A pocos días del inicio de la esperada feria de Baselworld, Chopard nos avanza tres de las novedades que la firma lanzará en el marco de dicho evento. Los L.U.C Lunar One, Mille Miglia Classic Chronograph y Happy Ocean son los elegidos para la ocasión, cada uno de ellos formando parte y exhibiendo los trazos característicos de las tres colecciones más importantes de Chopard: la excelencia relojera de los L.U.C, la inspiración automovilística de los Classic Racing, y la feminidad de los Happy Diamonds.
L.U.C Lunar One
El año pasado Chopard nos avanzó el espectacular L.U.C Perpetual Chrono, un reloj completamente nuevo que reunía por primera en la Manufactura la gran complicación de calendario perpetuo con un cronógrafo flyback y la indicación de fase lunar. Sin embargo, este año estamos ante un lanzamiento menos significativo, no en cuanto a su complicación, diseño o nivel de acabados, sino respecto a su condición de novedad. Se trata de la versión en platino del reconocidísimo L.U.C Lunar One, un calendario perpetuo, con gran fecha y fases de la luna presentado en 2005 y que recibió un acertado restyling hace escasos años. Uniéndose a los modelos en oro rosa y blanco ya existentes, este L.U.C Lunar One se diferencia rápidamente de ellos por el precioso color azul de su esfera en contraposición al plateado que exhiben las dos referencias con caja de oro.
Con número de referencia 161927-9001 y fabricado en una serie limitada a únicamente 100 ejemplares, la caja de platino este L.U.C Lunar One mantiene los 43 mm de diámetro y 11,47 mm de grosor. El elegante contraste entre el acabado pulido del bisel y las asas y el satinado vertical de la carrura, tiene continuidad en la esfera azul gracias a su decoración satinada con rayos de sol, que se irradia desde el logo L.U.Chopard situado a las 12.
Una minutera chemin de fer perimetral da paso a los grandes índices romanos aplicados y a los cuatro elementos claves de las complicaciones de calendario perpetuo y fase lunar del L.U.C Lunar One, ajustables mediante tres discretísimos pulsadores ubicados en la carrura
- Doble ventana de gran fecha bajo las doce.
- Indicador del mes y de año bisiesto a las tres horas.
- Pequeño segundero y fase lunar a las seis horas.
- Indicador del día de la semana y dia/noche a las nueve horas.
En total, nueve son las indicaciones que se muestran en la esfera, todas ellas con una excelente legibilidad gracias al impecable trabajo llevado a cabo por el departamento de diseño de Chopard. A su perfecta arquitectura hemos de sumarle su acertada paleta cromática, que combina el preeminente color azul de la esfera con el monocromatismo del resto de elementos (rodiado de manecillas e índices y serigrafía blanca de las escalas), únicamente alterado por el sutil y dinámico detalle en rojo del año bisiesto a las tres horas.
La función que da nombre al L.U.C Lunar One es, evidentemente, la indicación de fase lunar. De hecho, no se trata de un simple disco que da vueltas bajo la esfera, sino de un juego completo de piezas que indican la apariencia exacta de la luna y que, además, la hacen girar en el cielo azul noche. Esta luna orbita, situada de un cielo cubierto por las estrellas que podemos ver desde el hemisferio norte, imita el trayecto del astro nocturno, y habrá que esperar 122 años para que presente un desfase de un día con la luna real, en cuyo momento solo precisará de un ajuste.
Alimentado por los dos barriletes de su tecnología Twin, el calibre L.U.C 96.13-L dispone de una reserva de marcha de 65 horas. Sus dos muelles son tensados mediante un micro-rotor descentrado fabricado en oro de 22 quilates y decorado con guilloché y el logo L.U.C. Con sus puentes con Côtes de Genève biselados, su platina perlada, sus aceros pulidos en espejo y su regulador de gran cuello de cisne, no solo cumple los más altos estándares de calidad de la Manufactura Chopard, sino que, además, porta el prestigioso Punzón de Ginebra. Este no es el único certificado que ostenta el calibre L.U.C 96.13-L ya que, como todos los L.U.C, su precisión cronométrica es avalada por el C.O.S.C.
Por último, me gustaría destacar que se entrega con una correa de aligator azul mate, un color muy especial que Chopard reserva para aquellos relojes fabricados en platino y que implementan esta misma esfera azul, dos hasta este momento: el L.U.C XPS Poiçon de Genève y una versión del L.U.C Quattro.
Mille Miglia Classic Chronograph
Retomando la estética más vintage de los Mille Miglia, Chopard nos presenta a duo los Mille Miglia Classic Chronograph, dos versiones masculina y femenina claramente diferenciadas. Inspirados en los bólidos que tomaron parte en la Mille Miglia entre 1927 y 1940, el primero adopta un tamaño de 42 mm, mientras el segundo se queda en unos 39 mm más acordes con las medidas más contenidas de la muñeca femenina. Fabricadas en acero, las cajas exhiben un acabado pulido que, en el caso del modelo para la mujer, implementa un engaste de 51 diamantes en su bisel.
