La emblemática Boutique Cartier de la madrileña calle Serrano reabre de nuevo sus puertas. No ha cambiado su ubicación y se mantienen en el número 74 de la calle Serrano, por lo que el término reapertura es el más preciso. De todos modos, he preferido utilizar el término «inauguración» en el titular porque no lo desmerecen en absoluto los enormes cambios que ofrece su interior.
Los cambios en el exterior de Serrano 74 son muy leves. De hecho se trata más de un «lavado de cara» mediante una limpieza de la fachada que de una remodelación. No obstante hay ciertos detalles que insinúan las lineas estéticas que apreciaremos en el interior. Los toldos son blancos y dejan atrás el histórico rojo que todo el mundo asocia con una boutique Cartier. Se trata de un cambio estético ciertamente inesperado, rompedor y, porqué no decirlo, arriesgado. La ventaja es que al tratarse de elementos no integrados en la fachada son fácilmente reemplazables. Si la clientela fiel a Cartier se indigna, el paso atrás será fácil…
Personalmente es un cambio que me gusta y que le otorga frescura. Un poco en el mismo sentido apreciamos que la piedra de la fachada ha adquirido un tono más amarillo que el anterior color de tono anaranjado. Aunque también es cierto que ello puede ser un efecto inherente a la limpieza. Evidentemente se mantienen los enormes y característicos paneles de mármol y el dorado que preside puertas y aparadores.
En el interior de la planta baja de la Boutique Cartier del 74 de la calle Serrano, encontramos inalterados algunos de los códigos estéticos que asociamos a las boutiques de la firma parisina. Tonos cálidos y dorados, incluido el latón que enmarca las vitrinas y expositores que guardan las joyas y los relojes.
A pesar de mantener el ADN estético histórico de Cartier, en esta planta baja ya encontramos un signo de que algo está cambiando. Es un cambio muy sutil, como si Cartier quisiera preparar al visitante sin emociones demasiado bruscas. Me refiero al color rosado de las paredes que, aunque en la misma paleta de color, se aparta del beige que hasta ahora presidía todas las boutiques Cartier.
Un elemento distintivo de esta Boutique Cartier madrileña es el enorme mosaico que decora una de las paredes de la planta baja. Esta obra de arte mural ha sido realizada por la artista francesa Mathilde Jonquière.
Hasta aquí nada esencialmente distinto de lo que podemos ver por ejemplo en la Boutique Cartier del Passeig de Gracia barcelonés inaugurada en el 2014 y a la que dedicamos este artículo.
Subimos a la primera planta y el cambio, si no radical, es notorio. Aquí entramos en el universo estético que ya hemos visto an algunas de las Boutiques Cartier más recientes, como pueden ser las de Macao o Singapur.
Aunque no de forma radical, los colores pastel dan paso a tonalidades más saturadas y contrastadas. También vemos aparecer un mobiliario de un estilo muy definido. Salvo en la sala de accesorios, Los utilización de metales dorados se reduce drásticamente y pierden el protagonismo que sí mantienen en la planta baja.
Llegamos a la espléndida sala VIP y aquí es donde se manifiesta con toda su potencia el cambio en el ADN estético de la Boutique Cartier de Serrano 57. El color y el contraste aparecen a través de un mobiliario que cubre prácticamente todas las paletas de color. A modo de resumen se podría decir que el interiorismo de esta boutique ha pasado del clasicismo recargado a lo que podríamos definir perfectamente como una estética sesentera, muy en boga en el las tendencias de diseño actuales.
En mi opinión, el notable cambio en la estética de la remodelada Boutique Cartier de la calle Serrano es altamente positivo. Mantiene la imagen de glamour y de sofisticación característica de Cartier, pero lo hace con un fresco y alegre colorido. Desde el punto de vista de merchandesing, creo que la nueva imagen también resultará positiva; sigue manteniendo el efecto de que estamos en un ambiente exclusivo, pero asusta mucho menos adentrarnos en él. Finalmente, también aprecio un claro guiño a una clientela mucho más joven, algo a lo que deben prestar atención todas las marcas de lujo. Es ley de vida!