Analizamos a fondo la larga historia del Tank de Cartier, uno de los grandes iconos de la relojería de pulsera.

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Antes incluso de la aparición de Tank de Cartier, el primer reloj de pulsera de la historia lo creó en 1904 Louis Cartier para su amigo, el pionero de la aviación, Santos Dumont. Cierto es que a finales del siglo XIX, especialmente para fines militares, ya se utilizaron algunos relojes ceñidos a la muñeca de algún oficial, pero no eran más que relojes de bolsillo con el típico apaño de unas asas soldadas para poder sujetar la correa. Por tanto, en justicia, se debe considerar a Cartier como el pionero del reloj diseñado desde cero para ser portado en la muñeca de su propietario.

El reloj Santos, cuyos descendientes siguen habitando el catálogo actual de Cartier, ha sido desde un inicio un reloj cuadrado con unas asas integradas en la carrura de la caja. En 1917, claramente inspirado en el Santos, Cartier diseña el Tank, que con los años se ha convertido en el principal icono relojero de Cartier y de la historia misma de la relojería. Hay demasiados parámetros subjetivos para coronar un reloj como el más legendario o el más icónico, pero si nos atendemos únicamente a datos objetivos, como son la fecha de creación, o su longevidad, sin duda el mayor candidato es el Tank de Cartier.

Louis Cartier
© Ministère de la Culture – Médiathèque du Patrimoine,
Dist. RMN / Atelier de Nadar

Fechas y cifras aparte, lo que distingue a Cartier en general y al Tank en particular, es el diseño. Desde su creación en 1917 hasta nuestros días, Cartier ha realizado innumerables variantes de este reloj, pero ha tenido la gran habilidad de que cualquiera de ellas, con un simple golpe de vista, se identifica fácilmente como un Tank, incluso por personas poco introducidas en el mundo de la relojería.

El exitoso y en su día revolucionario diseño del Tank se inspiró en temas militares, concretamente en lo tanques blindados utilizados en la Primera Guerra Mundial, de los cuales toma su nombre. De hecho, al final de la guerra, el primer prototipo de 1917 fue obsequiado al general John Pershing, comandante de la Fuerza Expedicionaria Estadounidense en Europa. La comercialización del Tank tuvo que esperar a 1919, con una producción inicial de seis ejemplares, que se inscribieron en el inventario de Cartier entre el 15 de noviembre y el 26 de diciembre.

En mi opinión hay cuatro rasgos distintivos que forman parte del ADN del Tank: la geometría de su caja, los números romanos, el índice tipo ferrocarril y el cabujón de zafiro en su corona. Cierto es, como veremos más adelante, que no siempre se han mantenido estos cuatro conceptos en todas las evoluciones del Tank, pero los restantes han sido suficientes para conservar su carácter.

Según Louis Cartier, la caja del Tank se inspira en un tanque blindado observado desde arriba. Las angarillas corresponderían a las orugas y la caja al habitáculo del tanque. Como veis, incluso es necesario introducir nuevos términos para referirse al Tank y omitir algunos presentes en casi todos los relojes. Uno de los que omitiremos es “bisel”, la pieza de la caja que sirve de unión entre la carrura de dicha caja y el cristal.

Cartier Tank Louis Cartier XL

Básicamente, el diseño del Tank consiste en una caja cuadrara o rectangular a la cual se le añaden en sus laterales (eje 3-9 horas) las angarillas que he mencionado. Un rasgo característico es que dichas angarillas deben ser predominantes en tamaño sobre las partes visibles de la caja (eje 12-6 horas), para reforzar así la imagen de orugas de tanque. Aunque como también veremos más adelante, en algún caso no se ha seguido este principio. En la mayoría de variantes del Tank observaremos unos tornillos en los laterales de las angarillas, que sirven como unión de estas a la caja.

A continuación os mostraremos las evoluciones más significativas que han derivado del Tank de 1917. En  muchas de ellas, especialmente en las más recientes, se han lanzado diversas variantes en cuanto a complicaciones y funciones del mismo modelo. Sin entrar en dichas complicaciones, se puede decir que esta primera parte sobre le Legendario Tank ya excede toda extensión que podamos considerar razonable para no agotar al lector, por lo que nos centraremos en los más básicos de horas y minutos, que al fin y al cabo son los que mejor conservan la genética del Tank original.

