Bulgari Hora Domus Dual Timezone
El Bulgari Hora Domus Dual Timezone muestra la función de doble huso horario, unida a una novedosa forma de mostrar sus ciudades de referencia.
Subjetivamente, uno de los objetivos que debería intentar cumplir todo guardatiempo es ofrecer la máxima legibilidad y facilidad de lectura posible, ya sea en sus básicas funciones de horas y minutos, como en cualquiera de las posibles complicaciones asociadas. Pero como suele suceder en demasiadas ocasiones, esta característica que para mí resulta primordial, pasa a un segundo plano frente al indiscutible protagonismo de la estética y el diseño. Pero más grave aún es cuando los intentos por simplificar y facilitar esa legibilidad, obtienen un efecto contrario al planeado inicialmente; el Bulgari Hora Domus Dual Timezone es un ejemplo de ello.
La complicación de doble huso horario es una de las más apreciadas por los viajeros, permitiéndonos conocer la hora de nuestro lugar de origen (home time) y la de nuestro destino (local time), mediante una segunda manecilla horaria o bien un subdial dedicado. En su afán de idear algo diferente, Bulgari complica la sencillez y facilidad de uso que debería presidir esta complicación, mediante la confusa indicación de la ciudad de referencia del huso horario, y lo que es peor, después de ver cómo el comunicado de prensa se llena de referencias alabando su facilidad de uso y lectura. En mi opinión, seis ventanas y tres manecillas me parecen demasiadas para digerir un dual time de un solo vistazo. Pero vayamos primero a analizar su funcionalidad.
Lo primero que llama nuestra atención son sus dos grandes oberturas con los nombres de ciudades en una tipografía de generoso tamaño, la superior en fondo negro y la inferior en blanco. ¿Qué podríamos pensar a bote pronto?, ¿que una se corresponde al huso horario de origen y el otro al de la hora local?. Pues no, porque tal como vemos en la imagen del anverso del calibre, lo que intuíamos que eran dos discos, son, en realidad, uno solo. Dividido en dos anillos, uno negro y otro blanco, contienen entre ambos 24 ciudades de referencia de los 24 husos horarios, distribuidas de tal manera que en las ventanas se muestran siempre dos ciudades que mantienen un desfase horario de doce horas. Así vemos, por ejemplo, como a Nueva York se le opone Bangkok.
Ahora, necesitamos saber cual de las dos ventanas nos muestra el huso correcto. Esto se logra mediante la pequeña ventana circular situada bajo el eje central, que muestra un triángulo apuntando a la ciudad inferior o la superior, y controlado mediante el pequeño pulsador a las 10 horas.
Como vemos, la lectura del nombre de las ciudades es, gracias a las dimensiones de la letra, excelente, aunque eso se logra a costa de duplicar el típico y único anillo con las ciudades solapadas que lucen relojes con esta misma complicación, como por ejemplo el Breguet Classique Hora Mundi 5727, mostradas en una también única ventana. Más legibilidad, si, pero ni más simple ni más funcional.
Además, y hablando ya únicamente del timezone… ¿en serio necesitamos que nos recuerden un huso horario de referencia cuando estamos de viaje?. ¿Nos olvidamos donde vivimos o a donde hemos viajado?. Si me voy a Perú, ¿de qué me sirve que me indique que la ciudad de referencia de su huso horario es Nueva York y a la vez me haga saber adicionalmente que en Bangkok tienen doce horas más?. Definitivamente, Bulgari intenta resolver una necesidad que en realidad no existe, y encima lo hace de forma confusa.
Imaginemos que nuestro lugar de residencia se encuentra en cualquier punto de la geografía española (excepto Canarias, claro), por lo que nuestro huso horario se corresponde al de París. Al configurar nuestro reloj, vemos que París se ubica en el disco blanco. Pulsando repetidamente el botón situado a las 4 horas, el disco irá girando a saltos hasta poder ver esta ciudad en la ventana inferior. En este momento, deberemos recordar de enfocar el vértice del triangulito de marras hacia París, no sea caso de que nos confundamos y pensemos que estamos en Samoa, la ciudad que se mostraría en la abertura superior. Una vez hecho esto, podemos proceder a sincronizarlo a través de una clásica corona a las 3 horas. Cuando establecemos la hora de nuestra ciudad (home time), su aguja horaria, en este caso esqueletada, se esconde bajo la del local time, ya que en este momento no estamos viajando, y por tanto, coinciden ambas indicaciones. Cuando viajamos, sólo habremos de ir pulsando el mismo pulsador para ir avanzando las zonas horarias en saltos de una hora que se reflejan en el avance de la manecilla horaria de la hora local (la esqueletada con la hora de casa permanece inmóvil) y de las ciudades de referencia en ambas aberturas. Si volamos a Lima, deberemos pulsar seis veces para obtener esas seis horas de diferencia, viendo como aparece la antes citada Nueva York en la ventana inferior. Inmediatamente, deberemos cambiar el indicador triangular para que deje de señalar Bangkok y apunte hacia la ciudad estadounidense.
Eso no es todo: junto al anterior triangular, y agrupados entorno al eje central, se disponen el resto de indicadores. A las 12 horas tenemos un indicador AM/PM de la hora local, mientras a las 3 h se ubica el indicador día/noche del home time, dos formas de mostrar la misma cosa pero implementadas de manera diferente para separar las dos lecturas horaria. Eso tiene sentido siempre y cuando recordemos cuál es cuál. Y repetimos lo mismo de antes: ¿hace falta que nos digan si donde nos encontramos es de día o de noche?. Para rematar esta algarabía de información, el último indicador a las 9 horas nos apunta si estamos en horario de verano o invierno (S/W, de Summer/ Winter), una información que deberemos tener en cuenta a la hora de configurar nuestro reloj. Se selecciona mediante un botón a las 8 horas.
Toda esta complejidad se alberga en una elegante caja en oro rosa de 45 mm de diámetro en forma de doble elipse. Diseñada por Daniel Roth, ya la hemos vista implementada en los Bulgari Papillon y en algunas referencias con tourbillon o sonería. La esfera nos determina las dos versiones del Bulgari Hora Domus Dual Timezone: lacado negro con correa de aligator marrón, o plateada con decoración satiné soleil y correa de aligator negra. En ambos casos, implementa once estilizados índices aplicados, que se complementan con el romano doce y tres grandes manecillas dauphine. Contrariamente a las cuatro pequeñas aberturas agrupadas, simplemente troqueladas, las dos ventanas de las ciudades están enmarcadas en oro rosa
En su interior late el calibre manufactura BVL 191, al que se le une el módulo de la función dual time timezone, también fabricado por Bulgari. Tal como podemos ver en las imágenes, el gran diámetro del disco de 24 ciudades conlleva que este módulo sea mucho más grande que el calibre base, y, por tanto, necesite de una caja contundente para poder alojarlo. Lanzado en 2013, este movimiento automático late a 28.800 alternancias por hora (4 Hz), y tiene una reserva de marcha de 42 horas.
Con un precio que rondará los 35.000€, no puedo decir que el Bulgari Hora Domus Dual Timezone se sitúe entre los Dual Time o GMT que más me gustan. Además de que su diseño no encaja con mis preferencias, me sobra y casi molesta toda la información sobre los husos horarios, la indicación verano/invierno y el day/night de la hora local. Sencillamente, prefiero la facilidad de uso, nitidez y simpleza de un dual time puro y duro, unida a la para mí indispensable presencia de la fecha.