Blancpain Fifty Fathoms Nageurs de Combat
Retomando los inicios del mítico Fifty Fathoms en los años 50, Blancpain ha presentado en el Time to Move una edición limitada dedicada al cuerpo militar de "Nageurs de combat" del ejército francés.
Después de espectacular Fifty Fathoms Barakuda, Blancpain lanza una edición especial de 300 piezas de su icónico reloj de buceo. Esta vez es un »homenaje a la colaboración original que emprendió con los fundadores de la unidad de Nadadores de combate francés. Para ello, este guardatiempos está estampado con los símbolos que representan a los buceadores militares franceses.
Todo comenzó cuando Jean-Jacques Fiechter, un experto buzo, se puso la frente de Blancpain en 1950. Dando rienda suelta a su pasión por el mar, comenzó a trabajar en un instrumento capaz de medir el tiempo de forma fiable y que fuera robusto para que le acompañara en sus aventuras submarinas.
Fue todo un desafío, pues en aquella época aún no existía ningún precedente relojero del que pudieran partir. Guiándose por sus propias experiencias, definió y desarrolló las especificaciones fundamentales que debía tener un reloj de buceo: agujas e índices luminiscentes que contrastaran con una esfera oscura, un bisel giratorio protegido, un movimiento automático, una perfecta estanquidad y una caja antimagnética. Estas «bondades» se han convertido en normativas en nuestra definición de reloj de buceo según la ISO 6425, pero en esos días todo lo que tenían como referencia era una hoja de papel en blanco.
Paralelamente, el capitán Robert «Bob» Maloubier y el teniente de navío Claude Riffaud, los fundadores de la recién formada unidad de «Nadadores de combate» franceses, también estaban buscando un reloj adecuado para su uso extremo en condiciones subacuáticas. Se pusieron a prueba muchos relojes, pero ninguno cumplió con sus estrictos requisitos hasta que, en 1953, probaron el Fifty Fathoms de Blancpain (denominado así por su hermeticidad de cincuenta brazas, una medida británica equivalente a 91 m). Gracias a sus características antes descritas, el Fifty Fathoms de 1953 se convirtió en parte esencial del equipamiento del equipo de nadadores de combate del ejército francés. Más tarde lo adoptaron también fuerzas navales de otros países.
Empecemos por lo símbolos que individualizan esta edición especial, relacionados con la unidad militar. Por suerte, en Blancpain han sido muy discretos a la hora de implementarlos. Su impecable estética no se a visto perjudicada por leyendas y logos varios que no hubieran hecho sino ensuciar la esfera.
Para poder llevarla a cabo, el Ejército francés ha autorizado a Blancpain a marcar el fondo de su nuevo modelo con la insignia de los Nadadores de combate: un ancla central, dedicada a los marinos, rodeada por dos caballitos de mar alados que representan a la vez el universo submarino y a los paracaidistas.
En la esfera, sobre las seis horas, figura discretamente un segundo emblema, el número 7, una cifra grabada al fuego en la mente de todo submarinista. Dado el riesgo de que el oxígeno se vuelva tóxico bajo una presión parcial de 1,7 bar, la profundidad máxima a la que pueden descender los buceadores militares con oxígeno puro es de 7 metros.
La caja de acero satinado muestra las medidas habituales, es decir, 45 mm de diámetro y 15,70 mm de grosor. Con una hermeticidad de 300 metros, está rematada por un bisel unidireccional con un anillo curvado de zafiro que lo protege de golpes y arañazos.
Por su parte, la esfera negra mantiene el excelente contraste con las manecillas e índices, uno de los sello distintivos del Fifty Fathoms. Sin embargo, no hay números arábigos en este modelo, sustituidos por índices redondos y rectangulares en las posiciones cardinales. Esto nos evoca directamente la primera generación de los relojes militares de buceo de Blancpain en la década de los 50. Otro guiño al pasado es la recuperación del índice triangular a las 12 en punto que apareció en los primeros modelos de Fifty Fathom. Por último, las agujas están pintadas de blanco, como las de los relojes de la época.
En su interior se aloja el calibre automático 1315. Dotado de un calendario visible a través de una ventanilla, posee un espiral de silicio que sirve de escudo antimagnético. Latiendo a 4 Hz (28.800 vibraciones por hora ), sus tres barriletes dispuestos en serie permiten una reserva de marcha de cinco días.