Continua el inagotable goteo de ediciones limitadas, esta vez de la mano de Bell & Ross con la versión «Blackbird» de su cronógrafo BR 126. Como hemos comentado en multitud de ocasiones, la mayoría de las ediciones limitadas que nos presentan las firma relojeras aportan poco o prácticamente nada a lo que ya encontramos en su catálogo regular. Casi siempre se trata de variaciones estéticas de un reloj ya existente y a menudo estas variaciones son realmente nimias.
Afortunadamente, este no es el caso del Bell & Ross Vintage BR 126 Blackbird, ya que aporta una novedad técnica realmente importante a la colección Vintage BR 126, como es la función Flyback de su cronógrafo. Pero además, la muy particular implementación de su contador de minutos, hace que estéticamente este Blackbird se aparte totalmente de lo existente hasta ahora en dicha colección.
La función flyback de este cronógrafo nos permite, mediante una sola pulsación, detener, poner a cero y reiniciar la cuenta de la aguja trotadora segundera central, lo que en un cronógrafo convencional requiere de tres pulsaciones. A diferencia de un rattrapante o de un foudroyante, esta función es la única de un cronógrafo que no añade ningún elemento visual diferenciador en la esfera, por tanto no debemos buscar en ella la originalidad de las indicaciones del Blackbird que veremos a continuación.
A simple vista, los tres contadores nos sugieren una típica configuración de cronógrafo tri-compax, que consiste en un contador de minutos, uno de horas y un tercer sub-dial a modo de pequeño segundero. Pero a pesar de los tres sub-diales, la configuración es bien distinta y deriva de la utilización de una segunda aguja central, que se diferencia de la trotadora de segundos por la peculiar forma de su terminación, a la que se añaden dos «alas» emulando la silueta de un avión. El pequeño segundero se ubica a las 3 horas y el contador de horas del cronógrafo a las 6. Con esta configuración, el tercer sub-dial, situado a las 9 horas, se podría obviar, pero Bell & Ross lo utiliza como indicador 24 horas de la hora convencional.
Toda esta acumulación de indicaciones puede parecer confusa, pero de forma muy inteligente Bell & Ross aplica un color diferenciado a las agujas en función de su aplicación. Así, todas las indicaciones del tiempo real se realizan mediante agujas blancas, mientras que todas las referentes al cronógrafo recurren al color amarillo. Si tenemos en cuenta este simple premisa podemos realizar con rapidez y sin confusión cualquier lectura de las indicaciones que nos ofrece este reloj.
Según Bell & Ross, el movimiento que equipa este Blackbird es un calibre de origen Dubois Depraz. Yo me inclino a pensar que en realidad se trata de una base ETA con un módulo de cronógrafo Dubois Depraz, ya que esta es la especialidad de dicho fabricante suizo, pero el no disponer de imágenes traseras de este BR 126 Blackbird me impide reafirmar esta suposición.
La caja de este Blackbird, de 43 milímetros de diámetro, está realizada en acero con tratamiento PVD negro. Como ya he comentado en alguna ocasión, no soy muy partidario de este tipo de recubrimientos por su fragilidad a los arañazos, pero dada la multitud de variantes existentes de este proceso de deposición, es posible que el tratamiento PVD de Bell & Ross haya solucionado o minimizado el problema.
Tal y como se deduce de su denominación, el objeto de este tratamiento de color negro mate es emular el color del famoso avión espía estadounidense Lockheed SR-71 «Blackbird» al que homenajea. Nada que objetar a ello, pero la geometría muy clásica de este reloj tiene muy poco en común con esta aeronave, que aunque creada en los años 60 siempre se distinguió por su diseño futurista, más propio de un film de la guerra de las galaxias que del siglo XX. Como hemos señalado al inicio, el Vintage BR 126 Blackbird es una edición limitada en su producción, en este caso a 500 unidades. Esta relativamente baja cifra, lo complejo y original de sus indicaciones, unido a su hermeticidad de 10 bares, hacen de esta pieza una de las más recomendables para uso deportivo de entre las que Bell & Ross nos ha presentado en los últimos años.
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