Cuando hace pocos días, a finales de febrero, os hablaba del nuevo Breitling Transocean Chronograph 1915, pensaba que tendríamos que esperar al inminente Baselworld 2015 para ver el resto de novedades de la firma de Grenchen. Pero Breitling, fiel a su política de no concentrar, presentando nuevos relojes a o largo de todo el año, nos anuncia otra novedad. La sorpresa es que no se trata de una novedad menor, sino de nada menos que el modelo que parece inaugurar una nueva colección que difiere de todo lo existente en su catálogo actual: el Breitling Chronoliner.
El elemento que inmediatamente distingue al Chronoliner de las demás colecciones del catálogo actual es su bisel, que estéticamente se aparta de lo habitual en Breitling. Se distingue por su nitidez estética, muy vintage, con una superficie lisa ausente de cualquier relieve o grabado. Pero no es solo una cuestión estética, y lo que el ojo no ve es que este bisel está realizado en cerámica, el material perfecto para este elemento de un reloj.
La configuración del cronógrafo es del tipo ti-compax, con los contadores de minutos y horas a los que se suma el pequeño segundero. El tono crema de dichos contadores incrementa aun más el aspecto vintage de este reloj y proporciona su esfera un atractivo visual que encantará a los puristas de la relojería. Además, este nuevo Breitling Chronoliner incorpora una segunda complicación en forma de función de GMT, que se indica mediante una aguja central de punta roja.
Dos aspectos que no me convencen son su enorme tamaño de 46 milímetros de diámetro y la sorprendente utilización del calibre 24, basado en un ETA/Valjoux 7750. Se trata de uno de los calibres más fiables y probados de la relojería actual, pero es un tanto decepcionante que Breitling no recurra a su nuevo calibre manufactura B04. La única explicación es que Breitling quiera ajustar al máximo el precio del nuevo Chronoliner, pero como de momento no se ha comunicado dicho precio, deberemos esperar para confirmarlo.
Con este Chronoliner me ocurre lo mismo que con el reciente Trasnocean Chronograph 1915. Su gran atractivo e interés me han tentado de realizar directamente un análisis en profundidad, pero también al igual que con el 1915, prefiero esperar a Baselworld para poder realizarlo con más base de conocimiento y probablemente conociendo ya su precio de venta.
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