Si bien su principal fuente de inspiración sigue siendo la aviación, convirtiéndose en una referencia imprescindible de los relojes-instrumento, Bell & Ross también ha explorado otros ámbitos que le han permitido crecer y evolucionar como marca. Uno de los temas más recurrentes estos últimos años ha sido la Fórmula 1 gracias a la esponsorización de la escudería francesa Renault Team F1 desde 2016, lo que ha dado origen a la creación anual de una colección de relojes que adoptan el nombre del chasis con que Renault participa en el mundial de F1. Los R.S.16, R.S.17, R.S.18 y R.S.19 dan paso ahora a la quinta colección inspirada en la F1, la R.S.20.
El diseño y concepto de estos relojes está muy alejado de la inspiración original de la marca. No hay fuerzas militares o aviones de combate, sino el mundo del automóvil en su versión deportiva más extrema, la Fórmula 1, manteniendo así el foco de la firma en la acción, el rendimiento, la dedicación y la experiencia técnica. Los ingredientes principales que hicieron que las colecciones anteriores fueran un éxito aún están presentes. A pesar de ello, en comparación con ediciones anteriores (por ejemplo el BR 03-94 R.S.17), la marca ha decidido atenuar su estética con un uso más razonable del color y de los materiales: acero, cerámica y titanio, limitando la paleta cromática a los dos colores de la escudería Renault F1, el negro y el amarillo. Con todo, el espíritu racing todavía está presente, aunque de forma más discreta.
Manteniendo la tradición, la colección de este año se compone de cuatro relojes bien diferenciados. Todos ellos, como era de esperar, cuentan con un cronógrafo, la complicación más ligada al mundo del automovilismo.
BR V3-94 R.S.20
La referencia más básica de los R.S.20 es el BR V3-94, un reloj que muestra la típica forma redonda de las colecciones BR V, aunque al contrario de los más vintage V1 y V2, el BR V3-94 RS20 adopta una caja más grande de 43 mm. Está equipado con un bisel bidireccional con inserto de aluminio anodizado negro y escala de 60 minutos. Con una hermeticidad de 10 bares, la caja implementa una y trasera en zafiro y los dos pulsadores del cronógrafo de estilo clásico (no roscados) a las dos y cuatro horas.
Si hasta aquí no hay ninguna novedad respecto a la edición del año pasado, hemos de adentrarnos en la esfera bi-compax para descubrir una evidente evolución estética que personalmente le favorece. El fondo negro mate recibe un realce perimetral en blanco y amarillo con una escala taquimétrica, seguida de otra escala de segundos/minutos dividida en pequeños cuadros blancos alternos que simbolizan la bandera de la línea de meta. Además, los índices horarios aplicados mantienen la misma tipografía que la utilizada por el equipo Renault F1.
A las tres horas encontramos un minimalista pequeño segundero, equilibrado a las nueve horas por el más visual totalizador de 30 minutos, resaltado por un anillo plateado y una manecilla amarilla, el mismo color que luce la trotadora central.
En su interior late el calibre automático BR-CAL.301, basado en el ETA 2894-2. El Bell & Ross BR V3-94 RS20 está disponible en una correa de piel de becerro negro con efecto carbono negro perforado y amarillo con cierre desplegable, o con un brazalete de acero pulido satinado. Es una edición limitada a 999 unidades, y su precio es de 3.990 € con correa y de 4.300 € si optamos por el más polivalente brazalete.
BR 03-94 R.S.20
La siguiente modelo recupera la icónica forma cuadrada de Bell & Ross, adoptando la que considero que es la mejor caja de la firma, la BR 03 en cerámica, cuyos 42 mm me parecen perfectos frente a las medidas XXL del original BR 01. Además, la tonalidad mate de la cerámica me resulta muy cálida por su ausencia de brillo y tacto agradable.
Prescindiendo del acero y del bisel giratorio que sí implementaba el BR 03-94 R.S.19, la versión de este año resulta mucho más limpia, sobretodo gracias a una esfera que casi es idéntica a la del BR V3-94 R.S.20. Ese «casi» es debido a la ventana de fecha ubicada a las 6 horas. Del mismo modo, el calibre que utiliza es el mismo, el BR-CAL.301. En cambio, se acompaña con una correa de caucho negro perforado y otra de tela sintética negra.
Se fabricarán 999 unidades del BR 03-94 S.R.20, y su precio de venta es de 5.990 €.
BR-X1 R.S.20
Mucho más extremo son los dos relojes restantes, ambos cronógrafos esqueletados basados en la línea BR-X1, los relojes deportivos de alta gama de Bell & Ross. Mantienen la idea del círculo dentro del cuadrado, pero ambas caja de 45 mm tienen una construcción bastante más complicada que los BR 01 y BR 03. Fabricada en titanio con recubrimiento PVD, la caja del BR-X1 S.R.20 se refuerza con elementos protectores de caucho y cerámica, mientras que los dos pulsadores son de tipo basculante. El bisel fijo acoge la escala de minutos, y el aro giratorio externo, una indicación de «start-stop».
Esta vez, el anillo perimetral es totalmente amarillo e incluye una escala taquimétrica. La esfera esqueletada recibe la misma escala de minutos con diseño de bandera de cuadros de los modelos anteriores, y ofrece en pequeño segundero a las 3 horas y el totalizador de 30 minutos a las 9 horas, dos indicaciones que acompañan a la segundera central y a la ventana de fecha a las seis.
Animado por el calibre automático BR-CAL.313, el BR-X1.R.S.20 es una edición limitada a 250 piezas. Su precio es de 19.900 €
BR-X1 Tourbillon R.S.20
Hemos dejado para el final el reloj más complicado y caro del cuarteto de Bell & Ross. A pesar de que estéticamente es muy similar al anterior, su propio nombre nos desvela el porqué: su calibre BR-CAL.283, un movimiento de remonte manual con tourbillón y cronógrafo monopulsante de rueda de pilares que ofrece una reserva de marcha de 4 días. Este mecanismo implica que su precio casi multiplique por nueve el del BR-X1, situándose en unos estratosféricos 169.00 €.
La construcción externa es la misma que, es decir, caja de 45 mm en titanio PVD con refuerzos en cerámica y caucho, y bisel fijo de 60 minutos con un aro giratorio bidireccional. Esta vez sólo encontramos un pulsador a las 2 horas, con el que controlaremos todas las funciones del cronógrafo: start, stop y reset.
En esta ocasión, el anillo perimetral amarillo no incluye la escala taquimétrica, que es substituida por una de minutos/segundos. La esfera esqueletada en zafiuro ahumado muestra una disposición bastante diferente. Presidida por el tourbillon volante a las 6 horas, tenemos el contador de 30 minutos de salto instantáneo a las 11 horas y el contador de 60 segundos entre la 1 y las 2 horas (más grande el segundo que el primero), complementadas por la más discreta indicación de la reserva de marcha en forma de arco entre las 8 y las 9 horas.
Debido a su exclusividad, este modelo de Bell & Ross se limita a únicamente 20 unidades.