Antes de iniciar el análisis de este Rotonde Jour et Nuit, una pequeña puntualización sobre la denominación de este reloj. Consultando los comunicados en distintos idiomas de Cartier sobre esta pieza, observo que traducen su apellido «Jour et Nuit» a la lengua correspondiente de cada idioma. Así leeremos Day & Night en inglés o Día y Noche en español. Siguiendo mi costumbre, o manía, de respetar la nomenclatura original de su país de origen, he preferido mantenerlo en francés.
Analizando friamente las características de este Rotonde resumiríamos que se trata de un reloj clásico, con indicación de horas y minutos, de las fases lunares y del periodo diurno o nocturno del tiempo. Nada extraordinario. Si a ello añadimos que la indicación de las fase lunares es retrógrada, y que el método de mostrar las indicaciones es totalmente atípico y novedoso, el asunto cambia y mi conclusión es que estamos ante unos de los relojes más notables que hemos visto en el SIHH ginebrino.
Cartier Rotonde Jour et Nuit – La Caja
Cartier ofrece este Rotonde Jour et Nuit en dos materiales de caja: oro rosa y paladio. Así como el primero es el más utilizado hoy en día en relojes de alto nivel y perfil elegante, el paladio es uno de los menos frecuentes. Se trata de un metal precioso que pertenece a la misma familia que el platino y que conserva gran parte de sus cualidades como es su carácter antialérgico. Su tonalidad blanca brillante tan especial es también muy similar a la del platino. Pero, sin entrar en las complejidades de sus diferencias químicas, donde residen las grandes diferencias a nivel funcional entre estos dos metales preciosos es en su densidad y en su dureza, siendo el paladio mucho más ligero (12.023 kg/m³), casi un 50% que el platino (21.450 kg/m³), y un 12% más duro y por tanto resistente a los arañazos.
Dejando de lado sus aspectos físicos y químicos, las características de diseño y acabados de la caja son idénticas para ambas versiones. Geometría redonda, bisel fino con curvatura convexa y acabado totalmente pulido en todos sus elementos. Sus dimensiones son de 43,5 mm de diámetro por 12,77 de grosor.
Su grueso puede considerarse de contenido teniendo en cuenta su especial sistema de indicación horaria que veremos más adelante. El diámetro me parece un tanto excesivo para el ADN, evidentemente elegante, de este Rotonde. Como siempre, esta es una apreciación personal y depende mucho de la morfología de la muñeca de cada persona, pero considero que 42 mm hubieran sido más que suficientes, más teniendo en cuenta que el diámetro del calibre que equipa es muy inferior al de la caja y que por tanto no determina sus dimensiones.
Un elemento estilístico que no podía faltar es la característica corona de todos los Rotonde, con el típico cabujón azul de zafiro de Cartier y su aro con micro-bolas, que además de otorgarle personalidad facilita el agarre y por tanto su manipulación.
La hermeticidad anunciada es de 3 bares, una cifra baja en términos absolutos, pero suficiente si tenemos en cuenta su correa de piel de aligator que se deteriora en contacto con el agua, y que además es un reloj destinado a usos y entornos que no tienen nada que ver con lo deportivo o lo acuático.
Cartier Rotonde Jour et Nuit – La Esfera
De todos los elementos que conforman este Rotonde Jour et Nuit, el más personal y diferenciador es su esfera. No creo exagerar si intuyo que pocas personas entenderán sus indicaciones sin un previo análisis y con la ayuda de ciertas explicaciones.
A primera vista, si observamos la imagen inferior, lo primero que destaca son las dos agujas centrales de color azul. Es fácil deducir que la que cuenta con una terminación en forma de media luna debe estar asociada con las fases lunares. La otra ya es más enigmática y podemos llegar a pensar que es la horaria, pero entonces, ¿donde está la minutera?. La explicación la que podíamos pensar que era la horaria, en realidad nos indica los minutos, y la horaria no es una aguja como tal, sino un disco situado en un plano inferior a la esfera que gira en sentido horario.
Este disco, que es una de las grandes claves de este Rotonde, está profusamente grabado con dos tipos de decoraciones. En una de ellas, apreciamos lo que a mi entender emula un sol, y que además de señalarnos la hora, nos indica que es AM (diurna). La otra mitad de este disco adquiere una decoración más densa y cuenta con una figura, que por contraposición a la anterior se supone que es un a luna y que nos indica la hora en periodo PM (nocturno). En resumen, Cartier ha ideado un sistema por el cual se nos indica simultáneamente la hora y el periodo día/noche.
