El Chopard L.U.C Full Strike exhibe la fascinante gran complicación de repetición de minutos, unida a la primicia de sus dos timbres de zafiro.

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Dos décadas, veinte años, 240 meses, 1.080 semanas o 7.300 días. Podemos cuantificar el tiempo como más nos plazca, pero lo que sí es un hecho que no admite matices es que, en este reducido periodo de tiempo, Chopard ha conseguido situar su colección L.U.C en la cúspide de la Alta Relojería. Fruto del excepcional trabajo llevado a cabo en la manufactura de Fleurier inaugurada en 1996, los Chopard L.U.C se basan en la excelencia de sus 11 calibres base y sus 88 variantes. ¿Excelencia?, sí, alcanzada gracias a su extraordinario nivel técnico y a la perfección de sus acabados, dos indiscutibles virtudes a las que que debemos sumarle la atractiva y elegante estética clásica, sazonada con un toque de modernidad, que exhiben las cajas y esferas de los relojes a los que dan vida. Ahora, para culminar la celebración del 20 aniversario de la Manufactura, nos presenta el Chopard L.U.C Full Strike, un Repetición de Minutos que exhibe la sorprendente singularidad de que los martillos golpean sobre dos timbres fabricados en… ¡zafiro!.

Chopard L.U.C Full Strike

Calendario perpetuo, ecuación del tiempo, tourbillon… todas ellas son grandes complicaciones que Chopard ya implementa en su catálogo L.U.C, pero aún le faltaba la más exigente y prestigiosa: la repetición de minutos. Sin embargo, el Chopard L.U.C Full Strike no es su primer reloj con sonería. Este honor recayó en el L.U.C Strike One lanzado en el 2006, que si bien no era un repetición de minutos, sonaba automáticamente al paso de cada hora gracias a su calibre L.U.C 96.04-L, una función que se podía desactivar mediante un simple pulsador.

La repetición de minutos, la máxima expresión de una complicación relojera

Pero empecemos definiendo lo que es una repetición: una complicación en un reloj mecánico que hace sonar las horas a petición, gracias al golpeo de los martillos o gongs sobre los timbres (varillas enrolladas en el perímetro del mecanismo), activados mediante un pulsador o gatillo. Los distintos tipos de repetición permiten oír la hora con diversos grados de precisión; desde la sencilla repetición de cuartos, que toca las horas y los cuartos, hasta el Repetición de Minutos, que hace sonar incluso los minutos utilizando distintos timbres para las horas, los cuartos y los minutos. Los relojes con repetición de minutos emiten tres sonidos distintos; las horas se anuncian normalmente mediante un timbre grave, los cuartos de hora con una secuencia de dos timbres, y los minutos mediante un timbre agudo. Por ejemplo, si son las 08:32, el Repetición de Minutos tocará ocho timbres graves que representan las 8 horas, dos secuencias de timbres que representan los 30 minutos y dos timbres agudos que representan los 2 minutos.

Chopard L.U.C Full Strike

Sus orígenes se remontan a finales del siglo XVII, cuando aparecieron los primeros relojes de sonería con repeticiones “mudas”, que tocaban las horas dentro de la caja produciendo un sonido sordo que solo podía detectarse si se tenía el reloj en la mano. Esto permitía a personas como los cortesanos, comprobar la hora con discreción en el reloj que guardaban en el bolsillo durante los aburridos comités y consejos reales, sin ofender al monarca. Pasado un tiempo, se introdujo una campana sujeta al interior de la tapa posterior del reloj, para que el martillo la golpeara.
Los relojes fueron evolucionando y se crearon piezas que no solamente tocaban las horas, sino también las repeticiones de cuartos, medios cuartos y cinco minutos. Los primeros ejemplos de Repetición de Minutos aparecieron a mediados del siglo XVIII, y a finales del mismo, A. L. Breguet diseñó un mecanismo que hacía sonar las horas, los cuartos y los minutos, sustituyendo la campana por un juego de timbres de alambre enrrollado que ocupaban un espacio más reducido y emitían distintas notas. A finales del siglo XIX, el mecanismo del Repetición de Minutos se perfeccionó tal y como lo conocemos ahora.

