Nacido en 1953, el Blancpain Fifty Fathoms es uno de los relojes de buceo más legendarios de la historia, uno de los primeros diver profesionales. Diseñado por el capitán Robert Maloubier y el teniente Claude Riffaud para la Marina francesa, su bisel de sincronización unidireccional fue una importante innovación. Sus bondades dieron paso desde entonces a innumerables versiones, muchas de las cuales fruto de la elección de cuerpos profesionales y militares.
Cuando Blancpain retomó su fabricación en 2003 ya introdujo algunos elementos vintage. Pero ha sido a raíz de la actual fiebre por los relojes vintage que Blancpain ha empezado a reeditar algunas de sus referencias históricas. Siguiendo esta tendencia, la firma de Le Brassus nos presenta en edición limitada una de estas casi desconocidas versiones, un modelo de 1960 entregado a la Bundesmarine alemana, el Fifty Fathoms Barakuda.
El original
La Armada de la RFA adquirió sus Fifty Fathoms por medio de Barakuda, una empresa especializada en la producción y comercialización de material técnico de buceo. Pero aparte de los relojes destinados a la armada, la empresa introdujo en el mercado germánico un modelo para civiles con un estilo particular. En él destacaba, entre otras cosas, el uso de índices rectangulares bicolores, las agujas fluorescentes pintadas de blanco, así como un calendario a las 3 h y una correa de caucho estilo Tropic.
La reedición 2019: Fifty Fathoms Barrakuda
El nuevo Blancpain Fifty Fathoms Barakuda debe ser visto como un homenaje más que una recreación 100% precisa del modelo anterior. Esta nueva edición limitada es, sorprendentemente, más pequeña que la original, un hecho que raramente ocurre. De hecho, es una de las versiones más pequeñas de la colección, junto con el Tribute To Fifty Fathoms MIL-SPEC lanzado en Baselworld 2017, con la que comparte la mayoría de los elementos técnicos.
Con un diámetro 40,30 mm, la caja de acero ofrece una resistencia al agua de 300 metros. Se entrega en una correa de goma siguiendo la estela del original. En cambio, presenta un bisel de zafiro que le confiere una resistencia de la que no gozaba el modelo de los 60, cuando estaba fabricado en baquelita.
A ello ayudan sobretodo los grandes índices rectangulares de color crema y rojo recubiertos con Super-LumiNova que imita el aspecto envejecido del radio. Estos «guiones» rojos en la base de cada bloque de lume agregan un contraste interesante. Cuando se ve desde ciertos ángulos, la curvatura del cristal hace que parezca que los guiones se intersectan con los índices, pero simplemente es una ilusión óptica.
Acompañando a la fina manecilla de los segundos, las aguja de horas y minutos adoptan la forma de lápiz. Por su parte, la fecha, un elemento clave del modelo original, vuelve a su posición de las 3 en punto, enmarcada en blanco.
En su interior late el mecanismo habitual en los Fifty Fathoms de sus mismas funciones: el calibre 1151. Este robusto movimiento automático vibra a una frecuencia de 21.600 alternancias por hora y una excelente reserva de marcha de 100 horas gracias a sus dos barriletes. Visible a través del cristal de zafiro, podemos admirar su decoración con Côtes de Genève y los puentes biselados, aunque su elemento más destacado visualmente hablando es su rotor ennegrecido.