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Un viaje al Mundo relojero de Cartier. La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds

Realizamos una completa visita a la Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds que nos deparará diversas sorpresas...

En junio publicamos un artículo correspondiente al extenso viaje que realicé a las diversas instalaciones relojeras de Cartier en Suiza. En ese primer artículo hablamos de la Boutique Cartier de Ginebra y del Atelier del “Poinçon de Geneve” ubicado en ella. Ahora es el turno de la La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds, una de las instalaciones relojeras que más me ha sorprendido de las muchas que he visitado.

Cuando se visita por primera vez una manufactura relojera el impacto está asegurado ya que antes de ello es imposible comprender en toda su extensión la multitud de oficios y la minuciosidad de las operaciones que se realizan para dar vida a un reloj. Cuando ya se han visitado varias manufacturas es difícil sorprenderse ya que el proceso es casi idéntico en todas ellas, aunque evidentemente, y atendiendo a detalles como es nuestra obligación, siempre es interesante apreciar esas pequeñas diferencias que conforman el sello propio de cada marca. Inesperadamente, tengo que admitir que mi visita a la La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds me ha sorprendido doblemente; lo ha hecho por lo qué en ella se realiza y muy especialmente por el como se muestra al visitante.

La mayor de las manufacturas relojeras de Cartier está ubicada en La Chaux-de-Fonds, población sobre la que no me voy a extender ya que de esta villa 100% relojera os hemos hablado repetidamente en artículos dedicados a visitas realizadas a otras manufacturas ubicadas en esta zona de Suiza. Lo realmente significativo es el efecto visual que produce la primera visión de la Manufactura Cartier, tanto por su modernidad arquitectónica como por su extensión, probablemente una de las mayores de toda la industria relojera.

 

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds – El edificio

Estamos ante un edificio con una superficie de 30.000 metros cuadrados donde predomina el cristal y donde, según los datos que nos proporciona Cartier, se integran nada menos que 175 oficios relacionados con la relojería. En esta enorme estructura se agrupan las tres áreas vitales de cualquier manufactura relojera; desarrollo, producción y atención al cliente.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds - perspectiva

Como se puede apreciar en la imagen superior de la Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds, el impacto visual que produce el contraste de su estructura externa con el gigantesco y bucólico prado verde que la rodea es indiscutible. Es como si el arquitecto hubiera recibido la orden precisa de reflejar que modernidad y tradición no son conceptos antagónicos en el mundo de la relojería Cartier.

Que Cartier cuide al máximo la coherencia del diseño no debe sorprender a nadie y por ello el exterior de metal y cristal de la manufactura se ve perfectamente complementado por un interior donde predomina la estética moderna y funcional.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds - interior

Los amantes del interiorismo apreciarán al instante el magnifico mobiliario de la firma USM que se extiende por todas las zonas de oficinas y despachos. Se trata de un fabricante Suizo que encargó en el año 1963 al arquitecto Fritz Haller el diseño de su nueva fábrica, que se realizó bajo un sistema de módulos con estructura de acero. Inspirándose en dicho principio, USM creó su sistema de mobiliario modular, que con el nombre de USM Haller se ha mantenido vigente hasta hoy en día y se ha convertido en un auténtico icono del mobiliario moderno.

El contraste se hace evidente cuando visitamos el interior de los talleres y de las zonas de producción, donde predomina la estética industrial, aunque siempre con una pulcritud excepcional y con la atención al detalle inherente al carácter de Cartier. Sin duda impresiona la enorme extensión de estas galerías por donde transcurrirá la mayor parte de nuestra visita.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds – La presentación

Como hemos visto, la arquitectura e interiorismo de la Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds son irreprochables desde el punto de vista estilístico, pero lo que realmente me sorprendió fue el inicio en sí mismo de la visita. Podemos denominarlo metodología, marketing o como queramos, pero el proceso que sigue Cartier para mostrar su manufactura a los visitantes es único y se basa en una lógica de una eficacia aplastante.