Chopard L.U.C Full Strike

Un reloj repetición de minutos resulta un hito excepcional para cualquier firma. La mayoría de los fabricantes de relojes consideran este mecanismo como la máxima complicación individual en relojería, auténticas obras maestras de la ingeniería mecánica de precisión. Cada reloj es único y exige un maridaje perfecto entre la innovación tecnológica y el aporte humano. Además, la gran cantidad de variables que intervienen en el sonido final implica que lograr el resultado perfecto sea una de tarea ingentes proporciones: materiales de la caja, martillos y timbres, geometría del movimiento y caja, espacio de resonancia, regulación, ecos, reverberaciones… Solo cuando todos los componentes están acabados, ensamblados y colocados de manera óptima se puede ofrecer una sonería de precisión y crear un sonido perfecto.
Ahí cabe destacar un punto importante, ya que, aunque un Repetición de Minutos representa el pináculo de la ciencia relojera, paradójicamente es también el más fácil de criticar: Incluso si no sabes nada sobre relojes, puedes juzgar si el sonido es o no el mejor. Para saber de qué estamos hablando, no hay mejor ejemplo que leer y “escuchar” el extraordinario artículo escrito por Enric sobre los Repeticiones de Minutos de Patek Philippe, en el que podréis gozar de las grabaciones de las 12 referencias de la firma ginebrina que incorporan esta gran complicación.

CHOPARD L.U.C FULL STRIKE

En 2006, para celebrar su décimo aniversario, la Manufactura L.U.C de Chopard lanzó el anteriormente citado L.U.C Strike One. Ahora, diez años después, nos presenta su lógica evolución. Totalmente diseñado, desarrollado, fabricado y ensamblado por Chopard, el L.U.C Full  Strike es la demostración del altísimo nivel de excelencia alcanzado por la firma. Su calibre L.U.C 08.01-L es uno de los movimientos más complicados e inventivos diseñados por la firma, y una muestra de ello son las quince mil horas de desarrollo que han sido necesarias para ponerlo a punto, así como sus tres patentes pendientes de aprobación.

Chopard L.U.C Full Strike

Conjunto timbres/cristal, esculpido de un solo bloque de zafiro

Sin duda, el elemento clave y más característico de este mecanismo son sus dos timbres: por primera vez en la historia de la relojería, el material elegido para su fabricación no es metálico, sino, inesperadamente, el cristal de zafiro.

Como bien sabéis, el zafiro ofrece una serie de propiedades que lo hacen idóneo para la fabricación de los cristales que protegen las esferas, como por ejemplo su transparencia, homogeneidad y dureza. Superando las ideas preconcebidas sobre el uso de los materiales, Chopard también aprovecha su excepcional capacidad acústica para producir sonido, y lo hace mediante una arquitectura que plantea los timbres y el cristal del reloj como un único elemento. Sí, habéis leído bien: timbres y cristal son una única pieza, esculpida en un solo bloque de zafiro, sin sellado, ni cola, ni tornillos, un concepto completamente único en la historia de la relojería y objeto de una patente. ¿Qué conseguimos con este diseño?. Pues evitar las rupturas y uniones del material, evitando así el perjuicio que causarían en la transmisión de las ondas acústica. La perfecta integridad física entre timbres y cristal transmite el sonido directamente al exterior del reloj, con toda su fuerza y toda su singular personalidad.

Chopard L.U.C Full Strike

La primera duda que nos asalta es la resistencia de esta aparentemente delicada y frágil estructura. Podemos estar tranquilos, ya que Chopard ha verificado la solidez del zafiro con una serie de pruebas que lo han sometido a más de dos millones de impactos bajo martillos de acero. La contrapartida de esta dureza es la tremenda dificultad que supone trabajarlo. Esculpir y extraer una arquitectura tan delicados de una materia tan resistente, sin romper el nexo entre los timbres y el cristal, ha requerido el uso de unas herramientas potentes y precisas a la vez. Solo el mismo montaje del conjunto timbres/cristal ha requerido más de tres años de puesta a punto, toda una hazaña técnica y humana.

Esta estructura de zafiro, unida al conjunto del movimiento y caja, ofrece una firma sonora única, de una inigualable pureza, rica, potente y resonante, que suena con la cristalina musicalidad del golpeo de un cuchillo sobre una copa de cristal. Los timbres golpeados por los dos martillos de acero, producen dos notas, do y fa, con un tintineo que resuena mucho tiempo, gracias a un factor de amortiguamiento muy débil. La riqueza tonal es de una amplitud completamente nueva, puesto que es la primera vez que el zafiro se utiliza como generador. El zafiro tiene también el papel de amplificador acústico.
Finalmente, el L.U.C Full Strike sorprende por la intensidad de su sonería, que para Chopard no era un fin en sí misma y que jamás se habría obtenido en detrimento de la calidad del sonido. Suena de manera uniforme durante los 16 segundos en que el reloj marca las 12h59, un resultado extremadamente difícil de lograr para una proeza relojera así.

