Nuevo Cartier Rotonde con esfera granulada en oro
Cartier se apunta al renacimiento que hemos percibido los últimos años de los oficios artísticos aplicados a piezas de Alta Relojería. En este tiempo hemos visto realizar todo tipo de esmaltados, gravados, pintura en miniatura e incluso escultura en las esferas de algunos relojes. Con este Rotonde, Cartier aporta una nueva idea: el granulado.
Esta técnica artística, cuyos orígenes se remontan a 650 años a.C., se inspira en las obras de granulación que se desarrollaron en Etruria, una cultura que ocupaba las regiones de Toscana, Lacio y Umbría de lo que es la actual Italia.
Esta sofisticada técnica se basa en la utilización de diminutas perlas de oro de distintos tamaños que se aplican sobre una base también de oro. Estas bolas se ensamblan una a una para realizar un relieve que da forma al diseño ideado. Todo esto es lo que Cartier aplica en la esfera de este Rotonde para representar la pantera que ya se ha convertido en un símbolo de la marca.
Este granulado domina por completo la esfera de este Rotonde, solo compartida por las dos agujas de acero azulado tipo Breguet que nos indican las horas y los minutos. En un alarde de purismo, Cartier incluso ha prescindido de cualquier tipo de índice, con lo cual no estamos ante un reloj aconsejable para leer el tiempo con precisión.
La caja, de unos considerables 42 milímetros de diámetro, está realizada en oro amarillo y tanto su bisel como sus asas están completamente engastados con 306 diamantes talla brillante. El cierre, del tipo desplegable, lleva asimismo engastados 43 brillantes.
Su movimiento es el calibre mecánico de carga manual 9601 MC. Como era de esperar en una pieza de este tipo, su edición está limitada a 20 ejemplares.