Que considere el Tank Must SolarBeat, un reloj de cuarzo, como la novedad más importante entre las muchas que Cartier ha presentado en Watches and Wonders 2021 (artículo), puede parecer casi ofensivo, pero tengo mis motivos.
Bien, de hecho el motivo es uno y lo apunto en el título; clasicismo y vanguardia. Estos son los conceptos estéticos y técnicos que Cartier aúna en este Tank Must SolarBeat sin perjuicio mutuo. La firma parisina y manufactura relojera suiza, demuestra su proverbial capacidad creativa tomando su Tank, un reloj legendario en la historia del reloj de pulsera, y equipándolo con una tecnología más propia de relojes conectados y de smartwatches. Lo mejor de todo es que, salvo su propietario, nadie sospechará que su elegante Tank esconde una avanzada tecnología fotovoltaica.
Pero vayamos por pasos y por ello, como es habitual, iniciaremos el recorrido por los los elementos externos del Tank Must SolarBeat. La geometría y estética de la caja se integra dentro de la nueva colección Tank Must que Cartier nos ha presentado en Watches and Wonders 2021.
Recordemos que esta colección se inspira en el histórico Tank Louis Cartier y conserva su clasicismo, algo que se expresa en sus angarillas redondeadas y en el pronunciado cabujón que decora su corona, algo que Cartier define con los términos elegante y clásico, con los cuales no puedo estar más de acuerdo.
El material elegido para las primeras versiones del Tank Must SolarBeat es el acero y Cartier las presenta en dos tamaños, los que en su idioma denomina Grande y Pequeño, que traducido a cifras es 33.7 x 25.5 mm y 29.5 x 22 mm respectivamente.
Aquí es cuando llega el turno de la esfera que, si cabe, aun adquiere más importancia y protagonismo que en cualquier otro Tank. No lo hace por razones estéticas como es habitual en el Tank sino por una cuestión meramente técnica, que además resulta prácticamente invisible. Se trata de los números romanos calados a través de los cuales pasa la luz que activa la célula fotovoltaica que conforma la placa inferior de la esfera. De ahí el origen del apellido SolarBeat de este Tank Must.
Por lo demás, no apreciaremos nada de diferente en el código genético de la esfera de un Tank. Índice interno rectangular con diseño ferrocarril, agujas de horas y minutos de acero azulado y, por supuesto, los emblemáticos números romanos que Cartier implementa a modo de índices horarios.
Llega al turno del movimiento que encierra la caja del Tank Must SolarBeat, aunque en este caso sería más apropiado hablar de sistema. En modo comprimido, la definición sería: un movimiento de cuarzo alimentado por un batería que se abastece de energía solar.
No disponemos de ninguna imagen que ilustre este sistema pero intentaré explicarlo co la máxima precisión posible. El gran cambio que propone este Tank SolarBeat no estriba en la utilización de un movimiento de cuarzo, algo habitual en prácticamente todas las marcas de sector. Las grandes novedades que propone Cartier son dos: Que la energía que requiere el movimiento de cuarzo no la proporciona una pila sino una batería y que dicha batería se alimenta de la luz mediante una célula fotovoltaica.
Y hace tiempo que existen relojes del estilo conectado o smartwatches que recurren a sistemas similares, pero Cartier va mucho más allá en su propuesta garantizando parámetros que de momento nadie se ha atrevido a hacer:
- El grosor del Tank no se ve incrementado por este sistema y es de tan solo 6,6 milímetros.
- El precio de los Tank Must SolarBeat es prácticamente el mismo que el de los Tank con movimiento convencional de cuarzo.
- La carga del sistema fotovoltaico se realiza tanto mediante luz natural como artificial.
- La duración del sistema es de aproximadamente 16 años, el doble de autonomía que la pila de un movimiento de cuarzo de alto rendimiento.
- Pasado este periodo se sustituirá la batería a un coste similar al de la pila de un reloj de cuarzo convencional.
Todo este sistema de generación y gestión de la energía se controla mediante un software que, en función del nivel de carga, determina los modos de funcionamiento del reloj. Así si el reloj está expuesto a cualquier luz durante ta solo 10 minutos al día, permanece plenamente operativo. Si permanece 30 días en la oscuridad, el Tank entra en modo de reposo. Al volver a recibir la energía de la luz se activa automáticamente y solo requerirá ajustar de nuevo el tiempo que indican sus agujas.
Complementando su apuesta ecológica, Cartier equipa estos Tank Must SolarBeat con una correa que aparenta a la perfección la piel de becerro pero que esta elaborada sin ninguna base animal, concretamente a partir de desechos de manzana.
Los precios oficiales de los Tank Must SolarBeat, que solo se diferencian entre ellos por el color de la correa, son de 2.640 EUR para el tamaño grande y de 2.510 EUR para el tamaño pequeño.
Resulta realmente difícil encontrar un defecto a esta apuesta «híbrida» de Cartier con el emblemático Tank. Andy Warhol decía sobre su amado Tank: «No llevo un Tank para saber la hora. De hecho actualmente nunca le doy cuerda. Visto un Tank porque es le reloj que hay que vestir». Pues bien, con el Tank Must SolarBeat, Warhol lo tendría todo; el placer de vestir un icono que además le indica la hora sin necesidad de darle cuerda.