Con los 5,8 milímetros de grosor del Octo Finissimo Perpetual Calendar, Bvlgari bate el séptimo record mundial de delgadez en siete años. Solo con esta sentencia objetiva, ya queda claro que lo que está haciendo Bvlgari desde el 2014 es una auténtica barbaridad. En el artículo que dedicamos a las novedades de Bvlgari en el reciente y atípico evento Watches and Wonders Geneva 2021 ya realizamos una breve introducción de lo que aportaba esta maravilla de la mecánica relojera. Ahora es el turno de destripar sus entrañas.
Como no creo que compartan planes estratégicos de producto, probablemente ha sido el azar que ha provocado que en el último decenio Bulgari y Piaget se hayan enzarzado en una desenfrenada y parece que inacabable carrera para batir récords de delgadez relojera. No es una crítica sino todo lo contrario; es un auténtico privilegio para todos los apasionados de la Alta Relojería asistir cada año a uno o dos nuevos récords en esta infravalorada complicación que se refiere a la delgadez de un reloj.
La frecuencia de aparición y de récords de los Octo Finissimo ha sido apabullante. Se inició en el 2014 y desde el 2016 la frecuencia ha sido anual, lo que implica una capacidad de desarrollo realmente descomunal. Este ha sido el calendario de los Octo Finissimo:
- 2014 – Octo Finissimo Tourbillon Manual
- 2016 – Octo Finissimo Minute Repeater
- 2017 – Octo Finissimo Automatic
- 2018 – Octo Finissimo Tourbillon Automatic
- 2019 – Octo Finissimo Chronograph GMT Automatic
- 2020 – Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic
- 2021 – Octo Finissimo Perpetual Calendar
Ahora vamos a centrarnos en todos los aspectos del Octo Finissimo Perpetual Calendar, el más reciente de una saga que va camino de convertirse en legendaria.
Octo Finissimo Perpetual Calendar – la caja
La caja es la seña de identidad común a todos los Octo Finissimo. Lo es porque en cualquiera de ellos es extraordinariamente fina y también lo es por su diseño y su geometría. Aparte de las cuestiones técnicas, la personalidad y originalidad de la caja del Octo Finissimo es indiscutible y fácilmente identificable, una cualidad imprescindible para cualquier reloj que quiera optar al estatus de icono.
Diseñar la caja de un reloj con estas características es extraordinariamente difícil ya que su tamaño y su función limita las opciones. Básicamente, en relojería se habla de dos grandes tipos de caja; redondas y «de forma». La primera no hace falta describirla porque su nombre lo dice todo. Por contra, la calificación «de forma» afecta por definición a todos aquellos que no son redondos y en consecuencia abarca infinidad de diseños y geometrías. En sus inicios los relojes de forma se movían en el terreno del cuadrado y del rectángulo hasta que llegó un señor llamado Gerald Genta y lo revolucionó todo.
Genta, que trabajaba de forma independiente, diseñó a lo largo de los años relojes para algunas de las marcas más importantes, pero su estatus de legendario se lo otorgaron dos iconos: el Royal Oak de Audemars Piguet y el Nautilus de Patek Philippe. Estos dos relojes tienen un factor de diseño común, que se ha convertido en el sello identitario de Genta; la geometría octogonal.
La inspiración de los Octo en esta forma octogonal es evidente, de hecho ya lo dice su propio nombre. Pero, no se trata tan solo de seguir una formula de éxito sino de continuar un legado heredado ya que Bvlgari adquirió hace bastantes años las marcas Gerald Genta y Daniel Roth. A pesar de haberlas mantenido en hibernación durante muchos años, era legítimo y lógico recurrir a la genética de diseño de Gerald Genta para crear su buque insignia; el Octo.
De todos modos, definir el diseño del Octo como octogonal es tan cierto como vago. De hecho su geometría es de las más complejas que podemos encontrar hoy en día en un reloj. Si en la ecuación tenemos en cuenta las asas, su forma sería prácticamente cuadrada. Si eliminamos dichas asas, es cuando aparece el octógono, pero no en su concepto más clásico. Así como las ocho caras del Royal Oak pueden considerarse casi como regulares, las del Octo se apartan totalmente de la regularidad.
En este sentido, se asemeja mucho más al Nautilus ya que se basa en cuatro caras mayores que se complementan por otras cuatro, las que unen las dos diagonales, de longitud mucho menor. La gran diferencia es que si las caras del Nautilus adquieren una forma muy suavizada, con ángulos casi imperceptibles, las del Octo son todo lo contrario; los numerosos ángulos, todos ellos duros y marcados son su signo de identidad.