En muchas ocasiones he visitado manufacturas en compañía de representantes de medios no especializados en relojería y siempre me ha dado la sensación de que, a pesar del interés que mostraban, solo habían llegado a comprender una parte muy pequeña de lo que habían visto. Ello es absolutamente lógico, ya que sin unos conocimientos previos mínimamente amplios, el continuo trasiego de unos talleres a otros produce una gran cantidad de información que llega al visitante de forma desordenada…. salvo en Cartier

El proceso que sigue Cartier para mostrar su manufactura a los visitantes es único

Este método no puede ser más simple y coherente en su planteamiento. La visita se inicia en una sala de reuniones donde se proyectan unos visuales en una gran pantalla, mientras el responsable de comunicación de Cartier explica a los visitantes lo que en ella se muestra.

Lo primero que visualizamos en la pantalla son cifras de mercado y de negocio, algo que la mayoría de marcas, si bien no esconden, tampoco muestran abiertamente. Lógicamente ello sirve para que el visitante se haga una composición real del volumen de negocio que mueve el sector de la relojería, tanto a nivel global como suizo.

Seguidamente, aunque parezca de perogrullo, lo que se explica es la marca Cartier, especialmente en su vertiente relojera. Este es un paso primordial ya que transmite al visitante profano la histórica y auténtica importancia que ha tenido Cartier en el mundo de la relojería, algo que la mayoría de personas desconocen ya que principalmente asocian a Cartier con la joyería, tomando sus relojes como algo accesorio.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds - La presentación - método organizativoLa tercera etapa de la presentación sigue la senda de lo inusual ya que Cartier nos explica y muestra con gráficos la estrategia de su actual proceso productivo. Este proceso se aparta de lo habitual en el sector y basa sus principios en la cambiante y errática demanda que se ha producido en la ultima década, debido principalmente a las turbulencias económicas que han sufrido en los mercados.

La filosofía es relativamente simple y se basa en adaptar, prácticamente en tiempo real, la producción de cada una de las piezas que componen un reloj a la demanda que se produzca en un corto periodo de tiempo. Este proceso es inverso al típico, que se basa en una planificación anual de cada pieza y que frecuentemente no suele coincidir con las ventas finales.

Por último, no por ello menos importante sino todo lo contrario, se muestra al visitante un plano de los distintos edificios y módulos que componen la manufactura, explicando lo que en ellos se desarrolla y el orden en el que vamos a visitarlos. Algo aparentemente tan simple como esto, es la primera vez que lo veo en una visita a una manufactura relojera.

Con todo este método previo se consigue que el visitante, incluso profano en relojería, obtenga antes de iniciar el recorrido una visión clara de lo que ha representado y representa Cartier en el mundo de la relojería de alta gama, cual es su método productivo, qué es lo que se realiza en cada uno de los departamentos y finalmente, en que orden va a verlo.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds - La presentación

Otro aspecto importante a destacar es que, como veremos a continuación, la planificación de la visita sigue un orden que facilita enormemente la comprensión de todo lo que compone un reloj; el diseño, que obviamente es el obligado primer paso, la producción de los elementos externos del reloj, la producción de los elementos internos y finalmente el montaje. Por si fuera poco, al principio de cada nave o taller nos encontraremos con un mural donde mediante imágenes y texto se explica a la perfección lo que allí se realiza. Exagerando un poco, se puede decir que una persona totalmente neófita en este sector podría realizar la visita por si misma, sin guía alguno, y comprenderlo todo.

 

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds – Diseño de elementos externos

Antes que producir cualquier elemento hay que diseñarlo y de acuerdo con la lógica de planificación de visitas que he comentado, por este departamento se inicio la visita a la Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds - diseño y desarrollo

Al contrario que en alguna de las otras manufacturas que he visitado, no penetramos en el interior de este sector, algo que no deja de lógico ya que si existe un departamento altamente confidencial en cualquier empresa productiva es el de diseño y el de I+D. En realidad no nos perdimos nada importante ya que cuando se permite el acceso de visitantes externos a este departamento siempre es con el cuidado preventivo de mostrar en las pantalla de los ordenadores diseños o esquemas de relojes o movimientos ya existentes, jamás los de futuros productos, que es en lo que realmente se trabaja.

