Bovet 1822 regresa al siglo XIX de la mano de Ilgiz Fazulzyanov con el Amadeo Fleurier 39 "Amapolas" Grand Feu.

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Sin lugar a dudas, uno de los aspectos que más ha caracterizado a Bovet 1822 ha sido el correspondiente a las artes decorativas aplicadas la alta relojería. Para celebrar sus prácticamente dos siglos de relación, la de estas artes decorativas con la relojería, la maison se reúne con Ilgiz Fazulzyanov para crear el Amadeo Fleurier 39 «Amapolas» Grand Feu, una pieza exquisita reservada de manera muy exclusiva para el público femenino de la manufactura.

Bovet 1822 Amadeo Fleurier 39 Amapolas Grand Feu

Debemos remontarnos hasta los inicios del siglo XIX para encontrarnos con la época en la que Edouard Bovet llevaría las artes decorativas, sobretodo la miniatura en esmalte, hasta sus piezas. Para ello, recurrió a la combinación de los mejores relojeros de la Val-de-Travers con los esmaltadores instalados alrededor de la central hidroeléctrica de Ginebra. Hoy, para recordar la historia de sus inicios, Pascal Raffy recurre a Ilgiz Fazulzyanov para crear una colección de piezas entre las que se encuentra este Amadeo Fleurier 39 «Amapolas» Grand Feu.

Aunque no se trata de hacer aquí una extensa biografía de Ilgiz Fazulzyanov, baste como tarjeta de presentación el decir que los especialistas lo consideran como el heredero de los esmaltadores más importantes de todos los tiempos, además de ser uno de los diseñadores de joyas más destacados de su generación. Otro dato significativo, Fazulzyanov se convierte en 2008 en el primer joyero en vida cuya obra se vende en las subastas de Christie’s.

El Amadeo Fleurier 39 «Amapolas» Grand Feu se alberga en una caja de 39 mm de diámetro, manufacturada en oro blanco o rojo y con distintas opciones en lo que a su engastado se refiere. Su esfera, con las únicas indicaciones de horas y minutos implementadas mediante dos agujas de tipo serpentine, responde a una obra de arte que combina un esmalte Grand Feu con motivos de amapolas con un engastado completo de la superficie restante.

Bovet 1822 Amadeo Fleurier 39 Amapolas Grand Feu Esfera

El calibre que alimenta el movimiento de las dos agujas del Amadeo Fleurier 39 «Amapolas» Grand Feu es el 11BA13 de remonte automático, con un diámetro de 11 1/2»’, cuyo volante oscila a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora siendo la reserva de marcha disponible de 72 horas.

La correa que permite asir esta maravilla a la muñeca de su portadora es de piel de aligátor de un color granate, a juego con el del esmalte de las amapolas, con un cierre de tipo ardillón manufacturado en oro blanco o rojo, de acuerdo al utilizado en la caja.

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Ingeniero Técnico Industrial, de formación electrónica con pasión por la micro-mecánica. Co-fundador y editor de Watch-Test. En mi trabajo y en la vida tengo una máxima: Las cosas hay que explicarlas de manera que se entiendan. De lo contrario, el esfuerzo es en vano.

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