Watch Test

Bvlgari Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic

Durante los Geneva Watch Days, Bvlgari presenta el Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton, un nuevo record absoluto de delgadez.

El Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic que nos presentó Bvlgari durante los Geneva Watch Days representa el sexto record mundial de delgadez logrado por un Octo Finissimo. Toda esta saga se inició en el año 2014 y salvo un impás de un año, el 2015, desde el 2016 hasta hoy la increíble frecuencia que ha alcanzado Bvlgari ha sido de un record por año.

Bvlgari Octo Finissimo Record saga 2

En la imagen superior podemos apreciar el conjunto de los seis Bvlgari Octo Finissimo que han batido récords absolutos de delgadez. Su cronología es la siguiente:

2014 – Octo Finissimo Tourbillon Manual (5,00 mm)
2016 – Octo Finissimo Minute Repeater (6,85 mm)
2017 – Octo Finissimo Automatic (5,15 mm)
2018 – Octo Finissimo Tourbillon Automatic (3,95 mm)
2019 – Octo Finissimo Chronograph GMT Automatic (6,9 mm)
2020 – Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic (7,4 mm)

Como prometí en el artículo referente a las novedades de Bvlgari en los Geneva Watch Days, ha llegado la hora de analizar a fondo este nuevo reloj de reto; el Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic.

 

Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton – la caja

La caja del Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton aporta el sello inconfundible del legendario Gerald Genta, que es la geometría octogonal que predomina en ella. Es un rasgo que no debe extrañarnos ya que en el año 2000 Bvlgari adquirió la marca creada por Genta y lógicamente ha aprovechado todo su legado de diseño para las creaciones más representativas de la firma, como son los Octo.

Bvlgari Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic

Los dos grandes símbolos relojeros diseñados por Gerald Genta, el Royal Oak de Audemars Piguet y el Nautilus de Patek Philippe, han basado su diseño en el rasgo creado por este legendario diseñador; su arquitectura presidida por la forma octogonal.

El nombre de Octo que otorgó Bvlgari a esta colección deja pocas dudas de que un signo identitario de su diseño también sería el octógono. La dificultad estribaba en aplicar la misma forma identitaria sin que todos estos relojes parecieran un calco.

El Royal Oak aplicó un bisel octogonal sobre una carrura con una ligera forma de tonel. El Nautilus también emplea un bisel octogonal, aunque con sus ángulos muy suavizados, sobre una carrura asimismo con ligera forma de tonel que además incorpora unas atípicas y famosas «orejas».

El Octo de Bvlgari se desmarca de esta fórmula y aplica la forma octogonal en la carrura de su caja, mientras que para el bisel se decanta por una forma totalmente redonda. Aquí es importante señalar las formas extremadamente anguladas de las asas.

Dichas asas, que forman parte inseparable del ADN del Octo, que forman una pieza solidaria con la carrura, se integran totalmente con el brazalete, de forma que resulta realmente difícil apreciar visualmente donde empiezan y donde acaban cada uno de estos dos elementos. Este es también un factor clave de este tipo de reloj universal de todo uso; la integración estética de la caja y el brazalete.

Como todos los Octo Finissimo, Bvlgari emplea el titanio para elaborar sus elementos externos. La finalidad de ello es obviamente ofrecer una ligereza extrema. Resulta imposible transmitir con palabras el efecto de incredulidad que genera un Octo Finissimo la primera vez que lo sostienes en tu mano.

Bvlgari Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic - carrura

Evidentemente, aparte del titanio empleado para caja y brazalete, esta ligereza es también una consecuencia de su extrema delgadez. En el caso de este Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton, la altura de su caja se limita a 7,40 milímetros. Esta cifra, analizada en términos absolutos puede parecer incluso convencional para un reloj de carácter extra-plano, pero en términos relativos, teniendo en cuenta todas las complicaciones que encierra en su interior, es una auténtica proeza.

Como todo reloj con la función de cronógrafo, son necesarios los pulsadores para activar sus fases. En este caso, encontramos dos pulsadores alojados de forma convencional a la derecha de la carrura. En contra de lo habitual no se trata de lo que parece ya que solo el superior activa las funciones del cronógrafo de forma secuencial, lo que implica que estamos ante un cronógrafo monopulsante. El pulsador inferior sirve para seleccionar la función que queremos realizar con la corona: ajuste del tiempo o cargar el muelle motor.