 

1917 – Tank de Cartier

El primer Tank, el que aporta todos los rasgos característicos de diseño y del cual partirán todas las posteriores evoluciones.

En este primer Tank, observaremos que la caja es cuadrada, proporción geométrica que curiosamente solo conservarán dos de sus descendientes. No obstante, las angarillas sobresalen de la caja en su eje norte sur, para crear el hueco donde se integrará la correa. Por tanto, en su conjunto, debido a la total integración de las partes, podemos afirmar que este Tank de 1917 es de forma rectangular.

La esfera es un elemento en el cual no influyen las angarillas y por ello es totalmente cuadrada. Se aprecia claramente el índice cuadrado tipo ferrocarril que indica los minutos y las horas en un trazo más grueso. En su exterior vemos los números romanos tan característicos de Cartier. Las agujas de acero azulado al fuego conjuntan a la perfección con el azul del cabujón de la corona.

Tank de Cartier - 1920 Tank de Cartier – 1920
Nick Welsh, Collection Cartier © Cartier

 

1921 – Tank Cintrée

Curiosamente, la primera evolución del Tank original, el Tank Cintrée, es de los que más se aparta del diseño inicial. Se conserva el principio básico de conjunción entre caja y angarillas, pero la geometría es ya totalmente rectangular, casi equivalente a dos cuadrados unidos.

Quizás el rasgo más característico de este Tank Cintrée es que tanto la caja como las angarillas no son planas, sino que adquieren una considerable curva para adaptarse a la muñeca de su portador.

Del Tank Cintrée, incluso en sus inicios, se produjeron diversas variantes, que se diferenciaban por su esfera. Inicialmente se utilizaba el diseño del Tank de 1920 con sus emblemáticos números romanos, pero también se creó alguna versión con índices en forma de números árabes, como es el Tank de Fred Astaire que podemos ver en la imagen inferior.

Cartier Tank Cintrée

Tank Cintrée – Cartier Londres, 1929
Fabricado por Jaeger para EWC. Firma Cartier a las doce horas. Caja cimbrada en oro satinado. Corona perlada con cabujón de zafiro. Correa de piel, hebilla desplegable en oro amarillo y rosa. Esfera cimbrada blanca con números árabes luminiscentes, minutería interna tipo ferrocarril. Agujas tipo esqueleto luminiscentes.
En el reverso de la caja se puede leer la inscripción: Felix from Fred ’29. Este reloj Tank, adquirido por Fred Astaire en 1929, forma parte de la Colección Cartier desde 1988.
N. Welsh, Collection Cartier © Cartier

 

1922 – Tank Chinoise

Desde una óptica purista, el Tank Chinoise es probablemente el más transgresor de todos los Tank. Ello se debe a que es el único en el que las angarillas pierden su predominancia y por tanto toda emulación visual de las orugas de un tanque. Podríamos decir que es el único Tank en el que nadie, ni la más imaginativa de las personas, puede apreciar que su diseño se inspire en un tanque.

Las culpables de esta transgresión son lo que podríamos denominar dos falsas angarillas, con el mismo grosor y dispuestas sobre las originales, que emulando a estas, tambien sobresalen con respecto a la caja. Aunque sobresalen algo menos, la primera impresión visual es que el conjunto de la caja del Chinoise es totalmente cuadrada

Paradójicamente, la esfera es prácticamente idéntica a la del Tank original de 1917. Su forma totalmente cuadrada, indices, números romanos e incluso la forma tipo pomo de las agujas son indistinguibles del primer Tank.

Según Cartier, el diseño de este Tank, especialmente las barras horizontales que se instalan sobre las angarillas, se inspira en la arquitectura tradicional de los templos chinos, una cultura exótica muy de moda en el occidente de los años 20.

Cartier Tank Chinoise

Tank Chinoise – Cartier, 1930
Caja en oro satinado y pulido. Corona perlada, con cabujón de zafiro. Correa de piel, hebilla ardillón. Esfera cuadrada color crema con números romanos, minutería interna tipo ferrocarril. Agujas en acero azulado en forma de pomo.
N. Welsh, Collection Cartier © Cartier

 

1922 – Tank Louis Cartier

Con el reloj Tank Louis Cartier, se consolida la elección de la geometría rectangular, tanto para la caja como para la esfera. Los ángulos se suavizan y la redondez predomina en todos su elementos. Particularmente es mi Tank favorito, especialmente por la sutileza de las proporciones de todos sus elementos. Se mantiene más que nunca la misión estética de las angarillas, pero su grosor, aunque predominante, es el perfecto para no llegar a otorgarle un aire excesivamente tosco.