Chopard L.U.C Full Strike

Mecanismo de sonería

Un aspecto que también debemos valorar en su justa medida es que el regulador que da el ritmo a la sonería es completamente inaudible. A veces, los componentes utilizados para la sonería emiten un clic al final de la melodía, pero en caso del L.U.C Full Strike esto no sucede. Además resuelve uno de los problemas más molestos de una repetición de minutos: los silencios entre el último golpe de las horas y el primero de los cuartos, y entre el último golpe de los cuartos y el primero de los minutos, durante los que el propietario del reloj debe esperar y en ese momento se pregunta si su reloj sigue funcionando. El calibre 08.01-L salta estos silencios automáticamente gracias a que las ruedas de las horas, de los cuartos y de los minutos están superpuestas y se arrastran mutuamente. Cuando una de ellas ha terminado su labor, automáticamente se desencadena la siguiente, con un tiempo constante, cualquiera que sea el número de golpes que tienen que sonar a continuación.

Otra particularidad del Chopard L.U.C Full Strike es que no dispone de la habitual corredera, sino que activaremos la sonería mediante un pulsador integrado en la corona. La corredera es el elemento deslizante mediante el cual suministramos la energía al mecanismo de sonería, y que hace que suene una vez llega al final de su corto recorrido. Como veremos, Chopard va más allá y no recurre a esta palanca de armado instantáneo, sino que utiliza la energía almacenada en un barrilete exclusivamente dedicado a la repetición de minutos.

Chopard L.U.C Full Strike

Calibre L.U.C 08.01-L, sin la platina

Este mecanismo está diseñado en dos niveles bien diferenciados: mientras el inferior mide el tiempo, el estrato superior contiene todos los elementos de la repetición de minutos. En total, suman un espesor de sólo 7,97 mm, que permitirán que el Chopard L.U.C Full Strike ofrezca un grosor muy contenido de 11,55 mm, sobretodo si tenemos en cuenta que estamos ante un mecanismo de más de 500 piezas. Como todos los guardatiempos de Chopard que forman parte de la colección L.U.C, el calibre L.U.C 08.01-L está certificado por el Control Oficial Suizo de Cronometría (COSC).

Chopard L.U.C Full StrikeLa reserva de marcha es un punto importante a analizar, ya que dispone de dos barriletes, uno dedicado a almacenar la energía que utilizará la indicación horaria, y otro destinado a la repetición de minutos. Mientras el primero nos ofrece una reserva de marcha de 60 horas, el dedicado a la sonería permitiría sonar doce veces al dar la hora más larga posible, las 12h59’. Para alimentarlos, la corona está acoplada a un diferencial, que transmite la fuerza manual hacia el barrilete correspondiente en función de su sentido rotación. Los nivel de carga correspondientes se nos muestran en un indicador en forma de arco y dos agujas en un mismo eje, que se sitúa a las dos horas. La autonomía del movimiento se indica en la escala interior mediante una manecilla de oro rosa, mientras la sonería viene identificada con el símbolo de una pequeña campanilla y la manecilla azulada. En un mecanismo tan delicado como una repetición de minutos, los elementos de seguridad cobran una importancia vital, tanto los que afectan al mecanismo como a la calidad del sonido. Para ello, Chopard ha implementado en el L.U.C Full Strike una serie de elementos que protegen su durabilidad y calidad. Por ejemplo, cuando el nivel de reserva de marcha de la sonería está demasiado baja, se desactiva la repetición de minutos. Asimismo, para evitar los posible daños que causaría el intento de efectuar una puesta en hora durante la sonería, la corona se desconecta del movimiento. Durante ese momento, el pulsador que inicia la marcha, integrado en la corona, está también desactivado, porque requerir un segundo inicio podría forzar el embrague de la sonería.

Chopard L.U.C Full Strike

Calibre L.U.C 08.01-L, con la platina

Pero por muy mecánicamente seguro y fiable que sea un repetición de minutos, éste perderá gran parte de su valor si suena de manera imperfecta, por lo que Chopard ha creado unas seguridades complementarias que garantizan la regularidad de la sonería.La toma de información se hace sobre los husos por medio de los picos que están sobre los rastrillos, pero la restitución de la información no se hace directamente a través de estos rastrillos, como se hacía tradicionalmente, sino mediante unos rochetes que accionan los pernos. Esto propicia un rendimiento del engranaje, que permite aumentar la seguridad y garantizar un tempo regular. Esta disposición se encuentra habitualmente para las horas, sin embargo, en este calibre se ha ampliado a los cuartos y a los minutos.
Chopard también ha solucionado el riesgo de irregularidad de la intensidad sonora. Para evitar que los últimos golpes sean débiles, una disposición coaxial de los rochetes asegura una buena subida de los martillos y por tanto una fuerza de golpeo constante sobre los timbres. Además, una unión flexible entre el rochete de las horas y el de los cuartos garantiza un tempo constante entre el último golpe de las horas y el primer golpe de los cuartos, cualquiera que sea el número de cuartos a tocar.