El Mille Miglia Classic masculino muestra una esfera negra, que pasa a ser nacarada blanca en el femenino. Sobre ellas se disponen los tres contadores del pequeño segundero, totalizador de 12 horas y totalizador de 30 minutos según una configuración 3-6-9 horas, acompañados por los grandes numerales horarios de tipografía vintage, la escala de segundos y la escala taquimétrica serigrafiada sobre el realce perimetral, esta última solo en la versión masculina.
Las dos grandes agujas de horas y minutos de tipo espada comparten eje central con la trotadora cronográfica. A las 16:30 encontramos la discreta ventana de la fecha, que pasa casi desapercibida ante la llamativa presencia de los dos únicos elemento que aportan un toque de color al monocromatismo de estos relojes: el logo en forma de flecha de la Mille Miglia bajo las doce horas y el extremo de la segundera central, ambos de un vivo color rojo. Los dos modelos están montados sobre la habitual correa de caucho que recupera el relieve del famoso neumático Dunlop Racing de los años 1960, blanco para la versión femenina y negra para la masculina.
Aunque el diseño de este reloj es prácticamente idéntico al del Chopard Mille Miglia 2016 XL Race Edition en acero lanzado en Baselworld y a su versión en oro presentada al cabo de un mes, el intercambio de posiciones de los totalizadores ya nos avanza que el calibre no es el mismo; si en esa ocasión utilizaba el movimiento manufactura L.U.C 03.05-C, un movimiento cronógrafo flyback con rueda de pilares creado en los talleres de Fleurier Ebauches, los dos nuevos Chopard Mille Miglia Classic Chronograph recurren al calibre ETA 2894-2, un movimiento modular con 42 horas de reserva de marcha que late a 28.800 alternancias por hora.
Happy Ocean
Si los anteriores modelos adoptan diseños ya conocidos, los Chopard Happy Ocean suponen su contrapunto más sorprendente al unir su indiscutible estética como reloj de submarinismo con la opulencia de los diamantes bailando libremente sobre su esfera.
Nacido hace 41 años, el Happy Diamonds original exhibía una caja almohadillada y brazalete de oro blanco, con esfera negra sobre la que se movían los diamantes… y estaba destinado al público masculino. En 1993, Chopard combinó la insuperable nobleza de los diamantes con el terrenal acero, creando así la colección Happy Sport. Ahora, convertido en todo un icono femenino, adopta su look más deportivo con estas dos primeras versiones del Happy Ocean.
Con caja de acero de 40 mm de diámetro y 13,66 mm de grosor, los Happy Ocean tienen una hermeticidad de 300 metro, y disponen de un bisel giratorio unidireccional que incorpora un anillo de aluminio con revestimiento bicolor, azul-turquesa o azul-frambuesa según la versión, y grandes muescas en su lateral para facilitar el grip al utilizarlo.
Sobre la esfera de color azul oscuro, los cinco diamantes móviles parecen flotar sobre ella, aunque en realidad las piedras no bailan sobre el dial, sino entre dos cristales de zafiro. Grandes índices luminiscentes facilitan la lectura en las peores condiciones posibles, acompañados por las tres manecillas de horas, minutos y segundero central. La minutera está ribeteada en color turquesa o frambuesa en perfecta coordinación con el tono del bisel. Otro detalle a tener en cuenta: si os fijáis bien, podréis descubrir que la escala perimetral esconde la frase BE HAPPY SPORT, doce letras que coinciden con los índices horarios. Los índices y las agujas de las horas son luminiscentes, en azul para los índices y las agujas de horas y segundera, y verde para las indicaciones necesarias durante una inmersión: la manecilla de minutos y el marcador redondo del bisel que nos marca el tiempo de inmersión.
Y, para terminar, una gran primicia entre los relojes que la Casa Chopard dedica a las mujeres: la introducción de la correa NATO en color azul, un tejido deportivo y ligero que resulta ideal para un deportivo reloj de submarinismo, aunque por contra, le resta polivalencia. El “problema” tiene fácil solución: sólo deberemos adquirir una correa de aligator que nos permitirá lucirlo en aquellas ocasiones en que la elegancia más clásica sea indispensable.
Bajo la trasera grabada con olas se esconde el calibre manufactura 01.01-C, un movimiento automático completamente desarrollado y producido en los talleres de Fleurier Ebauches. Ya latiendo en el interior de los Mille Miglia GTS Automatic y algunos de los Imperiale de 40 mm, este mecanismo dispone de una excelente reserva de marcha de 60 horas, además del certificado cronómetro que otorga el C.O.S.C.
He de reconocer que me gusta el diseño de los Happy Ocean, y si en un futuro se lanzara una versión masculina, sería un reloj que los numerosos aficionados a los diver deberían tener muy en cuenta.