La esfera, tambien ligeramente rectangular, mantiene todos los códigos estéticos de la versión original. El Louis Cartier es el único Tank que ha sobrevivido desde su creación en 1922 hasta nuestros días, aunque evidentemente ha sufrido ligeras y sutiles variaciones a lo largo de todos estos años. Una prueba de ello la podemos observar en la imagen inferior, en la que vemos que el modelo del año 44 sustituye las agujas tipo pomo por otras tipo bastón. El logotipo Cartier también se moderniza.

La última evolución de este Tank la ha presentado Cartier en el reciente SIHH 2012. Este Louis Cartier XL, que ya hemos presentado en un anterior artículo, a pesar de su clasicismo y fidelidad con el original, es desde mi punto de vista una de las novedades más atractivas del salón ginebrino de este año.

Cartier Tank Louis Cartier

Tank Louis Cartier – Cartier, 1925 (izquierda)
Firma Cartier a las 12 horas. Caja en platino pulido y satinado. Corona perlada con cabujón de zafiro. Hebilla desplegable en oro blanco. Esfera blanca con números romanos. Agujas de acero azulado en forma de pomo.
N. Welsh, Collection Cartier © Cartier
Tank Louis Cartier – Cartier Paris, 1944 (derecha)
Fabricado por Jaeger. Firma Cartier a las doce horas, Swiss a las seis horas. Caja en oro satinado y pulido. Corona perlada, con cabujón de zafiro. Correa de piel, hebilla ardillón. Esfera rectangular blanca con números romanos, minutería interna tipo ferrocarril. Ajugas de acero azulado en forma de bastón.
E. Sauvage © Cartier

 

1928 – Tank à Guichets

El primer y único Tank digital que se ha creado. Con el término digital no me refiero al que erroneamente se asocia con un movimiento de cuarzo, sino a la indicación de horas y minutos mediante dígitos, omitiendo las típicas agujas.

A pesar de su esfera totalmente opaca, de la que tan solo son visibles las ventanillas de horas y minutos, este Tank a Guichets conserva la predominancia visual de sus angarillas laterales, y por tanto su diseño básico. Otro elemento atípico es su corona, que se ubica a las 12 y que en el modelo de la imagen carece del típico cabujón de zafiro.

Visualmente, el conjunto de la caja y su acabado satinado hacen de este Tank el más robusto de cuantos se han creado.

Cartier Tank à Guichets

Tank à Guichets – Cartier Paris, 1928
Caja en oro satinado y pulido. Corona plana muescada a las doce horas. Correa de piel, hebilla desplegable en oro amarillo y rosa. Visualización en dos ventanillas, números árabes para las horas, minutería tipo ferrocarril con números árabes de 5 en 5.
N. Welsh, Collection Cartier © Cartier

 

1932 – Tank Basculante

Casualmente, o no, este Tank Basculante casi coincide en el tiempo con el también icónico Reverso de Jaeger-LeCoultre. De hecho solo le separa un año del primer Reverso lanzado en 1931. Más que tratarlo de intento de copia, creo más en el factor de la amistad que unía a Louis Cartier con Edmund Jaeger. También se podría decir que Jaeger se inspiró en el Tank para diseñar la geometría de la caja e incluso la esfera de su Reverso. Sea como fuere, el resultado es positivo, ya que ambos tomaron lo mejor del otro.

Una vez asentado en la sociedad el concepto de reloj de pulsera, la finalidad de la caja giratoria o reersible es la misma tanto en el Tank basculante como en el Reverso: la de proteger el reloj de impactos derivados de actividades rudas, ya sean bélicas o deportivas.

Aunque el objetivo de ambos relojes es el mismo, la forma de implantarlo es muy distinta, casi se podría calificar de geométricamente opuesta. Mientras en el reverso la caja bascula en el eje horizontal, en el Tank lo hace en el vertical. Además de su función estética, las angarillas del Tank sirven como base y soporte de todo el mecanismo por el que bascula la caja.