Lo más interesante fue el poder ver multitud de diseños de relojes que conocemos sobradamente, en sus distintas fases de creación, desde el primer boceto hasta el diseño final ya aprobado, en el cual se basarán los siguientes pasos para producir todos los elementos que lo componen. En las imágenes anteriores podemos apreciar que en cada hoja de diseño consta claramente la firma y la fecha, realizadas a mano por el responsable que lo aprueba o lo deniega.

 

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds – El taller mecánico

Llega la hora de adentrarnos en el taller mecánico, donde se realiza la fase primaria de industrialización. Siguiendo los diseños que hemos visto previamente, en él se proyectan y mecanizan las herramientas que luego se utilizarán para realizar las distintas piezas metálicas que componen el reloj.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds - Taller mecánico

Como consta en el cartel explicativo, además de los útiles y herramientas, en este taller también se mecaniza directamente algunas de las piezas que formarán parte del reloj. Esta es la fase que podríamos calificar de más primaria en el proceso constructivo de los relojes Cartier.

Aquí, el mecanizado se realiza generalmente mediante fresado o perforación, todo ello controlado y gestionado mediante maquinaria CAM (Computer Assited Machining), donde un software específico se encarga de elegir la herramienta y las operaciones que esta realizará en función de cada tipo de pieza, cuyos parámetros ha sido previamente introducidos en dicho software. Como podemos apreciar en la imagen superior, en esta fase cobran gran importancia los lubricantes que se aplican a la pieza y a la herramienta que sobre ella trabaja para contrarrestar el elevadísimo calor que produce la fricción del proceso.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds – Las cajas

Y ahora nos adentramos en uno de los sectores más emblemáticos de la Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds, el de la fabricación de las cajas. En él se darán vida a las innumerables formas de caja que componen el extenso catálogo de Cartier. Si en algo se distingue Cartier en el sector de la relojería es en la creatividad y la originalidad de sus diseños, especialmente en lo que concierne a los elementos externos, con su gran abanderado histórico a la cabeza como es el legendario Tank. Del diseño dependerá la impresión inicial que reciba el potencial cliente, por la cual se posicionará subjetivamente en un estado de atracción irresistible hacia el reloj o, por el contrario, en un estado de indiferencia que le llevará a desechar su adquisición.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds - Las cajas 3D

En este departamento tuve la ocasión de comprobar que las nuevas tecnologías se están incorporando de lleno a la Alta Relojería. La muestra más evidente de ello es la fase previa a la fabricación de las cajas, que consiste en trasladar el diseño a un primer prototipo realizado mediante impresoras 3D. Ello resulta de gran ayuda ya que permite comprobar como se plasmará dicho diseño en formato físico y tridimensional, lo que nos aproxima mucho más a la realidad que un boceto en dos dimensiones.

La segunda fase en la producción de las cajas es el mecanizado de sus componentes básicos; carrura, bisel y fondo, partiendo de un bloque bruto de metal y mediante maquinaria de control numérico que reproduce a la perfección lo que le ordena el software que la controla. A todo este desecho de tecnología vanguardista, común a todas las manufacturas modernas de relojes, le sigue la fase de los acabados, que es en realidad lo que diferencia a una fábrica de relojes de una manufactura como es el caso de Cartier.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds - Las cajas

La calidad de los acabados de cualquier componente de un reloj es un aspecto fundamental para las marcas que se engloban en lo que denominamos Alta Relojería, y en el caso de las cajas además de fundamental es realmente crítico ya que, junto con la esfera, es el elemento más visible de un reloj, por el cual juzgaremos inicialmente su calidad.

Más de la mitad del tiempo requerido para la producción de los elementos metálicos externos de un reloj se dedica al pulido

Los murales explicativos de Cartier en este departamento son bien explícitos en este aspecto y en ellos se menciona textualmente que más de la mitad del tiempo requerido para la producción de los elementos metálicos externos de un reloj se dedica al pulido.

Esta sería la traducción literal del texto, pero es más complejo de lo que parece ya que en francés, cuando se habla de pulido, es un término que incluye todos los tipos de acabados que se realizan. Esta es una puntualización importante ya que en Alta Relojería es bastante habitual combinar el satinados con el pulido, lo que convierte esta aparentemente simple operación en algo realmente complejo y que requiere de especialistas con muchos años de experiencia.