Bvlgari Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic - caseback montaje

El diámetro de la caja del Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton es de 42 milímetros, algo más de los 40 que en mi opinión serían perfectos para un reloj «universal», pero comprensible dada la complejidad mecánica que alberga en su interior. Esta caja cuenta con una estructura convencional de 3 partes; bisel, carrura y fondo. Dicho fondo, atornillado a la carrura, utiliza cristal de zafiro, lo que permite deleitarse con su movimiento, pero que sin duda añade unas centésimas de grosor con respecto a un fondo macizo.

 

Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton – el brazalete

Suelo dejar el apartado concerniente al brazalete para el final, pero en el caso de un reloj como el Octo Finissimo, creo más coherente emplazarlo a continuación de la caja ya que, como hemos visto, la integración entre ambos elementos es fundamental.

Bvlgari Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic - case

En cualquier brazalete metálico, el diseño de los eslabones representa una parte importantísima de su personalidad. El esquema más utilizado es el de una parte central y dos partes laterales, que aportan distintos diseño y acabados. Con distintas implementaciones, este es el diseño que encontramos en los dos grandes iconos que antes hemos mencionado, como son el Royal Oak, el Nautilus, en cualquier Rolex o en el nuevo Alpine Eagle de Chopard (artículo), por poner solo algunos ejemplos.

Al igual que en el caso de otro tipo de diseños, como puede ser el Pasha de Cartier (artículo), Bvlgari se ha decantado en los Octo Finissimo por un esquema basado en eslabones realizados en una sola pieza y terminados con un solo acabado, que al igual que en la caja es el característico arenado de todos los relojes de esta colección.

Bvlgari Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic - caseback

La geometría de los eslabones podría definirse como una especie de U muy alargada y su longitud es decreciente de principio a fin. Ello añade una gran complejidad de producción y de montaje ya que no hay un solo eslabón de la misma longitud. La anchura de estos eslabones es muy reducida, lo que por puro principio físico contribuye a su flexibilidad y en consecuencia a su comodidad de uso.

Como se puede observar en la image superior, la parte donde el primer eslabón se une con la caja, cuenta con aberturas lo suficientemente amplias para que la operación de desmontar o montar el brazalete sea extremadamente fácil. Por otra parte, es una operación que raramente realizará el propietario de un Octo Finissimo ya que se trata de un reloj inimaginable con una pulsera o un brazalete que no sea el original.

Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton – la esfera

Llegamos al apartado que se puede considerar como controvertido, aunque solo desde el punto de vista semántico, el concepto de esqueleto que se otorga a este Octo Finissimo.

Como ocurre en muchos conceptos del mundo de la Alta Relojería, el término reloj esqueleto no está definido de forma precisa. Históricamente se entendía por reloj esqueleto aquel que prescindía al máximo de la habitual placa del fondo de la esfera y cuyo movimiento había reducido a la mínima expresión sus puentes para conseguir un doble objetivo: mostrar al máximo los componentes del mecanismo y ofrecer transparencia.

Si atendemos al apartado de reducir al máximo el típico fondo de la esfera, este Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton lo cumple con creces. También cumple sobradamente con la condición de mostrar al máximo los componentes del movimiento. Pero, si atendemos a la transparencia, esta es inexistente.

De hecho este Octo Finissimo interpreta el concepto de esqueleto como lo hacen la mayoría de relojes contemporáneos, que consiste en prescindir de la habitual base de esfera sobre la cual se distribuyen las indicaciones. No se trata de ninguna crítica ya que no afecta en absoluto a las innegables cualidades de este reloj, pero no estaría de más que el sector consensuara conceptos relojeros para evitar confusiones.

Como he comentado, en este tipo de reloj es imprescindible prescindir de la base de la esfera, pero es inviable hacerlo por completo ya que de algún modo se deben implementar las indicaciones que ofrece. Si además, como es el caso, se trata de un cronógrafo, el desafío se convierte en muy complejo.