La esfera, por sus índices parcialmente curvados a las 12 y a las 6, nos recuerdan al Tank Cintrée del que ya hemos hablado. Por lo demás, conserva todos sus rasgos típicos, como puedan ser los números romanos y las agujas azuladas, en este caso con forma tipo Pera Stuart.

Cartier Tank Basculante

Tank reversible basculante – Cartier Paris, 1936
Firma Cartier a las doce horas, France a las seis horas. Caja rectangular en oro satinado y pulido que pivota alrededor de un eje seis horas-doce horas en un marco de oro satinado y pulido. Corona plana muescada a las doce horas. Asas pico de águila, correa de piel, hebilla desplegable en oro amarillo y rosa. Esfera rectangular en plata graneada con números romanos, minutería interna tipo ferrocarril. Agujas de acero azulado en forma de pera Stuart.
N. Welsh, Colección Cartier © Cartier

Tank de Cartier Basculante 1936

Tank basculante – Cartier Paris, 1932
Caja en oro amarillo. Corona plana muescada a las doce horas. Correa de piel, hebilla desplegable en oro amarillo. Números romanos para las horas, minutería tipo ferrocarri .
N. Welsh, Collection Cartier © Cartier

1936 – Tank Asymétrique

A pesar de romper prácticamente todos los códigos del Tank, este Asymétrique conserva ligeramente la imagen de asociación visual angarillas-orugas, aunque eso sí, tendremos que imaginar un tanque blindado más de «pasarela» que de campo de batalla.

Cartier Tank Asymetrique 1936Se puede decir que en el resto, salvo la forma rectangular, todo parecido con el original es pura coincidencia. Probablemente es el Tank donde Cartier ha dejado expresar al máximo su creatividad. Aun y casi perdiendo toda genética, el resultado estético me parece sumamente original y elegante.

Hay algún otro caso de relojes con el sentido de las indicaciones de la esfera desplazado con respecto a lo habitual, pero Cartier además altera el sentido geométrico de la caja con su oblicuidad. Los números romanos desaparecen y se recurre a una tipografía árabe con un diseño típico de la época. Tambien desaparecen los índices de los minutos. Se podría decir que lo único que se mantiene es el cabujón de zafiro en la corona.

El sentido de este diseño lo podemos interpretar como creatividad y originalidad puras o, como es el caso de otros relojes parecidos, de pura funcionalidad destinada a conservar la misma dirección de lectura cuando el conductor de un automóvil sujeta el volante.

Del Tank Asymétrique, Cartier ha realizado a lo largo del tiempo diversas variantes o versiones, entre ellas el «Oblique» que podemos ver debajo de estas lineas.

Cartier Tank Oblique

Tank Oblique – Cartier Londres, 1963
Caja en oro satinado y pulido. Corona de cuerda octogonal, un zafiro facetado. Correa de piel, hebilla desplegable en oro amarillo y rosa. Esfera en forma de rombo en ángulo de 45 grados, números árabes e índices alternados. Agujas en acero azulado en forma de espada.
N. Welsh, Colección Cartier © Cartier

 

1952 – Tank Rectangle

Decididamente Opulento. En este Tank Rectangle, por primera vez, se ensancha el bisel de la caja hasta adquirir un grosor que equivale al de las angarillas. El resultado estético es un Tank muy robusto, casi emulando al Tank à Guichets.

En esta caso las indicaciones son convencionales ya que se conservan fielmente los índices tipo ferrocarril y los números romanos del Tank original. Un cambio significativo es que, también por primera vez, se prescinde del fondo blanco de la esfera y se opta por un dorado que se integra visualmente con la caja, aumentando si cabe su aspecto de bloque robusto.

Cartier Tank Rectangle

Tank Rectangle (modelo grueso) – Cartier Paris, 1952
Fabricado por Jaeger. Firma Cartier a las doce horas, Swiss Made a las seis horas. Caja en oro satinado y pulido, angarillas en oro pulido. Corona de cuerda octogonal, un zafiro facetado. Correa de piel, hebilla desplegable en oro amarillo y rosa. Esfera rectangular dorada satinada con números romanos, minutería interna en ferrocarril. Agujas doradas en forma de espada.
N. Welsh, Colección Cartier © Cartier

 

1960 – Tank Allongée

El Tank Allongée toma unas proporciones rectangulares muy parecidas a las del Tank Cintrée de 1921. Por lo demás se parecen poco, ya que su caja es plana y utiliza número romanos para indicar las horas. En este modelo también desaparecen los índices tipo ferrocarril para indicar los minutos.

