Pre-Baselworld 2018: Blancpain Villeret Quantième Complet GMT
Con el Blancpain Villeret Quantième Complet GMT, la Manufactura de Le Brassus reinterpreta este clásico de una manera moderna, con una esfera rediseñada, un movimiento mejorado y el fabuloso y práctico sistema de corrección mediante pulsadores ocultos bajo las asas.
El calendario completo con fase lunar es una de las complicaciones más clásicas de Blancpain. Cierto, su valor relojero no se sitúa ni de lejos al nivel del carrousel, el dispositivo rescatado del olvido por Blancpain (ver: Blancpain Tourbillon Carrousel), pero es esta práctica indicación la que más ventas aporta a la marca, batiendo inesperadamente a auténticos iconos de la firma como los relojes de buceo Fifty Fathoms y Bathyscaphe. La importancia histórica que representa para Blancain el calendario completo quedó demostrada en el resurgir de la firma en 1983 después de la adquisición de Rayville S.A., succ. De Blancpain por parte de Jacques Piguet, hijo de Frédéric Piguet y director de la compañía de ese nombre, y Jean-Claude Biver: el primer reloj nacido de esta nueva etapa fue un calendario completo. Supuso el inicio de una nueva etapa después de la crisis del cuarzo, basada en la fabricación de relojes mecánicos mediante la reintroducción de complicaciones.
Este nuevo integrante de la colección Villeret responde a la complicación de calendario completo, la que podríamos considerar como la menor de las complicaciones dentro de los calendarios en relojería mecánica. Ya en alguna ocasión anterior hemos comentado los principales tipos de calendarios y las diferencias que existen entre ellos, que radican en las necesidades de ajuste manual que cada uno de ellos requiere y cuya relación es inversamente proporcional: a mayor complicación, menor necesidad de ajuste manual.
Haciendo un poco de memoria y de menor a mayor complejidad, el primero de los calendarios es precisamente el que incorpora este Villeret Quantième Complet GMT, el calendario completo, que precisa de ajuste manual en todos aquellos meses cuya duración es distinta de 30 días. La complicación intermedia la encontramos en el calendario anual. En esta ocasión la necesidad de ajuste manual por parte del usuario de las indicaciones del calendario disminuye considerablemente y se reduce, prácticamente, a un ajuste anual cada 28 de febrero. El dispositivo reconoce de manera automática la duración de todos los meses del año excepto la correspondiente al mes febrero.
Al igual que sucede con la relación entre complejidad y necesidad de ajuste manual, la relación entre la segunda y el precio de la pieza son también, obviamente, inversamente proporcionales. El precio de un calendario anual difiere considerablemente del correspondiente al calendario completo, aunque la máxima desviación en el precio la encontraremos en la tercera, y última, configuración de un calendario, el conocido como calendario perpétuo cuya necesidad de ajuste manual es prácticamente nula ya que, por ejemplo, los guardatiempos que se venden actualmente con esta complicación, no precisarán de ajuste por parte del usuario hasta el año 2100.
Si bien es cierto que la necesidad de ajuste manual de una complicación de calendario mecánico representa una incomodidad para el usuario, este hecho se compensa con el precio de adquisición de la pieza que puede verse incrementado, entre las distintas variantes, en varios miles incluso en decenas de miles euros. Adicionalmente, los mecanismos de ajuste son realmente prácticos y subsanan, en cierto modo, la comentada incomodidad.
Ésta es, precisamente, una de las novedades que implementa esta renovación del calendario anual GMT de Blancpain lanzado en 2002: incorpora el fabuloso sistema de correción mediante pequeños pulsadores ocultos bajo las asas. Con ello logramos una nitidez de líneas envidiable al prescindir de los habituales pulsadores ubicados en la carrura, sobretodo si tenemos en cuenta que incluye, tal como delata su nombre, la función GMT, además de la poética fase lunar. Patentada por Blancpain, este sistema permite corregir la fecha, el día, el mes y las fases de la luna con una simple pulsación del dedo, sin herramienta de corrección. El segundo huso horario y la puesta en hora se pueden realizar rápidamente desde la corona.
El nuevo Blancpain Villeret Quantième Complet GMT se mantiene fiel a los orígenes del modelo, exhibiendo una esfera que nos es muy familiar al seguir los códigos que han impulsado la renovación estética de los Villeret desde hace unos años. Las horas y los minutos (sin segundero, lástima) se combinan con dos ventanas para el día de la semana y el mes a las 12 en punto, mientras la fase lunar se ubica en su posición habitual sobre las seis horas. Junto a ellas encontramos uno de los detalles característicos de la firma: la fecha se indica mediante una manecilla serpentina azulada que apunta a la escala más periférica.
Dotándolo de una funcionalidad adicional, Blancpain incorpora la función GMT, mostrada esta vez con una aguja central de punta roja que recorre una escala de 24 horas ubicada en en centro de la esfera. Múltiples indicaciones, pero todas prácticas y bien distribuidas.
Para agregar claridad, la esfera opalina blanca del Blancpain Villeret Quantième Complet GMT está animada por los habituales números romanos aplicados que utiliza Blancpain. Hechos a mano en oro blanco u oro rojo, coinciden con el metal de la caja y las agujas esqueletadas de la horas y minutos. Y si la esfera es clásica, no lo es menos su caja de 40 mm de diámetro y 11,80 de espesor. Luciendo el clásico bisel doble pomme de los Villeret, estará disponible en dos versiones de acero u oro rojo que se pueden combinar con una correa de cuero o una pulsera metálica. Personalmente, me gusta más la opción de la correa de aligator, marrón para el oro rojo y negro para el acero.
La última pero no menos importante innovación atañe a su calibre 67A5, que, además del sistema de correcciones antes descrito, integra una espiral de silicio que le confiere sus propiedades amagnéticas. Visible a través de un fondo de zafiro, este movimiento automático está compuesto por 286 piezas, tiene 28 rubíes y ofrece una reserva de marcha de 72 horas.
Como la inmensa mayoría de vosotros, prefiero antes un calendario anual a uno completo, aunque la diferencia de precio puede hacernos optar por el segundo de ellos. Dejando de lado esta diferencia mecánica y económica, no puedo dejar de compararlo estéticamente con su precioso hermano mayor, el Blancpain Villeret Quantième Annuel GMT presentado hace dos años (ver artículo aquí). A pesar de reconocer que prescindir de la fase lunar es una ventaja importante a la hora de mostrar una mayor nitidez, su particular diseño asimétrico es mucho más limpio y legible que el del calendario completo que hoy os presentamos, agrupando en el lado derecho de la esfera las ventanas del día de la semana, fecha y mes, y ofreciendo la función GMT en una pequeña subesfera en el cuadrante suroeste.
Los precios y disponibilidad estarán disponibles dentro de un mes: serán desvelados durante la celebración de la feria de Baselworld 2018. Teniendo en cuenta que la referencia en acero del calendario anual GMT salió con un precio sobre los 23.000 €, veremos si el del Quantième Complet GMT es lo suficientemente atractivo como para decantarnos por su mayor sencillez mecánica, o si por el contrario nos conviene optar al mayor prestigio del calendario anual, y lo mismo con la versión en oro rojo.
Más información: Blancpain.es