Blancpain Carrousel Répétition Minutes Chronographe Flyback.
Con este extensa a la vez que descriptiva denominación Blancpain bautiza a la segunda de sus creaciones que, en el seno de su Colección Le Brassus, complementa al ya presentado Tourbillon Carrousel visto hace escasos días. Al igual que sucedía en aquella ocasión, la pieza que nos ocupa en este artículo es merecedora de cuántos halagos os podáis imaginar tanto desde el punto de vista de su diseño, como desde el correspondiente a sus acabados y, como no, por la excelente mecánica que alberga.
Si implementar en un mismo guardatiempos las complicaciones de un Carrousel y un Tourbillon, unidas por un diferencial, ya suponía todo un reto y una primicia en el mundo de la Alta Relojería, esta nueva pieza no se queda a la zaga al aunar bajo una misma caja las complicaciones de Carrousel, Repetición de Minutos y Cronógrafo con función Flyback.
Estéticamente ambos guardatiempos guardan cierto parecido a primera vista ya que comparten la misma morfología de caja redonda manufacturada en oro rojo y cuyo diámetro no difiere prácticamente entre ambas al pasar de los 44,6 mm de diámetro del Tourbillon Carrousel a los 45 mm de este nuevo reloj. No sucede así si hablamos del espesor dado que las complicaciones albergadas requieren de una mayor altura disponible que las anteriores y, por este motivo, los 11,94 mm se ven aumentados hasta unos nuevos 17,80. En líneas generales, y adicionalmente a su dimensión diametral, ambas cajas comparten sus rasgos principales. La corona recupera su habitual posición a las 3 mientras que los pulsadores del crono se alojan en la carrura a las 2 y a las 4. En el lado opuesto y entre las 8 y las 9, encontramos ubicada la corredera que activa la repetición de minutos. El fondo es visto gracias al cristal de zafiro montado y el valor de estanqueidad del conjunto se mantiene en los 3 bar del Tourbillon Carrousel.
También el dial, complicaciones implementadas a parte, presenta una configuración similar al modelo ya analizado. En primer lugar, un anillo perimetral esmaltado «grand feu» en blanco es el responsable de albergar los índices que conforman las escalas que sirven para la lectura de las indicaciones de la esfera. Este anillo es ligeramente más grueso que en el modelo Tourbillon Carrousel por el sencillo motivo que, adicionalmente a tener que alojar los numerales horarios, de tipología romana al igual que en el caso anterior pero sustituyendo los aplicados en oro rojo por esmaltados en negro, debe hacer lo propio con la poco habitual solución adoptada para albergar los contadores del crono. Al respecto de estas escalas, en este caso Blancpain sí incluye una discreta disposición de pequeños índices del tipo bastón en la zona más cercana al bisel que ayuda a una perfecta lectura de los minutos de la hora convencional (hecho que noté a faltar como ya comenté en el Tourbillon Carrousel).
Sin lugar a dudas, la existencia de esta escala viene condicionada de manera innegociable por el cronógrafo. Abandonando cualquier convencionalismo que condujera a la habitual disposición bi-compax o tri-compax de estos casos, Blancpain implementa las lecturas perimetralmente y todas ellas con agujas centrales para dejar, de este modo, la zona central de la esfera libre de obstáculos y poder construirla de manera que permita disfrutar de la visión del espectacular calibre albergado. Mientras que la trotadora central del crono apunta a la escala de la que antes os hablaba, el contador de 30 minutos se implementa con una segunda aguja que, compartiendo eje con la anterior, se apoya sobre una escala de pequeños puntos sustituidos en las posiciones múltiplos de cinco minutos por la cifra correspondiente. Ambas agujas, al igual que las correspondientes a las de horas y minutos del movimiento base, están manufacturadas en oro rojo, presentando la correspondiente al contador de minutos el extremo en color rojo para facilitar su lectura.
La joya de la corona albergada en el interior de este guardatiempos responde al calibre mecánico de remonte automático 2358 con unas dimensiones de 32,80 mm de diámetro por 11,70 de espesor, integrado por 546 componentes y presentando una reserva de marcha de 65 horas. De la compleja combinación de complicaciones implementadas por este calibre 2358, el carrousel de un minuto, en construcción de tipo volante, es visible a través del dial a la altura de las 6, mientras que la repetición de minutos consta de un timbre catedral fijado a la caja, solución que permite obtener una mayor calidad en lo que a volumen y claridad sonora se refiere. Esta complicación se completa con un regulador volante que reduce el ruido de fondo producido por el mecanismo y con un sistema de desconexión automática del dispositivo de ajuste de la corona en el momento en el que se activa la corredera para evitar cualquier daño fortuito.
Por último, el cronógrafo dotado de función flyback a través del pulsador ubicado a las 4, está gobernado por una rueda de pilares y activado por un sistema de embrague vertical que optimiza la estabilidad de la marcha del guardatiempos en su conjunto a la vez que elimina el efecto backlash más habitual en los embragues de acoplamiento horizontal.
Al igual que sucedía con el Tourbillon Carrousel, tampoco este Carrousel Répétition Minutes Chronograph Flyback se producirá en Edición Limitada aunque también de manera análoga, la complejidad de su manufactura no creo que permita la construcción de un número muy elevado de estas piezas.