Se trata de un modelo muy estilizado y de dimensiones reducidas, destinado principalmente al público femenino. Se realizan algunas variantes con diamantes engastados en las angarillas.

Cartier Tank Allongée

Tank Allongée – Cartier Londres, 1974
Firma Cartier a las doce horas, London a las seis horas. Caja en oro satinado y pulido, angarillas en oro pulido. Corona de cuerda perlada, un cabujón de zafiro. Correa de piel, hebilla hebijón. Esfera rectangular color crema con números romanos. Agujas en acero azulado en forma de espada.
Inscrito en los archivos de la Maison con el nombre Elongated JJC Tank; JJC son las iniciales de Jean-Jacques Cartier, hijo de Jacques Cartier.
E. Sauvage © Cartier

 

1977 – Tank Must de Cartier

El revuelo creado por Cartier en los años 70 con su estética Must también llega al Tank. El resultado, en mi opinión, es el Tank menos agraciado de cuantos se han creado. Del código estético del Tank original solo conserva la geometría de su caja, prácticamente identica en proporciones y formas al Tank Louis Cartier.

Se realizan numerosas variantes en el color de la esfera de este Must, que quieren evocar los materiales preciosos utilizados en joyería: ónice, coral, marfil, lapislázuli, carey y granate. El resultado estético varía mucho en función de cada una de estas versiones. Si tomamos como ejemplo el reloj de la imagen inferior, el rojo de su esfera es ciertamente atractivo, casi espectacular, pero por el mismo motivo pierde gran parte de la discreción inherente a un reloj Tank. Ello le penaliza gravemente en una de las mayores cualidades de este icono de la relojería: su versatilidad.

Por encima de cuestiones tonales en la esfera, mi mayor crítica de este Must es la total ausencia de índices, ni siquiera encontramos los más báscios de las horas. El gran mérito de Cartier ha sido y es saber aunar funcionalidad con creatividad, sin que nunca el segundo concepto penalice al primero. El Tank Must es una evidente excepción a esta regla, aunque para la clientela poco relojera este puede ser un parámetro casi superfluo. De hecho, este Must fue uno de los mayores éxitos comerciales de la historia del Tank.

Tank Must de Cartier

Tank Must de Cartier – Cartier, 1977
Firma Must de Cartier a las doce horas, doble C entrelazada y Swiss a las seis horas. Caja en vermeil satinado y pulido, angarillas en vermeil pulido. Corona de cuerda perlada, un cabujón de espinela azul. Correa de piel, hebilla desplegable. Esfera rectangular en laca color coral. Agujas doradas en forma de espada.
N. Welsh, Colección Cartier © Cartier

 

1987 – Tank Américaine

Diseñado en 1987 y lanzado en 1989, el reloj Tank Américaine es el más claro descendente del Tank Cintrée. De él hereda la forma curva de la caja, pero gracias a los avances de la tecnología, consigue que además sea hermética, algo sumamente difícil de obtener cuando nos apartamos de un cuerpo plano.

Además de las proporciones y la geometría de la caja, también conserva la forma de los índices tipo ferrocarril, curvados en las zonas norte y sur. Las agujas siguen la forma de espada de los últimos Tank, pero en este caso son más finas que nunca, contrastando en su delicadeza con el caracter robusto de su caja.

Cartier Tank Américaine

Tank Américaine – Cartier, 1993
Firma Cartier a las doce horas, Swiss a las seis horas. Caja cimbrada en oro satinado, angarillas en oro satinado y pulido, hermético hasta 30 metros. Corona de cuerda octogonal, un zafiro facetado. Correa de piel, hebilla hebijón. Esfera rectangular cimbrada blanca con números romanos, firma secreta Cartier en una barra del VII, minutería interna en ferrocarril. Agujas en acero azulado en forma de espada.
N. Welsh, Colección Cartier © Cartier

 

1996 – Tank Française

Probablemente el Tank más fiel en sus códigos genéticos al Tank original. Junto con el Chinoise, este Tank Française es el único que conserva la geometría cuadrada de la esfera del modelo de 1917. Todos los demás rasgos estéticos siguen presentes: angarillas predominantes, números romanos para indicar las horas e índices tipo ferrocarril para los minutos. Lo único que difere son las agujas tipo espada que siguen la linea de todos los Tank creados desde el Asymétrique de 1936.