Bvlgari Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic - esfera

La solución que ha ideado Bvlgari para ello es magnífica y se aprecia a la perfección en la imagen superior. Se trata de una base de esfera a la cual se han eliminado todas las zonas que no albergan alguna indicación. Tan solo se mantiene opaco y sólido el indice perimetral que recorrerán las agujas centrales y de los dos contadores típicos de un reloj con cronógrafo bi-compax; el totalizador de minutos de las 3 horas y el pequeño segundero de las 9 horas.

Bvlgari Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic - dial front

Con ello se consigue dejar a la vista muchos de los componentes del movimiento, especialmente el barrilete que vemos a la altura de las 12 horas, y la jaula del tourbillon ubicada opuestamente a las 6 horas.

Estos dos elementos, el barrilete que alberga el muelle motor y el órgano regulador en configuración de tourbillon se equilibran a la perfección con los dos contadores que se ubican en el centro exacto de la esfera. El resultado es de una armonía estética impresionante. Además, Bvlgari ha conseguido una legibilidad de las indicaciones ejemplar, algo de lo que pueden presumir pocos relojes de carácter contemporáneo.

 

Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton – el movimiento

En un reloj como es este Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton, el movimiento es en elemento tanto o más clave que los anteriores. De él dependen todas las complicaciones e indicaciones que ofrece el reloj y también su «relativo» carácter de esqueleto. Siempre, sin olvidar que es el máximo responsable de conseguir que el conjunto de toda esta obra de arte solo mida 7,2 milímetros de grosor.

Bvlgari Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic - calibre BVL 388

Se trata del totalmente nuevo calibre BVL 388, un movimiento mecánico ultra-plano de carga automática que, como hemos visto, ofrece las funciones de tourbillon y cronógrafo monopulsante. Su grosor total es de unos asombrosos 3,5 milímetros. En cuanto a sus características técnicas, la frecuencia de oscilación es de 21.600 alternancias por hora y su reserva de marcha de 52 horas, una cifra más que respetable teniendo en cuenta las características de este mecanismo. Obviamente, como todo cronógrafo de alta gama, sus funciones se gestionan mediante un sistema de rueda de pilares, que podemos observar en su reverso, a la izquierda del tourbillon.

Estéticamente, el calibre BVL 388 es plenamente fiel al carácter marcadamente vanguardista de este Octo Finissimo. Ello se refleja en toda su estructura y también en un aspecto que no podemos pasar por alto, que es su condición de movimiento automático. La implementación de una típica masa oscilante central arruinaría tanto la estética como el carácter ultra-fino de este movimiento ya que añadiría inevitablemente un capa extra. La típica solución, que es un micro-rotor parece inviable ya que no queda en el movimiento un espacio libre donde alojarlo.

Bvlgari Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic - caseback 2

La solución final ha sido una que es muy poco habitual pero que ofrece una elegancia inigualable, un rotor perimetral. En la imagen se apreciar como todo el anillo-rotor parece dividido en seis segmentos de igual longitud. La ventaja de este sistema de automatismo es doble.

Por una parte, com ya hemos comentado, no añade grosor alguno al movimiento ya que se implementa en su perímetro y a su mismo nivel. Por otra, no interfiere en la visión de ninguno de los componentes del mecanismo. La contrapartida inevitable es que añade algún milímetro a su diámetro, lo que directamente condiciona el perímetro de la caja que debe alojarlo. En este caso, el balance queda claro a favor de las ventajas que ofrece este sistema, sin el cual, el record de delgadez probablemente sería imposible.

 

Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton – conclusiones

Ningún Octo Finissimo me ha producido mala impresión. Todos ellos me han impresionado positivamente, tanto por sus características objetivas como por la sensación que producen en vivo. De hecho considero que el Octo Finissimo es uno de los iconos de la relojería mecánica de pulsera del siglo XXI.

En consecuencia, y dado que el Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic conserva todos los genes de esta emblemática colección, la impresión sigue siendo excelente. Récord aparte, se trata de un reloj excepcional en todos los sentidos, que además aporta un grado de personalidad estética de la que pocos relojes pueden presumir.

El Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic se emitirá en formato de edición limitada a 50 unidades. Su precio es de 155.000 EUR, un cifra que aunque evidentemente elevada es incluso razonable si tenemos en cuenta el conjunto y el hecho de que se trata de una indudable pieza de colección.