hecho habitual encontrar madera en un reloj, y las pocas veces que se recurre a ella es para lucir en la esfera, pero ahí es, precisamente, donde reside el encanto de estas nuevas referencias. Sinceramente, he de decir que me ha sorprendido lo bien que queda la combinación entre la madera y el bronce, aunque veremos como resisten el envejecimiento y los posible golpes y arañazos a los que se verá sometida con el paso del tiempo. .A pesar de estas dudas, el look de los tres Bell & Ross Instruments de Marine está muy bien logrado, y consigue su objetivo de evocar esos relojes marinos de antaño, protagonistas de tantas historias y hazañas surcando mares y océanos.
Pero vayamos por partes, y analizándolos individualmente, empezando por el menos complicado.
Bell & Ross BR 01 Instrument de Marine
El más simple de los tres me resulta el más atractivo. Manteniendo los 46 mm, la caja está fabricada con tres materiales bien diferentes; mientras la parte superior y el bisel son de bronce, y el fondo de titanio, el palisandro se circunscribe al contorno que envuelve la carrura. Pero es su esfera de estética clásica la que lo convierte en una pieza muy especial dentro de los BR: fondo lacado blanco, numerales romanos, minutera chemin de fer, al igual que el pequeño segundero, y manecillas azuladas.
En su interior late el calibre BR-CAL.203, un movimiento de remonte manual que vibra a 21.600 alternancias por hora (3 Hz) y dispone de una reserva de marcha de 56 horas. Como vemos, no es habitual que Bell & Ross implemente un mecanismo de carga manual, pero esta excepción resulta un homenaje a los que se usaban en esa época.
Con un precio de 7.900 €, el Bell & Ross BR 01 Instrument de Marine se lanza en una edición limitada a 500 unidades.
Bell & Ross BR-X1 Skeleton Chronographe Instrument de Marine
El segundo guardatiempo es una versión del BR-X1 Chronograph. En este reloj, el palisandro cambia de ubicación y gana presencia, pasando a la parte superior de la caja y al bisel. Como sabéis, los BR-X1 se caracterizan por su aspecto vanguardista, con una esfera esqueletada mediante un cristal de zafiro ligeramente ahumado. Debido a ello, dotarlo con la estética clásica de los Instrument de Marina resulta complicado, y queda súmamente condicionado por la escasez de espacio. A pesar de ello, el resultado resulta más que correcto.
Para ello, incorpora una minutera de fondo blanco con números romanos pintados y escala chemin de fer, e índices aplicados dorados, igual que el contador de 30 minutos situado a las 9 horas, aunque con numerales árabes y un disco de cuatro brazos en vez de aguja. La esfera se completa con un sutil pequeño segundero a las 3 y la ventana de fecha a las 6 horas.
Para dar vida a este reloj, Bell & Ross utiliza un movimiento de remonte automático, el calibre BR-CAL.313, el mecanismo cronógrafo habitual en los BR-X1.
El número de relojes disponibles disminuye notablemente respecto al BR 01, quedándose en únicamente 99 unidades. Su precio de venta es de 23.000 €.
Bell & Ross BR-X1 Tourbillon Chronograph Instrument de Marine
El último de ellos y el más complicado es el BR-X1 Tourbillon Chronograph, el modelo cúspide de Bell & Ross, un cronógrafo monopulsante con rueda de pilares que implementa un órgano regulador tourbillon. La arquitectura de su caja de bronce de 45 mm sigue el mismo patrón que la anterior referencia, con el palisandro en su parte superior y bisel. En su interior, la esfera esqueletada también sigue su diseño, con la minutera perimetral en blanco, con escala chemin de fer y numerales romanos.
Las indicaciones del cronógrafo se circunscriben a los dos totalizadores de segundos y de 30 minutos,a las dos y diez horas respectivamente, mediante dos anillos dorados con la escala en numerales arábigos, y una escala chemin de fer sobre fondo blanco, que es externa en el segundero, e interna en el sub-dial de minutos. Por último, a la izquierda de la omnipresente abertura donde se ubica el tourbillon, encontramos el minimalista indicador de la reserva de marcha, cuyo máximo se corresponde a un almacenamiento manual de energía que permite al calibre BR-CAL.283, funcionar durante cuatro días.
Evidentemente, esta edición es la más limitada de todas, y únicamente serán 20 los afortunados que podrán disfrutarlo… aunque para ello, antes deberán desembolsar los 151.000 € que cuesta.
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