Caja y esfera, la cara visible de la musicalidad

El contenedor de esta obra de arte es una elegante caja de 42,50 mm de diámetro y 11,55 mm de grosor, fabricada en oro rosa Fairmined (recordemos que el oro Fairmined es oro «ético», extraído por pequeñas comunidades mineras artesanales certificadas por la norma « Fairmined » , un sistema de certificación que tiene por objeto la creación de oportunidades para estas comunidades en situación de desventaja económica). Fiel al diseño de los relojes L.U.C, exhibe una carrura con satinado vertical, que contrasta con su bisel y fondo pulidos.

Chopard L.U.C Full Strike

Tratándose de un Repetición de Minutos, su hermeticidad de bares (30 metros) resulta más que suficiente. Dando por buena la suposición de que su propietario no cometerá la insensatez de disfrutarlo en actividades deportivas acuáticas (ni por supuesto, en cualquier actividad deportiva), esta cifra nos permitirá estar tranquilos ante una eventual y breve exposición al agua, ya sea al lavarnos las manos o al soportar una lluvia inesperada.

Consecuentemente con su carácter distinguido, el Chopard L.U.C Full Strike se entrega junto a una correa de cocodrilo de doble faz, cosida a mano y teñida con pigmentos vegetales. Así, aunque lo que se admire sea su esfera o su movimiento, el reloj siempre se viste con el mismo precioso cuero.

A primera vista y debido a la ausencia de la corredera, sus formas equilibradas no nos remite directamente a un Repetición de Minutos, y debemos observar con detalle la esfera calada para descubrir en ella los dos martillos asociados a la sonería.

Completamente realizada en oro y con un fondo plateado opalino, la esfera se limita a un anillo perimetral que incluye, además del indicador de las reservas de marcha, la escala horaria mediante numerales romanos entre las 12 y las 7 horas, liberando así el espacio suficiente para albergar dichos martillos en su mismo plano. Aunque parece que esté flotando, este anillo está fijado al movimiento en su eje central, mediante el logo de L.U. Chopard, y con el pequeño segundero.

Envolviendo a la esfera se asienta el conjunto timbre/cristal de zafiro, implementando en su perímetro una vía ferrea de minutos grabada bajo su superficie. Por su parte, as manecillas encargadas de cuantificar la indicación horaria adoptan la singular tipología dauphine de todos los L.U.C.

Chopard L.U.C Full Strike

La atención que se concede a los detalles se aplica a todo el conjunto. Muestra inequívoca de ello es que el Chopard L.U.C Full Strike se ha hecho acreedor de lucir el distinguido sello del Punzón de Ginebra grabado en el reverso del movimiento. Todos los componentes del calibre 08.01-L están cuidadosamente acabados, bien con un perlado, o con Côtes de Genève o bien mediante líneas trazadas. En todos los casos, se someten un meticuloso achaflanado completamente realizado a mano. Su platina y sus cuatro sinuosos puentes están realizados en alpaca sin tratar, con su tono natural, gris ligeramente dorado, apreciándose perfectamente a través del fondo de zafiro.

Chopard L.U.C Full Strike

En definitiva, el Chopard L.U.C Full Strike se sitúa como uno de los relojes más complicados jamás fabricados por Chopard junto al ya mítico L.U.C 150 All-in-One, encarnando todo el savoir faire desarrollado en la manufactura L.U.C de Fleurier en sus veinte años de vida. Es el resultado de la perfecta combinación entre el ingente esfuerzo realizado en I+D y el fascinante trabajo en su diseño, rematado con la exquisita perfección de los acabados artesanales.

Bajo el número de referencia 161947-5001, el Chopard L.U.C Full Strike se lanza en una edición limitada a 20 unidades.

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Ingeniero geólogo, Master en Geología Marina y Master en Restauración Medioambiental, Co-fundador y editor en Watch-test. Opinión, pasión y rigor, son los pilares fundamentales que sustentan la redacción de mis artículos. La clave, disfrutar de una profesión que coincide con mi afición.

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