 

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds – Los brazaletes

Otro elemento externo muy común hoy en día, al que habitualmente no le concedemos la importancia que merece, es el brazalete mecánico que utiliza un importante porcentaje de los relojes que componen los catálogos de las marcas. Al igual que en la caja y demás elementos del reloj, el acabado de un brazalete de Alta Relojería debe ser irreprochable y ello, si cabe, es aun más complejo y laborioso que realizar los acabados de la caja.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds - Los brazaletes

La dificultad de los acabados de un brazalete dependerá de muchos factores, como son el número y tamaño de los eslabones que lo componen, si todos ellos son idénticos o por el contrario conforman una geometría decreciente, y del número de distintos acabados que hay que realizar en cada eslabón.

En la mayoría de brazaletes de Cartier se combina el acabado satinado con el pulido. Ambas terminaciones se efectúan a mano e individualmente sobre cada eslabón antes de ensamblarlo. Una vez ensamblado se repite el pulido para que el acabado de cada eslabón sea lo más homogéneo posible con sus vecinos. Esta es una operación extremadamente compleja y crítica, ya que aplicar un acabado pulido a un brazalete montado, sin invadir las partes satinadas y viceversa, solo está al alcance de especialistas consumados.

 

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds – Los componentes del movimiento

Siguiendo el escrupuloso y lógico orden de la visita, dejamos lo elementos externo del reloj y nos adentramos en los internos, es decir, en todas las piezas que componen su movimiento, que en el más simple de los casos supera los 150 componentes, para rondar los 300 en los relojes medianamente complicados. Es importante tener en cuenta estas cifras ya que debemos tener presente que todas las fases de producción y acabado que hemos descrito en los elementos externos del reloj se aplican de igual manera a cada uno de los componentes del movimiento, con el agravante de que su diminuto tamaño requiere del microscopio para poder trabajar sobre la mayoría de ellos.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds - Los componentes del movimiento

Concretamente, de forma genérica, el proceso de fabricación de las piezas internas del reloj se inicia por el mecanizado del metal en bruto, al que sigue el proceso de acabado y decoración, pasando finalmente al ensamblaje, un apartado este último que por sí mismo es un mundo aparte.

El método de mecanizado inicial de los componentes de un mecanismo es el mismo que he descrito en los elementos externos del reloj, pero dado el diminuto tamaño de muchas de estas piezas, a las operaciones de fresado o perforado hay que sumarles otros métodos como son la electro-erosión o el torneado

Manufactura Cartier - La Chaux-de-Fonds - componentes movimientoSi en los acabados de la caja y el brazalete de un reloj conviven habitualmente el pulido con el satinado, en el caso de los componentes del mecanismo aun se complica más la diversidad ya que a estos dos acabados básicos hay que sumarles el perlado, que habitualmente se aplica a la platina, las «Côtes de Genève» que se realiza en los puentes, el soleado, y una infinidad de otras variantes que otorgan a cada movimiento su carácter propio.

A todos estos acabados, meramente decorativos, hay que añadir otras terminaciones que además de beneficiar la estética adquieren una importancia vital para la fiabilidad y precisión del movimiento. Me refiero a operaciones como el desbarbado y achaflanado de los puentes, que además de otorgarles atractivo estético también impiden que los restos de metal puedan interferir en el buen funcionamiento del movimiento. En el mismo sentido, los acabados pulidos en diversas partes de los componentes del mecanismo incrementan su resistencia a la oxidación.

La cantidad y variedad de operaciones de acabado y decorado que se aplica a los componentes del movimiento puede ser ingente y requerirían de un solo artículo dedicado para mencionarlas. Pero es muy importante tener presente la complejidad de todos estos procesos para comprender la gran diferencia que separa a los relojes realizados enteramente en serie por procesos automatizados, de los de muy alta gama, cuya máxima expresión es lo que denominamos Alta Relojería.