La imagen superior permite apreciar el conglomerado de niveles y ángulos que conforman la arquitectura de la carrura de la caja del Octo y por extensión del Octo Finissimo. A ambos lados de este elemento se ubican los correctores de las indicaciones del calendario: el de la fecha a la altura de las 2 horas, el del mes a las 4 y, en la cara opuesta, el del día de la semana ubicado entre las 8 y las 9.
En contraste absoluto con esta geometría angular, encontramos un bisel que se puede calificar de doble. La base, que apenas se aprecia, es octogonal y sobre ella se aplica un anillo totalmente redondo, que es la forma geométrica que adquiere todo el protagonismo en este elemento. Esto resulta incluso paradójico ya que es precisamente en el bisel donde Gerald Genta implantó la forma octogonal que identifica al Royal Oak y al Nautilus. La sensación es que Bvlgari ha buscado mantenerse fiel a un principio de diseño y al mismo tiempo desmarcarse de todo lo que le ha dado fama.
El material y los acabados de la caja son también signos identitarios del Octo Finissimo desde su nacimiento; titanio y acabado arenado. La combinación de la particular tonalidad del titanio y del acabado arenado que se le aplica, da como resultado una estética atractivamente industrial, dos conceptos que parecen antagónicos pero que Bvlgari ha conseguido armonizar de una forma intachable.
Si aunamos una caja de grosor reducido al mínimo con un material como es el titanio, cuyo peso específico es la mitad que el del acero, el resultado es un reloj extraordinariamente ligero. De hecho, nunca olvidaré cuándo, en la feria de Baselworld del 2014, tuve en la mano el primer Octo Finissimo; me sobrevino un extraño sentimiento que casi se tradujo en un ataque de risa. No me refiero a la risa que provoca una situación cómica sino a esa rara sensación de alegría que generan los hechos positivos insólitos; era un reloj ridículamente ligero.
Como habréis deducido de las imágenes que encabezan este artículo, en el apartado de material de caja hay que mencionar una excepción ya que Bvlgari también ha presentado nunca versión con caja de platino del Octo Finissimo Perpetual Calendar. Se trata de una opción totalmente respetable y válida pero en mi opinión se aparta de la filosofía de los Octo Finissimo. Lo hace desde el punto de vista estético, al perder el carácter industrial propio de este reloj, y lo hace también en el apartado físico y ergonómico ya que su peso multiplica aproximadamente por cinco el de la versión de titanio.
El diámetro de ambas versiones del Octo finissimo Perpetual Calendar es de 40 milímetros. Es importante señalar que la superficie real de un reloj de 40 mm con la forma del Finissimo es mucho mayor que la de un reloj redondo del mismo diámetro. La consecuencia es que la sensación de tamaño del Octo Finissimo es también mayor de la que normalmente esperamos de un reloj de este diámetro.
Para facilitar la obtención del récord, Bvlgari podía haber optado por implementar un fondo macizo a la caja del Octo Finissimo Perpetual Calendar, pero no lo ha hecho. En su lugar, ha optado por un fondo que incorpora un cristal de zafiro transparente que permite admirar el reverso del movimiento.
Ello nos permite apreciar que el diámetro del movimiento prácticamente ocupa toda la superficie de la caja, lo cual es otra virtud tratándose de un calibre ultra-plano. Siempre es más fácil conseguir estabilidad dimensional, y en consecuencia fiabilidad, en una superficie pequeña que en una grande, pero ello no parece preocupar a Bvlgari, lo que demuestra su gran dominio de los materiales y del diseño de movimientos mecánicos avanzados.
Desde su creación en el 2014, un elemento indisociable los Octo Finissimo es su brazalete. De hecho, el Octo también se ha creado partiendo de otro de los principios de diseño de Gerald Genta, la total integración, tanto física como estéticamente, de la caja y del brazalete. El éxito es este objetivo se evidencia en todas las imágenes que ilustran este artículo ya que resulta incluso difícil percibir dónde termina la caja y dónde empieza el brazalete.
El diseño de todos los eslabones que conforman el brazalete del Octo Finissimo siguen el mismo patrón que el de la carrura a la que se une; arquitectura de niveles, de formas rectas y de ángulos marcados. En la forma de sujetar el reloj, la excepción es nuevamente la versión con caja del platino del Octo Finissimo Perpetual Calendar, a la que Bvlgari ha decidido dotar con una pulsera azul de piel de aligator.
Fabrizio Buonamassa, Director de Diseño de Relojería Bvlgari, no explica en el siguiente video las claves del diseño del Octo Finissimo.