Como ya comentamos en la presentación general de Cartier en el SIHH, la presentación más significativa de la marca ha sido un nuevo modelo Tank, el Anglaise. Pero si hay una novedad que nos ha cautivado es otro Tank, el que sigue la linea que inició este legendario reloj en 1922. De ahí su nombre de Tank Louis Cartier, en este caso con el XL añadido en referencia a su tamaño.
Es un reloj que a simple vista engaña. La percepción visual de su extrema delgadez ayuda a que parezca un reloj de grandes dimensiones, casi excesivas dado su carácter de reloj sobrio y elegante. Una vez puesto en la muñeca, la percepción varía totalmente, y a pesar de la dificultad de comparar dos relojes de distinta geometría, diría que este Tank rectangular visual y físicamente es algo menor que mi Vacheron Patrimony.La caja sigue las formas del Tank original, pero su grosor es de tan solo 5,1 mm, lo que le convierte en uno de los relojes más planos que existen. Visto frontalmente no aporta nada nuevo, ni falta que le hace aun reloj tan emblemático como este. Lateralmente apreciamos otro típico detalle estilístico que le da un encanto muy particular.
Me refiero a los cuatro tornillos de oro rosa que se alojan en cada uno de los laterales de sus angarillas. Los que se ubican en los extremos, tienen la función de asegurar el pasador que sujeta la correa a la caja. Los dos más cercanos a la corona son los que unen dichas angarillas con la caja.
La hermeticidad de 2 bares es más que suficiente para un reloj de este tipo, y aunque evidentemente no está enfocado a los deportes náuticos, permite un contacto con el agua sin peligro alguno.
La esfera es la característica del Tank, con números romanos para indicar las horas y un índice rectangular del tipo ferrocarril para indicar los minutos. Se trata de la disposición clásica del Tank, uno de sus signos identitarios en la mayoría de evoluciones de este legendario reloj. Las agujas, otro de los elementos típicos del Tank, son de acero azulado al fuego y tienen forma de espada. Su contraste con el fondo plateado de la base de la esfera proporciona una rápida lectura de las indicaciones horarias.
El mecanismo, evidentemente ultra-plano, que da vida a este guardatiempo es el calibre 430 MC. Su frecuencia de oscilación es de 28.800 alternancias por hora y proporciona una reserva de marcha de 40 horas.
El conjunto se completa con una elegante correa de piel de aligator semi-mate de color marrón rojizo. Como en todo Tank, esta pulsera sigue las lineas tanto del bisel lateral como de la parte estrecha de la carrura, dando una sensación de integración difícil de encontrar en un reloj con correa de piel.
Quien tenga en mente adquirir un reloj emblemático y de corte elegante, no puede dejar de incluir este Tank Louis Cartier en su lista. Sin duda, si buscara un reloj “de forma” con estas características, esta pieza sería una de mis primera elecciones. Además, su nuevo tamaño de 34,92 (corona incluida) por 40,4 milímetros, es perfecto para prácticamente cualquier tamaño de muñeca.