Los Top Time B21 Classic Cars Chronograph Tourbillon, incrementan al máximo el concepto ideado por el propio Willy Breitling en la década de los 60 al crear esta colección. La finalidad era desarrollar un reloj que se diferenciaba estéticamente del carácter instrumental de los ampliamente conocidos cronógrafos Breitling. Por ello, se trabajó su diseño para aumentar su nivel de sofisticación. Durante un largo periodo esta colección desapareció para ser resucitada recientemente en el año 2021(artículo).
Ahora, tan solo dos años después de su resurgimiento, Breitling decide dotar a la colección Top Time de una gran complicación del máximo grado, como es el tourbillon. Esta complicación, ideada por el célebre Abraham-Louis Breguet en el año 1801, fue creada con una finalidad totalmente funcional e instrumental, como era la de incrementar el nivel de precisión de un reloj de bolsillo. Hoy en día, de hecho desde la aparición del reloj de pulsera, el tourbillon ha perdido su finalidad funcional, pero ha conservado su altísimo grado de complejidad mecánica, convirtiéndose en todo un símbolo de sofisticación relojera y de exclusividad.
Los Top Time B21 mantienen los códigos estructurales y estéticos de los demás relojes de esta colección. La esfera adquiere una estructura bi-compax, propia de los cronógrafos que ofrecen un solo totalizador del tiempo cronometrado, que se suma al contador correspondiente al pequeño segundero. En esta caso tenemos un totalizador de 60 minutos, más que suficiente para medir tiempos cortos, que es la finalidad primaria de cualquier cronógrafo.
La ubicación de los dos sub-diales es atípica, ya que cambia la típica simetría horizontal por la vertical, con el contador de 60 minutos ubicado a la altura de las 6 hora y el segundero situado en el centro de la jaula del tourbillon, que podemos apreciar a la altura de las 12 horas.
Al igual que todos los relojes que forman parte de la colección Top Time, cada uno de estos cronógrafos toma el nombre de un famoso automóvil deportivo estadounidense, Las tres versiones del Top Time B21 homenajean el Shelby Cobra, el Chevrolet Corvette y el Ford Mustang.
Estas tres referencias se diferencian claramente entre ellas por el color de su esfera. El modelo dedicado al Shelby Cobra opta por el tono azul, mientras que la versión dedicada al Chevrolet Corvette se decanta por el marrón. En ambos casos la caja está realizada con cerámica negra.
La tercera versión del Top Time B21 Classic Cars aporta más elementos diferenciadores, ya que aparte del verde del fondo de su esfera opta por el bronce para elaborar su caja. El resultado es una imagen que se aparta totalmente de las otras dos referencias, ofreciendo una estética fácilmente asemejable a un reloj de oro.
Estos nuevos Top Time B21 Classic Cars Chronograph Tourbillon recurren al calibre B21, un movimiento desarrollado por Breitling conjuntamente con Manufacture La Joux-Perret. La frecuencia de oscilación de este mecanismo es de 28 800 alternancias por hora y genera una reserva de marcha de 55 horas. Al igual que en los grandes movimientos de cronógrafo, su esquema técnico recurre a una rueda de pilares y a un embrague horizontal.
Jamás habría pensado que elegiría una esfera marrón como primera opción en un reloj, pero en el caso de estos Top Time B21 Classic Cars, me decantaría sin duda por la versión Chevrolet Corvette. La combinación del negro de la cerámica de su caja con la textura de raíz de madera de la esfera da como resultado un efecto sorprendente. Ofrece deportividad y sofisticación en un mismo reloj, dos características a priori contrapuestas. La clave de ello está sin duda en el motivo de su esfera, que emula la textura de la madera de raíz.
A pesar de la diferencia de materiales de caja, Breitling anuncia el mismo precio para las tres versiones del Top Time B21 Classic Cars Chronograph Tourbillon; 45.000 €.
