No, no os entusiasméis, el Breguet No. 2023 pour Bugatti no es ninguna de las novedades que la firma del legendario relojero presentará en Baselworld 2016. Se trata de la nueva adquisición para el Museo Breguet que ha logrado su presidente y director general, Marc A. Hayek, en una subasta celebrada el pasado 6 de febrero en París con motivo del Salon Rétromobile.
Esta es sin duda una buena noticia para el Museo Breguet, pero también es de gran interés para todo apasionado de la Alta Relojería, pues confirma mucho de lo sabido acerca del periodo reciente de la historia de Breguet, lo que podríamos denominar etapa pre-Swatch, y también descubre aspectos conocidos por muy pocos.
Lo conocido es que durante la primera mitad el siglo XX los relojes Breguet diferían mucho de los creados por Abraham Louis Breguet en el siglo XVIII. Ya no se trataba de relojes con grandes complicaciones ni que aportaran innovaciones trascendentales para la historia de la relojería, sino de piezas que podríamos calificar de «instrumento técnico», destinadas a un uso profesional, principalmente en el campo militar. La más célebre de las creaciones de este periodo es sin duda el Type XX, un cronógrafo destinado a la aviación militar francesa, cuyas derivaciones aun encontramos hoy en día en el catálogo de Breguet.
Lo que ya es mucho menos conocido es que Breguet también fabricara relojes destinados al automovilismo, que sin dejar de ser instrumentos de carácter profesional se apartaban del destino militar para deleitar a los afortunados propietarios de un automóvil de lujo, concretamente de un Bugatti tal y como se aprecia claramente en la inscripción de su esfera.
El Breguet No. 2023 pour Bugatti, es un reloj creado especialmente para la legendaria firma automovilística italiana y forma parte de un encargo de nueve relojes que realizó Ettore Bugatti a principios de los años 30 para implantar en el centro del volante de su deportivo Royale.
Dado su destino, evidentemente se trata de un reloj que alberga en su interior un mecanismo con la complicación de cronógrafo. Como se puede apreciar en las imágenes, su enorme caja de 67 milímetros de diámetro adopta una corona con una tija inusualmente larga destinada a facilitar la comodidad de su accionamiento durante la conducción. El funcionamiento del cronógrafo es del tipo monopulsante, lo que implica que la puesta en marcha, parada y puesta a cero deben realizarse ineludiblemente de forma secuencial. Es de destacar su impresionante reserva de marcha de 8 días.
El diseño de la esfera comporta todo el ADN histórico de Breguet, con elementos tan propios como los números «tipo Breguet» que se utilizan como índices horarios y las agujas «tipo Breguet» de acero azulado que nos indican el tiempo.
En consonancia con la finalidad con que ha sido diseñado, en el perímetro de su esfera encontramos una gran escala taquimétrica que permite medir velocidades de hasta 250 km/hora. También encontramos en ella un totalizador de los minutos cronometrados, que en lugar de la típica sub-esfera circular recurre a un práctica ventanilla ubicada a las 6 horas que va elevando la cifra que nos muestra cada vez que la aguja trotadora central completa un recorrido de 60 segundos.
En resumen, este Breguet No. 2023 pour Bugatti es una magnífica pieza que engrandece los crecientes fondos del Museo Breguet. Y quien sabe, quizás inspire a los responsables de Breguet para ofrecernos en un futuro un cronógrafo de pulsera con reminiscencias automovilísticas.