SIHH 2019. Bovet Tourbillon Amadéo Fleurier Virtuoso IX.
Bovet da inicio a su andadura en el SIHH con la presentación de una obra maestra: el Tourbillon Amadéo Fleurier Virtuoso IX.
A pocas horas de que abra sus puertas la edición del SIHH de este 2019, la última que se celebrará en el mes de enero tras el acuerdo al que la organización del salón ginebrino ha llegado con Baselworld, os contamos todo lo que hay que saber sobre la novedad principal de la manufactura Bovet 1822: el Tourbillon Amadéo Fleurier Virtuoso IX.
Resulta innegable a todos los efectos que, en esta su primera participación en el SIHH, Bovet ha apostado por una pieza que situa el listón a una altura más que considerable combinando de manera magistral, como viene siendo habitual en las creaciones de esta maison, la alta relojería más tradicional y artesana con un cuidado vanguardismo atrevido a la vez que respetuoso con los valores que en el siglo XIX pusieron de manifiesto los hermanos Bovet.
El Tourbillon Amadéo Fleurier Virtuoso IX responde a un guardatiempos albergado en una caja del tipo Amadéo® con unas dimensiones de 46,30 mm de diámetro y 16 mm de espesor que se producirá en tres materiales distintos: oro rojo (AIVIX001), oro blanco (AIVIX002) o platino (AIVIX004). Para aquellos que estéis poco familiarizados con los relojes Bovet, apuntar que la caja Amadéo® consiste en un tipo de construcción que permite transformar al guardatiempos en un reloj de muñeca, de bolsillo o de sobremesa sin la necesidad de utilizar herramientas. En el caso de este Virtuoso IX, y debido a su condición de reversibilidad, se añade un mecanismo que permite con la simple pulsación de la corona, levantar la tapa que cubre la trasera de la caja.
Tourbillon volante con doble huso horario, fecha panorámica y reserva de marcha de 10 días son las principales características de este guardatiempos en lo que a indicaciones y funciones se refiere. La esfera que las recibe supone toda una demostración de las capacidades de los artesanos de la manufactura. Una decoración guilloché en abanico sobre la que se aplican un total de ocho capas de laca translúcida antes de someter la superficie a un proceso de pulido. El resultado de este flinqué aplicado a la esfera desemboca en unos reflejos azules que recuerdan la riqueza de los esmaltes del siglo XIX.
El eje central de la esfera del Virtuoso IX está ocupado únicamente por la aguja de los minutos, del tipo serpentine, y que apunta para su lectura a una discreta escala perimetral formada únicamente por una serie de índices del tipo bastón. Legibilidad innegociable. A pesar del protagonismo artesanal de la esfera de este reloj, los relojeros y artesanos no han querido renunciar a los elementos que permiten realizar una lectura de la indicaciones sin confusiones.
El primero de los husos horarios de este Virtuoso lo encontramos en un dial subsidiario a las 2, en tanto que el segundo lo hace entre las 9 y las 10 con unas dimensiones ligeramente inferiores, sobre una escala de 24 horas y acompañado de una ventanilla que informa de la ciudad correspondiente. En ambos casos, y como sucede con la indicación de los minutos, el respeto a la legibilidad es máximo y, para ello, se han implementado dos anillos rodiados con satinado circular que reciben a los índices horarios transferidos en negro.
A ambos lados de la abertura que deja paso al tourbillon se sitúan dos ventanas discretamente enmarcadas que son las responsables de acoger las dos últimas indicaciones de esta esfera: la gran fecha a la derecha y un intuitivo indicador de reserva de marcha a la izquierda. Finalmente, a las seis, el tourbillon volante de doble cara patentado por Bovet y cuya espiral está fabricada en sus propios talleres. Todo un ejercicio de excelencia cronométrica con una componente artesanal no menos importante. Y es que, sin ir más lejos, el puente de la jaula se lleva dos días completos de trabajo para su decoración. Como es habitual en estos casos, la jaula del tourbillon es portadora de una pequeña aguja que hace las funciones de segundero al apuntar a una escala perimetral que repite el acabado adoptado por los anillos de los husos horarios.
Pero el Tourbillon Amadéo Fleurier Virtuoso IX tiene más de una cara y la segunda la encontramos, obviamente, justo en el reverso de la caja. En esta trasera encontramos dos agujas centrales del tipo serpentine responsables de la indicación de horas y minutos. El resto del lienzo es propiedad del oficio artesanal de Bovet y el protagonismo para el movimiento y sus puentes. Estos últimos son esqueletizados – evocando la arquitectura típica de la maison en el siglo XIX – con su superficie grabada siguiendo un patrón «bris de verre». Estos puentes, una vez biselados y decorados por completo, reciben un tratamiento CVD en color azul cuyo resultado desemboca en una atractivo contraste con el rodiado de la platina principal del movimiento.
El movimiento mecánico responsable de animar las indicaciones de este Tourbillon Amadéo Fleurier Virtuoso IX es el de referencia 17BM04-DFR. Un calibre de remonte manual que, gobernado por un tourbillon volante de un minuto que oscila a una frecuencia de 18.000 alternancias por hora (2,5 Hz), entrega una reserva de marcha de 10 días completos. Al respecto de esta reserva de marcha, conseguida gracias a un único barrilete y teniendo en cuenta el número de giros de la corona necesarios para remontar por completo el mecanismo, los relojeros de Bovet desarrollaron un diferencial esférico que reduce a la mitad las vueltas requeridas. Este diferencial es visible a través de la abertura circular que, a las 12, se ha practicado en la trasera.
Y hasta aquí, por el momento y para empezar, todo lo que sabemos de la que supone la primera pieza presentada por Bovet en el SIHH. No quiero dar por terminado este artículo sin antes agradecer a la manufactura y a Alessandra Pinna, de Pinna Comunicación, la confianza depositada en watch-test al avanzarnos la información de esta novedad a mediados de diciembre bajo el correspondiente embargo. Detalles como este nos permiten optimizar nuestro tiempo durante los días de salón así como dedicar más tiempo (y de mayor calidad) a la redacción de los artículos.