Este era el año del Tank de Cartier y no nos ha decepcionado. Además del Ultraplano del que ya os hemos hablado, Cartier ha presentado una nueva interpretación de este reloj legendario, el Tank Anglaise, del que pronto os daremos detalle.
Pero curiosamente, donde Cartier ha presentado numerosas novedades, todas ellas de gran calado, es en su colección Rotonde. Ya hemos publicado los artículos referentes al Tourbillon Cadran Lové, el Tourbillon Repetición de Minutos y el Calendario Anual, todas ellas piezas del máximo nivel, tanto desde el punto de vista mecánico como estético. Solo faltaba otra gran pieza por presentar: el Rotonde Calendario Perpetuo.
Todos los elogios que plasmé sobre el Calendario Anual son plenamente aplicables a este Calendario Perpetuo. Al igual que aquel, consigue presentar sus múltiples indicaciones de forma asombrosamente legible y con una elegancia contemporánea que pocas firmas llegan a dominar como lo hace Cartier. A todas estas cualidades le debemos sumar un plus, ya que Cartier presenta este Calendario Perpetuo en una caja de tan solo 40,5 milímetros de diámetro.
El único “pero” que pude aplicar al Calendario Anual era su tamaño de 45 mm, aunque justificable e inevitable dada la innovadora forma de indicar las mediciones del calendario. En el Rotonde Calendario Perpetuo, las indicaciones se presentan de forma realmente original y fácilmente legible, aunque en este caso se recurre a las clásicas abreviaciones, tanto para el mes como para el día de la semana. Hacerlo de otro modo obligaría a copiar el Calendario Anual, tanto en la distribución de las indicaciones como en el tamaño de su caja. Aunque aprecio enormemente la solución empleada en el primero, prefiero la elegida para este Calendario Perpetuo, especialmente en lo tocante al tamaño de su caja. Con sus 40,5 mm de diámetro, este Rotonde se puede calificar de universal, ya que prácticamente se adapta a cualquier tamaño de muñeca.
La esfera, donde predominan los número romanos para ubicar las horas, tiene un tono blanco plata y en su plano más bajo encontramos una exquisita decoración “gilloché”.
La fecha se indica mediante una aguja terminada en un segmento, que recorre un extenso índice perimetral. El día de la semana, plasmado en un semicírculo ubicado a las 6 horas, con las iniciales de cada día, se indica mediante otra aguja con la misma terminación que lo recorre de forma retrógrada. Es decir, cuando dicha aguja llega a la S de domingo (en inglés), efectúa un salto instantáneo hacia atrás para iniciar nuevamente su cuenta en la M de lunes. Ignoro si Cartier ofrece estas indicaciones en otro idioma, pero personalmente apreciaría que lo hiciera, especialmente en francés que le otorgaría un toque de autenticidad dado el origen de la marca.
El sistema empleado para los meses es una sub-esfera ubicada a las 12 horas, en la cual nuevamente una aguja terminada en segmento recorre sus abreviaciones. En la zona interna de dicha sub-esfera encontramos la indicación del año bisiesto, mediante una pequeña aguja también de color azul. Solo podríamos echar en falta la indicación numérica del año, que obligatoriamente se tendría que mostrar a través de una ventanilla, pero ello sin duda rompería la estética general del conjunto.
El mecanismo que da vida a este Rotonde es el calibre de carga automática 9422 MC. Esta compuesto de 293 piezas, su frecuencia de oscilación es de 28.800 alternancias por hora y consigue una reserva de marcha de unas notables 52 horas. Dando un poco más de caché si cabe, este calibre 9422 MC está numerado individualmente y sus terminaciones cumplen con la calidad esperada en las piezas Cartier de alto nivel.
Esta magnífica pieza de Alta relojería contemporánea se ofrece en dos versiones. Una con caja de oro rosa y otra en oro gris. En ambas la hermeticidad es de 3 bares, una cifra suficiente para un reloj de estas características. La corona, uno de los símbolos identitarios de Cartier, está terminada con el típico cabujón de zafiro.
Este Rotonde Calendario Perpetuo es sin duda un gran reloj. Su particular forma de indicar las mediciones de su calendario conforman uno de los calendarios perpetuos más legibles y más atractivos desde el punto de vista estético.