Algunos de vosotros recordaréis el Récital 23 que Bovet 1822 presentó durante la pasada edición del SIHH y del que os hablé en este artículo. Entre sus muchas bondades, el Récital 23 se convertía, además, en el primer reloj femenino de la manufactura albergado en una caja de tipo atril. No se me ocurre mejor elección para dar vida a la pieza única que la marca dona a la octava edición del Only Watch y a la que bautiza como Récital 23 Hope.
El Récital 23 Hope toma como base la referencia en caja de titanio del Récital 23 (las otras dos opciones del modelo de producción regular consistían en el oro rojo y el oro blanco). De este modo, se repiten todos y cada uno de los parámetros del modelo original. El eje mayor de la elipse que da forma a esta caja tiene un valor de 43 mm, en tanto que el menor, el horizontal, sigue siendo de 38,7 mm y el grosor de la caja en su parte más alta, a las 12, es de 14,4 mm.
Si bien es cierto que, a priori, estas dimensiones pueden parecer ligeramente excesivas, hay que ponerse el reloj en la muñeca para comprobar que, en realidad, la comodidad de uso es espectacular. En este caso concreto, en el Récital 23 Hope, la ligereza del titanio contribuye a ello. Por lo que respecta al engaste, esta pieza única opta por el de 72 diamantes talla brillante en el bisel.
La esfera del Récital 23 Hope es también una fiel reproducción del modelo presentado en el SIHH … salvo por una exclusiva excepción en el dial descentrado que acoge las indicaciones de horas y minutos. La base sigue siendo el cristal del aventurina, pero en esta ocasión sirve de lienzo para una de las expresiones artísticas reservada a la élite de la alta relojería: la pintura en miniatura.
El motivo escogido por Bovet 1822 responde al de una hada sentada sobre una luna creciente. Una obra de arte mayúscula que requiere de más de cien horas de trabajo y que se realiza con un pincel que tiene un único pelo de marta precisando de la ayuda de un microscopio binocular para su ejecución. En realidad y además de la exclusividad intrínseca al hecho de tratarse de una pieza única, también es única la oportunidad de poder tener acceso a esta demostración de pericia. Resultará fácil de entender si tenemos en cuenta que cerca del 95% de las piezas de Bovet 1822 que albergan alguna de sus pinturas en miniatura van destinadas a colecciones privadas y, por tanto, no pueden ser comunicadas.
Como era de esperar, el movimiento que conduce las indicaciones de este Récital 23 Hope es el mismo que lo hace en las versiones lanzadas en el salón ginebrino. De remonte automático, el calibre 11DA17-MP monta una masa oscilante con el rotor en oro y grabada a mano con un motivo «fleurisanne». La frecuencia es de 28.800 alternancias por hora y dos barriletes se encargan de entregar una reserva de marcha de 62 horas.