La histórica conexión de Blancpain con los océanos se remonta a 1953, año en que se lanzó el primer reloj moderno de buceo: el icónico Fifty Fathoms. Desde entonce, la marca acompaña al mundo marino en sus mayores desafíos. Esta asociación va más allá de las prestaciones de sus relojes de inmersión, contribuyendo a su conservación mediante la exploración de los océanos. Blancpain apoya firmemente a grandes expediciones científicas como las Expediciones Pristine Seas de National Geographic y el Proyecto Gombessa de Laurent Ballesta. Además, cada año, presenta la revista Fifty Fathoms, una publicación dedicada al mundo subacuático que se distingue por la calidad de sus fotografías, en un esfuerzo para aumentar el conocimiento y preocupación de las personas sobre el océano. En 2012, Blancpain fue el patrocinador principal de la Cumbre Mundial sobre los Océanos y renovó su apoyo en su segunda edición, celebrada a principios de este año en San Francisco.
Blancpain fue el primer socio clave que creyó en el proyecto de Pristine Seas y unió sus fuerzas con la National Geographic Society. Usando una combinación de exploración, investigación científica, análisis económico y comunicaciones, el programa ya ha ayudado a proteger áreas en Estados Unidos, Chile, Gabón, Kiribati y Costa Rica, cubriendo más de 400.000 kilómetros cuadros. Actualmente, Pristine Seas trabaja en tres grandes reservas marinas. La primera, en Estados Unidos, podría resultar en una expansión histórica del Monumento Nacional Marino de las Islas Remotas del Pacífico, lo que convertiría el Monumento en la mayor área protegida del planeta. Las otras dos áreas están ubicadas el Pacífico Sur, cerca de las Islas Pitcairn (territorio de ultramar del Reino Unido) y cerca de Palaos.
SIguiendo con su compromiso con los océanos, el pasado lunes 22 de septiembre, en Nueva York, la National Geographic Society anunció la gran ampliación de esta campaña para proteger unas de las áreas marinas más ricas en especies de nuestro planeta, con el objetivo de convencer a los gobiernos a salvaguardar 20 nuevas ubicaciones, que abarcan más de dos millones de kilómetros cuadrados de océanos en todo el mundo.
Proteger áreas que se encuentran fuera de los límites de la pesca comercial y la minería, con el fin de preservar su importancia biológica, es un enfoque muy similar al de los parques nacionales creados en tierra firme. El cumplimiento de este compromiso implicará a gobiernos, socios locales e influyentes dirigentes empresariales. Si se lograse, el proyecto estaría ayudando a los países a cumplir con el objetivo de la Convención de Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica de proteger el 10 por ciento de los océanos del mundo en el año 2020.