Aun faltan bastantes días hasta el 14 de febrero, fecha de la próxima celebración de San Valentín, pero Breguet no pierde el tiempo y nos anuncia el Reine de Naples St-Valentin 8905.
Al elegir como base el exquisito Reine de Naples, como hacen la gran mayoría de marcas, Breguet se desmarca de la tendencia unisex y deja bien a las claras que es un reloj con el que se debe obsequiar a la pareja femenina. Hay colecciones de relojes sin género evidente o en los que se puede interpretar, pero no es el caso del Reine de Naples. Por si fuera poco, Breguet añade a esta versión St-Valentin 8905 todos los rasgos que normalmente consideramos propios de un reloj femenino.
La caja del Reine de Naples St-Valentin 8905 aporta el diseño inconfundible que todos conocemos de esta colección. Su geometría ovalada, la ausencia de asas convencionales y la decoración acanalada de su carrura, propia de todo reloj Breguet, le hacen reconocible para cualquier conocedor del mundo de la Alta Relojería. Estos son los rasgos característicos de los relojes de esta colección, que homenajea al que entregó Abraham Louis Breguet en 1812 a Caroline Murat, Reina de Nápoles y hermana de Napoleon Bonaparte. En el diseño, la forma actual de los Reine de Naples nada tiene que ver con el original, pero rememoran el que se considera el primer reloj de pulsera de la historia.
En la caja encontramos el primero de los rasgos que hoy en día se interpretan (casi siempre) como característicos de un reloj femenino. Se trata del engaste que adorna su fino bisel; 128 diamantes talla brillante que suman un total aproximado de 0,45 quilates. Este aderezo de piedras preciosas se complementa con el rubí que adorna la corona. Las dimensiones de la caja son de 36,5 x 28,45 milímetros y está elaborada con oro blanco.
En la esfera es donde encontramos el resto de rasgos que, en su conjunto, distinguen a este Breguet Reine de Naples St-Valentin 8905. El primero de ellos, el nácar empleado en la base de la esfera, no exclusivo de esta referencia de la colección pero es otro de los rasgos que normalmente se asocian a un reloj femenino.
En la parte superior de la esfera se ubica la fase lunar y también la aguja que nos indica la reserva de marcha. El índice de esta reserva de marcha está realizado mediante puntos de color rojo, una totalidad que es la protagonista de los detalles exclusivos del esta pieza.
Otro detalle único de esta edición es la «aguja» en forma de corazón, también de color rojo, que Breguet emplea para indicarnos los segundos. Este artístico rasgo ya lo empleó Breguet en su anterior reloj dedicado a San Valentín, el Reine de Naples Coeur 9825 (artículo), aunque en esa ocasión se utilizó para indicar los minutos. En el centro de este pequeño segundero y en el del dial del tiempo encontramos una decoración guilloché, una característica que también forma aparte de los genes de Breguet.
A pesar de la exquisitez de los detalles artesanales que adornan. los elementos externos del St-Valentin 8905, Breguet no olvida el aspecto técnico y lo dota con un movimiento mecánico de carga automática; el calibre 537DRL2. Se trata de un movimiento mecánico que genera su automatismo mediante una masa oscilante de platino, cuyo volante oscila a una frecuencia de 3,5 Hz y que ofrece una reserva de marcha de 45 horas. Como la práctica totalidad de los movimientos actuales de Breguet, está equipado con una rueda de escape y una espiral realizadas con silicio.
Este Reine de Naples, cuya referencia exacta es 8905BB/52/964DOOD, se emitirá en formato de edición limitada, concretamente a 28 piezas. De momento Breguet no ha facilitado su precio.