Llegados a este punto, debo mencionar que en el comunicado oficial de Cartier sobre este nuevo Rotonde, dice que la imagen superior indica las 10:10 de la noche para el reloj de la izquierda y las 10:10 de la mañana para el de la derecha. Como ya he mencionado antes, a mí las dos figuras me sugieren lo contrario, y por ello he consultado dicho comunicado en todos los idiomas creyendo que se trataba de un error de traducción, pero tanto en inglés como en francés dicen lo mismo que en le español. De todos modos, es un detalle superficial ya que basta con que ajustemos el tiempo eligiendo la figura que más identifiquemos personalmente con cada periodo concreto.
Donde no hay duda de que Cartier se equivoca en el comunicado es en los minutos. Ambas figuras indican claramente las 10:07:30 y no las 10:10. Como en la primera imagen el índice perimetral se halla ensombrecido en la zona que indica la aguja, añado otra que realizamos en vivo durante el SIHH, donde podemos deducir de donde parte la confusión.
Cartier utiliza únicamente la mitad superior de la esfera para indicar las horas mediante el disco antes mencionado. Para ello recorre un semicírculo en cuyo perímetro están impresos los números romanos que sirven como índices horarios. Pero por cuestiones imagino estéticas y de espacio, Cartier recurre a unos finos índices de la misma longitud que los números para indicar la mitad de la horas. Así, encontramos las 6, 8, 10, 12, 2 y 4 indicadas mediante numeración romana y el resto de horas mediante índices.
El problema es que la indicación de los minutos se realiza mediante la aguja azul que recorre la totalidad del indice perimetral de la esfera, en forma de ferrocarril, que no tiene ninguna correspondencia con las horas. Por ello es comprensible (pero no disculpable) que se haya confundido el segundo segmento a partir de las 12 con el minuto 10, mientras que como bien apreciamos en la imagen superior, dicho minuto se correspondería con la indicación horaria de las 4. La facilidad de confundir la incrementa el que Cartier haya elegido la forma romana IIII para indicar las 4 horas, en lugar de la más habitual de IV.
La zona inferior de la esfera está enteramente dedicada (minutos aparte) a la indicación de las fases lunares. Aquí encontramos el plano superior de la esfera con 7 círculos perforados, a través de los cuales se aprecian las fases más genéricas del periodo lunar. Estos círculos los recorre una aguja azulada con terminación en forma de medialuna señalándonos la fase lunar en la que nos encontramos. Esta originalidad se ve incrementada por el hecho de que dicha aguja es retrógrada, realizando un salto hacia atrás instantáneo de 180º cuando llega al final del periodo lunar.
En definitiva, difícilmente encontraremos un reloj con una esfera más original, tanto por estética como por su peculiar forma de mostrar sus indicaciones. Pero todo tiene sus contras y ello conlleva que la lectura de las horas y los minutos sea muy poco intuitiva, aunque es seguro que sus propietarios leerán con exactitud el tiempo tras un probablemente corto periodo de adaptación.
Cartier Rotonde Jour et Nuit – El Movimiento
El responsable mecánico de toda la originalidad de la sindicaciones de este Rotonde Jour et Nuit es su movimiento, el calibre manufactura 9912 MC. Sus principales datos técnicos son 28.800 alternancias por hora y 48 horas de reserva de marcha, nada fuera de lo común analizado fríamente, pero realmente meritorio si tenemos en cuenta el enorme disco horario que mueve de forma continuada y la energía que ello consume.
El fondo de cristal de zafiro nos permite observar el reverso del calibre y aquí, como antes comentaba, es donde corroboramos la gran diferencia existente entre el diámetro de la base del movimiento y el del reloj. Podemos observar también el ezqueletizado de la masa oscilante que carga automáticamente el muelle motor, que permite una mayor visibilidad de este movimiento. Por contra no podemos ver las piezas encargadas de mover el disco horario o la aguja retrógrada de las fases lunares, pero lógicamente estas están ubicadas en el anverso.
Cartier Rotonde Jour et Nuit – conclusión
Estamos ante un reloj que consigue aunar coherentemente el clasicismo estético de su caja y la innovación que le otorga la original forma de mostrar sus indicaciones. Una opción perfecta para quien busque un reloj elegante pero alejado de lo habitual. No obstante, el diámetro de este Rotonde Jour et Nuit lo aleja de personas con muñecas delgadas.
El precio es de 34.500 € para la versión de oro rosa y de 37.000 para la de paladio. Es difícil de valorar estos precios ya que por sus particulares características no hay otro reloj en el mercado al que se pueda comparar objetivamente. De todos modos, y extrapolando su complejidad, considero que son precios correctos.
La elección entre el oro rosa o el paladio dependerá principalmente de las apetencias estéticas del comprador, pero desde el punto de vista funcional (por su resistencia a los arañazos), discreción, exclusividad y relativamente poca diferencia de precio, personalmente optaría por el paladio.
Más
- Originalidad
- Diferenciación y exclusividad
- Acabados
- Reserva de marcha
- Opción paladio
Menos
- Lectura del tiempo poco intuitiva
- Diámetro excesivo para ciertas morfologías