 

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds – las agujas

Hasta aquí, la visita a la Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds se ha desarrollado de forma impecable, especialmente por su estudiada planificación, y ha sido espectacular por las dimensiones y la modernidad de sus instalaciones, pero no ha mostrado nada que se salga de lo habitual y lógico en la mayoría de las manufacturas relojeras merecedoras de tal calificativo. Pero ahora nos adentramos en una sección que sí me ha sorprendido, como es el de la fabricación de las agujas.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds - pulido agujas

Reconozco que no imaginaba que Cartier manufacturara internamente este elemento, ya que se trata de algo tan especial y concreto que prácticamente la totalidad de marcas se limitan a su diseño y se surten de proveedores externos especializados para su manufactura.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds - Las agujasLas agujas son un elemento de la esfera al que suele prestarse poca atención de forma objetiva, pero cuya importancia es trascendental en la imagen que nos trasmite un reloj. Solo hay que plantearse una pregunta y meditar la respuesta: ¿Cual es el componente de nuestro reloj que más veces visualizamos?… La respuesta a ello es indiscutible: las agujas.

Salvo en el caso de las indicaciones digitales (las que se muestran mediante dígitos en una ventana) siempre que queremos leer una indicación de un reloj tendremos que mirar obligatoriamente una o varias agujas, empezando por las más básicas e irrenunciables como son las indicaciones de las horas y de los minutos. A ellas podemos añadir los contadores de un cronógrafo, las indicaciones de un calendario clásico, la indicación de reserva de marcha, la del segundo huso horario, y un largo etcétera.

La consecuencia de ello es que el diseño y el acabado de este curioso y poco valorado elemento, resulta determinante en el acierto o desacierto del diseño global de la esfera de un reloj. Una esfera exquisitamente diseñada y acabada, con unas agujas que no armonicen con ella dará como resultado un desastre que irremediablemente se traducirá en un fracaso inevitable de ventas. Por contra, aunque no se trate del escenario ideal, unas agujas con personalidad pueden otorgar atractivo al conjunto de una esfera anodina.

Si analizamos el motivo que pueda tener Cartier para manufacturar internamente sus agujas, existe una  explicación razonable, que probablemente va muy ligada con el carácter creativo y artístico que distingue a sus relojes, ya que la consecuencia evidente es que necesitan agujas muy personales. Si a ello sumamos la ingente cantidad de distintos modelos que conforman su catálogo, es lógico pensar que a Cartier le resulta rentable crear y manter su propio departamento de manufactura de agujas.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds - Las agujas - catálogo

Resulta impresionante el número de operaciones que se requiere para que, partiendo del metal en bruto, las agujas estén totalmente terminadas y listas para su montaje sobre la esfera del reloj. Pero tampoco hay que olvidar el apartado técnico que conlleva su fabricación, ya que aspectos como su peso o su perfecta planitud resultan trascendentales para el consumo de energía del mecanismo o para evitar el roce con el cristal o con los demás elementos de la esfera. Por todos estos motivos y condicionantes, se puede decir que cada reloj requiere de unas agujas específicamente diseñadas para él, algo que explica el impresionante catálogo de agujas, perfectamente clasificadas, que nos mostró Cartier.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds – Los cristales

Si el departamento de manufactura de agujas me sorprendió, lo que no esperaba ni remotamente es que Cartier también fabricara los cristales, y además del tipo mineral!. De todos es sabido que hoy en día la práctica totalidad de marcas de Alta Relojería recurren exclusivamente al cristal de zafiro para proteger la esfera de sus relojes, ya que su dureza evita los arañazos producidos por las inevitables fricciones del uso diario. En algunos casos, en relojes que emulan algún modelo vintage, se utiliza el plexiglas, un producto con base acrílica que le da a la esfera su autenticidad histórica y que además transmite una luminosidad muy particular. Entonces, ¿porqué fabrica Cartier cristal mineral?

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds - los cristales 2

Como suele ocurrir en muchas ocasiones la respuesta es totalmente lógica y, una vez más, debemos atender al carácter creativo de los diseños de Cartier. Dicho alarde de creatividad genera relojes con un diseño altamente personal y espectacular, especialmente en los que se denominan «relojes de forma», un término que suele agrupar a todos aquellos cuya geometría no es redonda.

