El Breguet Classique Phase de Lune Dame es una de las novedades que veremos en el próximo Baselworld 2016. Sorprende un tanto la precocidad de Breguet desvelando este reloj con tanta anticipación, ya que aun faltan más de tres meses para que abra sus puertas la feria de Basel, pero bienvenido sea.
De momento solo disponemos de una image de este reloj y siempre es aventurado emitir un veredicto sin haber observado en vivo un reloj, pero a pesar de ello, debo admitir que, desde el punto de vista estético, este Breguet Classique Phase de Lune Dame me ha dejado fascinado. Elegante y exquisito son dos adjetivos que acuden a mi mente cuando observo la imagen. Clasicismo también podría ser otro calificativo que otorgar a este reloj, algo que ya denota el nombre de la colección a la que pertenece, pero que en ningún caso debe entenderse como peyorativo.
Con este Breguet, como en cualquier reloj, lo primero que llama la atención es su esfera, que en este caso solo se me ocurre calificar de perfecta. Para su fondo, Breguet recurre al esmaltado «Grand Feu» una de las opciones más prestigiosas y fascinantes para este elemento del reloj. Como todos sabéis, el esmaltado es una técnica extremadamente difícil de ejecutar correctamente, a la vez que muy delicada, ya que cualquier error en sus diferentes procesos de cocción pueden originar que se quiebre.
Al observar la esfera de este Breguet, concretamente su indicación de fase lunar, deduzco que la dificultad del esmaltado y lo delicado de su proceso se incrementa notablemente, ya que podréis apreciar que dicha indicación se ubica en una especie de bajorrelieve. Además, también se aprecia que el fondo de la esfera no es plano ya que adquiere una suave curva descendente en su perímetro. Aparte de la dificultad que entraña ejecutar un esmaltado con estas formas, junto con la siempre especial tonalidad que emana del esmaltado, este es sin duda uno de los principales atractivos estéticos del Breguet Classique Phase de Lune Dame.
Afortunadamente, algo que no puede siempre decirse de los relojes que albergan oficios artísticos en su esfera, Breguet no se olvida de la precisión de lectura del tiempo. Así, además de los característicos y una vez más exquisitos números «tipo Breguet» a modo de índices horarios, apreciamos unos delicados índices de minutos en forma de minúsculas estrellas. Si a todo ello sumamos el encanto de las agujas azuladas «tipo Breguet», no se me ocurre nada que mejorar en la esfera de este exquisito reloj femenino.
Por supuesto, el movimiento que da vida a este reloj es mecánico, concretamente el calibre de carga automática 537L, que por si fuera poco incorpora una espiral de silicio que garantiza su inmunidad a los innumerables campos magnéticos que nos rodean a diario.
Breguet ofrecerá inicialmente este Classique Phase de Lune Dame con caja de oro blanco o de oro rosa. Otra magnífica noticia es que la versión de oro blanco se podrá adquirir con engaste en su bisel y asas, tal como muestran las imágenes, o sin engastar, algo que agradecerán las mujeres que, bien por su mentalidad o por el cuidado con la imagen que puedan transmitir en sus actividades profesionales, prefieren la discreción de esta opción. El tamaño de la caja es de 30 milímetros, una medida sin duda elegante, pero que en mi opinión resulta excesivamente reducida. Un diámetro de 34, 36 o incluso 38 milímetros no hubieran restado elegancia a este Breguet Classique Phase de Lune Dame y hubiera incrementado su presencia y su legibilidad.
