Para encontrar los inicios de la historia del OTTANTASEI debemos remontarnos al año 2008 cuando Pascal Raffy, propietario de Bovet, conoció a Paolo Pininfarina. Este encuentro dio como fruto una colaboración entre ambos, de la que nació la idea de crear conjuntamente un guardatiempos para celebrar el 80º aniversario del estudio de diseño turinés.
Dos años después, en 2010, vería la luz el Tourbillon Ottanta. El resultado de la conexión entre los diseñadores italianos y los relojeros suizos fue tan satisfactorio que Raffy y Pininfarina decidieron seguir colaborando dando lugar a una colección de relojes.
Uno de los parámetros más importantes durante el diseño del OTTANTASEI fue el criterio de ligereza. Una ligereza que debía ser entendida tanto desde el punto de vista constructivo, es decir, a los elementos que integraban el guardatiempos, como al correspondiente al peso que debía minimizarse en todo lo posible. En lo que se refiere a este segundo sentido fue el modelo en caja de titanio (con tratamiento en PVD azul) el que obviamente se llevó la palma.
Diseñadores y relojeros decidieron otorgar la misma importancia a cada uno de los tres grandes módulos que forman el movimiento del reloj, es decir, acumulación de energía (barrilete), tren de engranajes (que además conduce las agujas de las indicaciones) y órgano regulador. Este último consistía en un tourbillon volante de doble cara patentado. Su disposición buscaba el máximo equilibrio en la esfera, que perseguía una simetría perfecta. Caja y movimiento fueron concebidos como un ente único y desarrollados de manera conjunta con el fin de optimizar la estética, la transparencia (llámese ligereza) y la ergonomía del resultado final.
La versión que de este OTTANTASEI nos presentan ahora el tándem Bovet-Pininfarina esgrime como novedad el platino utilizado en su caja. Se trata de una edición limitada a 10 piezas, que deberán restarse al total de 86 movimientos disponibles para dar vida a otros tantos guardatiempos. Ni uno más.
La caja del OTTANTASEI tiene un diámetro de 44 mm, ligeramente inferior a lo que Bovet nos tiene acostumbrados, y un espesor ciertamente interesante de tan sólo 12 mm. La carrura de esta caja es de cristal de zafiro, de manera que contribuye a la transparencia que predomina en el conjunto. La correa montada es de caucho con un cierre de tipo hebilla en titanio.
Por lo que respecta al movimiento, que permite implementar las funciones de horas y minutos en un dial subsidiario a la derecha equilibrado por un segundo subdial a la izquierda con un indicador de reserva de marcha, responde a la referencia 17MB03. Este calibre es de remonte manual y oscila a una frecuencia de 18.000 alternancias por hora (2,5 Hz) entregando una reserva de marcha disponible de 10 días completos gracias a un único barrilete.