Pero todo tiene su peaje, y en algunos casos la extrema curvatura de la caja implica la necesidad de un cristal también muy curvado. Si bien en los últimos tiempos hemos visto formas realizadas con cristal de zafiro (incluso cajas) impensables hace tan solo una década, no deja de ser cierto que el coste productivo de obtener formas complejas con zafiro es muy elevado. De hecho, buena parte de dicho coste se debe a la importante cantidad de cristales que deben desecharse por rotura.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds - los cristales

La solución a ello es tan evidente como casi forzosa, ya que si bien el cristal mineral no tiene la misma resistencia a los arañazos que el de zafiro, es mucho más maleable. Pero tampoco nos engañemos, porque aunque su ductilidad sea mayor, el proceso de fabricación es altamente complejo y delicado.

En la imagen superior podemos observar al especialista de Cartier que se dedica exclusivamente a este menester. Como podéis comprobar no se trata de un proceso automatizado, sino de un trabajo totalmente artesano y por tanto manual. Para dar la curvatura requerida al cristal, este debe someterse a una temperatura de 600 grados centígrados, condición imprescindible que permite al especialista modelar la forma deseada.

 

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds – El ensamblaje

Y llegamos a la fase final, que se refiere al ensamblaje de todas las piezas que hemos comentado en los apartados anteriores, para dar forma definitiva al reloj. Hay poco que decir y a mismo tiempo se podrían llenar varios libros con esta sección. Poco que decir porque no difiere de lo ya narrado en artículos referentes a otras manufacturas. Mucho que decir porque las acciones que se llevan a cabo para el ensamblaje de un reloj son tan diversas y complejas que podríamos llenar varios libros con su descripción detallada.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds - ensamblaje

Para hacernos una idea aproximada, basta con decir que el ensamblaje del reloj lo llevan a cabo los relojeros, que podemos considerar como los especialistas de mayor grado en una manufactura. No se trata tan solo de unir piezas como si fuera un puzzle, que de hecho lo es, sino de que una vez completado el ensamblaje del reloj todas sus indicaciones deben funcionar correctamente, lo que traducido a una marca del nivel de Cartier se acerca a requerimientos de perfección.

El tiempo para llevar a cabo esta fase es indeterminado pues influyen en ella muchos factores. No debemos olvidar que, como he descrito anteriormente, el proceso de fabricación de la mayoría de componentes tiene un componente altamente manual y en consecuencia es imperfecto. Por ello, no es inhabitual que una vez montado el reloj, el relojero detecte que alguna pieza no cumple los requisitos exigidos para su buen funcionamiento y la deseche para emplear otra nueva, aunque para ello deberá desmontarlo y empezar otra vez desde cero. El final del proceso conlleva la comprobación de la exactitud cronométrica del reloj y otros muchos detalles, como puede ser algo tan aparentemente nimio como el asegurarse de que las indicaciones del calendario efectúen el salto cuando deben.

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds - el ensamblajePero, en esta fase de montaje y evaluación no todo se limita a aspectos funcionales, ya que el control se extiende también a los aspectos estéticos del reloj, que como en toda manufactura de Alta Relojería son tan importantes como los mecánicos. Todo debe encajar a la perfección y no debe haber la más mínima señal o arañazo en caja, brazalete o esfera.

 

La Manufactura Cartier de La Chaux-de-Fonds – Epílogo

A pesar de mi intención de comprimirlo al máximo, el texto de este artículo ha superado las 4.000 palabras, lo que excede con mucho a lo aconsejado y habitual en artículos ya considerados extensos. Pero la cuestión es que me ha resultado imposible reducirlo más sin dejar de mencionar todo lo que he considerado esencial, ya que se podría elaborar un articulo, también extenso, con cada uno de los apartados que conforman este. Si además tenemos en cuenta que este es el segundo artículo de los que he elaborado sobre mi extensa visita a las manufacturas relojeras de Cartier, y que aun falta un tercero dedicado a la «Maison des Métiers d’Arts», ¿A alguien le queda aún alguna duda de lo que es y representa Cartier en el mundo de la relojería de alto nivel?