Breitling Navitimer 36 y 32; el reloj de Charlize Theron

Con los Navitimer 36 y 32, Breitling ha dado un paso muy importante a nivel estratégico, que es desarrollar una nueva gama de este leyenda de la relojería dedicada en exclusiva al público femenino. Para ello, la firma suiza ha recurrido a los paradigmas clásicos que definen un reloj femenino; tamaño, materiales y decoración.

Existen dos métodos para crear un reloj femenino. El más complejo es desarrollar un diseño totalmente nuevo, con formas generalmente atípicas y extremas, que asocien el reloj a las mujeres. El segundo método, el más utilizado, es reducir su tamaño y recurrir a materiales y/o decoraciones que consideramos propios de un reloj destinado a ser utilizado por miembros del público femenino.

Breitling se ha decantado por el segundo método y es lógico ya que desarrollar un nuevo diseño iría en contra de la finalidad primaria de este proyecto, que es crear un Navitimer femenino. Por ello se han mantenido los genes de diseño de esta leyenda de la relojería, que se basa principalmente en una geometría redonda de caja y en un bisel estriado extremadamente fino.

Para otorga su carácter femenino a esta nueva gama del Navitimer, Bretiling ha reducido su tamaño a 36 y 32 milímetros de diámetro. El primero, el de 36, es una reducción moderada, que hoy en día se considera un tamaño excesivamente pequeño para un reloj masculino.

La gama de 36 milímetros de diámetro nos ofrece nada menos que 10 versiones. Seis de ellas recurren al acero para elaborar su caja y se diferencian por el color de su esfera; verde menta, plateada o antracita. De cada una de estas tres versiones de esfera, Breitling ofrece la opción de una correa de piel de aligator o de un brazalete, también de acero.

Una segunda variante del Navitimer de 36 mm es la que combina el acero y el oro en sus elementos externo. Nuevamente se ofrece una versión con correa de piel y otra con brazalete mixto de acero con detalles de oro rojo 5N.  La tercera variante utiliza exclusivamente el oro rojo para elaborar su caja. De nuevo encontramos dos versiones que se diferencian por el sistema de sujeción; correa de piel y brazalete de oro.

Estas cuatro versiones de oro recurren al nácar para la base de su esfera y a los diamantes talla brillante para decorar los índices horarios, dos características que suele considerarse como propias de los relojes femeninos.

Los Navitimer de 36 mm emplean el Calibre 17. Se trata de un movimiento mecánico de carga automática cuyo volante oscila a 28.800 alternancias por hora y permite una reserva de marcha de 38 horas. Este calibre está certificado por el COSC. El calibre 17 ofrece las indicaciones de horas, minutos y segundos.

La gama de 32 milímetros ofrece nuevamente las 10 versiones que hemos descrito en la de 36 mm. La diferencia con respecto a la gama de 36 mm es que la de 32 emplea el nácar y los diamantes en todas sus versiones, incluidas las de caja de acero.

Los Navitimer de 32 milímetros recurren al Calibre 77 de Breitling. En este caso se trata de un movimiento SuperQuartz termocompensado que garantiza una autonomía de entre 3 y 4 años. Este calibre ofrece las indicaciones de horas, minutos y segundos.

Las mujeres que busquen un reloj de uso diario, que valoren la discreción y el prestigio de un movimiento mecánico se decantarán por las versiones de acero de la gama de 36 milímetros. También pueden optar por los Navitimer 32 en sus versiones de acero, aunque perderán el prestigio de un movimiento mecánico, pero ganando por la practicidad de un cuarzo de alta gama. Obviamente, el primer factor de decisión será el tamaño, siendo el de 36 más versátil y moderno, mientras que el de 32 es más clásico y apropiado para alternar con otro tipo de reloj.

Obviamente, los precios de los Navitimer 36 y 32 varían bastante en función de la versión elegida, oscilando entre los 4.100 € del 32 mm en acero con correa de piel y los 32.000 € del de 36 mm con caja y brazalete de oro.

Breitling ficha a Charlize Theron como embajadora de los Navitimer femeninos

Es bastante habitual que las grandes firmas relojeras recurran a los denominados embajadores/as como imagen de sus relojes. Se trata de personajes públicos y reconocidos en sus ámbitos profesionales.

Normalmente son artistas o deportistas y Bretiling se ha decantado por la primera opción, y además lo ha hecho a lo grande. La importancia que esta manufactura suiza concede a los nuevos Navitimer 36 y 32 es que ha decidido que la embajadora de esta nueva colección sea una de las mayores figuras de la gran pantalla; la oscarizada actriz Charlize Theron.