La gran originalidad de este Tank Française es conjuntar todos estos códigos originales con una caja arqueada y con un brazalete que se integra a la perfección en ella a través de sus angarillas laterales.

Junto con el Louis Cartier, el Française es la versión que más y mejor optimiza la vocación de versatilidad de un reloj Tank.

Cartier Tank Française

Tank Française, modelo pequeño – Cartier, 1996
Firma Cartier a las doce horas, Swiss Made a las seis horas. Caja arqueada en oro satinado y pulido, angarillas en oro pulido, hermético hasta 30 metros. Corona octogonal con cabujón de zafiro. Brazalete de eslabones en oro pulido, triple cierre desplegable en oro amarillo y rosa. Esfera cuadrada plata graneada con números romanos, firma secreta Cartier en una barra de la X, minutería interior con índices.Agujas de acero azulado en forma de espada.
N. Welsh, Colección Cartier © Cartier

 

2002 – Tank Divan

Aparte del nuevo Tank Anglaise presentado este año, el Diván es la más reciente variación del este reloj legendario. Para la ocasión, Cartier decide destapar el tarro de las esencias e invierte la proporción geométrica rectangular de la mayoría de los Tank. Ahora la parte más larga de la caja y esfera es la horizontal.

Esta opción, que curiosamente no se ha implantado hasta hace muy poco en los relojes de forma, es la más lógica desde el punto de vista funcional. Permite aumentar el tamaño de la caja y consecuentemente de la esfera, sin que ello penalice a los usuarios con muñecas de reducido tamaño. La consecuencia es que se puede proporcionar una mayor legibilidad sin penalizar la comodidad ni la ergonomía del reloj.

Los índices, del tipo ferrocarril, heredan la forma del Américaine y del Cintrée con su forma curvada en los extremos, aunque en este caso, siguiendo la lógica estética, se aplica en el eje horizontal. Se mantienen los número romanos y las agujas azuladas tipo espada.

Cartier Tank Divan

Tank Divan, modelo grande – Cartier, 2003
Caja en oro amarillo de 18 quilates. Corona octogonal en oro amarillo y cabujón de zafiro. Correa de piel de aligátor mate color marrón. Hebilla hebijón en oro amarillo. Esfera guilloché con números romanos. Manecillas en acero azulado en forma de espada. Cristal de zafiro resistente a los arañazos. Hermeticidad: 30 metros / 100 pies / 3 bares. Movimiento automático calibre Cartier 120, funciones horas, minutos y segundos.
J.L Drigout © Cartier

 

Hasta aquí la primera parte de los artículos dedicados a este Legendario reloj creado por Cartier en el año 1917. Habréis observado que en diversas ocasiones incido en la versatilidad del Tank. Para mi, esta es una de las cualidades que más valoro en un reloj. Si el posible comprador no es coleccionista ni entusiasta de los relojes mecánicos, como sí es mi caso, este cualidad se convierte en fundamental. Es una virtud irrenunciable para quien solo posea un reloj de calidad.

Muy pocos relojes representan tan bien como el Tank la polivalencia desde el punto de vista estético de un reloj. La mejor forma de demostrarlo es observar a usuarios de muy distinta personalidad y carácter luciendo un Tank en su muñeca. Esto lo plasmaremos en la segunda parte de este monográfico sobre el Tank de Cartier, en el cual publicaremos numerosas imágenes de personajes públicos de toda índole y de todas las épocas con su Tank. Veréis que una vez más, una imagen, en este caso serán muchas, vale más que mil palabras.

Tank de Cartier – la versatilidad intemporal

 

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Décadas de pasión heredada por la relojería. 17 años transmitiendo esta pasión por internet. Primero fue MundoPanerai, luego Cronomundi, ahora Watch-Test. Unos proyectos que nacieron bajo una idea muy clara que se mantiene en el tiempo: el lector busca opinión de calidad y fiable. Con toda la subjetividad que conlleva, opinión y crítica razonada es lo que pienso seguir ofreciendo.

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