Los orígenes de Longines se remontan a un taller de relojería fundado por Auguste Agassiz en Saint-Imier en 1832, aunque fue sobrino Ernest Francillon el que desarrolló la compañía y le dio su nombre actual. Uno de sus primeros hitos fue lanzar su primer calibre, el 20A, en 1867, y al año siguiente fue el primer fabricante que lanzó un mecanismo cuya carga se realizaba a través de la corona del propio reloj, sin necesidad de una llave.
Su experiencia relojera refleja una fuerte devoción por la tradición, la elegancia y el rendimiento. Heredera de una larga experiencia en calidad de cronometradora de campeonatos mundiales, olimpiadas o socia de federaciones internacionales, la marca Longines, famosa por su elegancia, es miembro del Swatch Group S.A., primer fabricante mundial del sector. Con un reloj de arena alado como emblema, la firma está implantada en más de 150 países.
A día de hoy tiene varias colecciones masculinas y femeninas, con los nombres Elegancia, Tradición Relojera, Equestrian, Deportes y Heritage, en la que estarían homenajes a sus modelos del pasado. Algunos de los relojes Longines más reconocidos de su historia son los Conquest, Flagship, Lindbergh, Avigation Watch Type A-7, o Legend Diver.