Chopard Grand Prix de Monaco Historique 2014, ahora en oro y titanio
En la pasada feria de Baselworld, Chopard nos descubrió la edición 2014 del cronógrafo Grand Prix de Mónaco Historique, una prueba automovilística que se realiza cada dos años y que patrocina la marca por séptimo año consecutivo. Por primera vez, reuniendo este cronógrafo con las posteriores referencias solo hora y reserva de marcha, los GPMH conforman una nueva colección dentro de los Classic Racing al mismo nivel de la Mille Miglia o la Superfast.
Los tres modelos lanzados en Basel lucían una caja de titanio junto a una deportiva combinación cromática entre el negro del bisel y contadores con el amarillo del realce interior y agujas cronográficas. Ocho meses después, Chopard nos desvela tres nuevas versiones de estos mismos modelos, ahora en oro rosa y titanio. Así, mientras la caja de 44,50 milímetros mantiene la ligereza del titanio y su fondo en acero, el noble metal se ha reservado para la corona, los pulsadores cronográficos, las manecillas y el bisel, aunque este último sigue implementando el anillo negro de aluminio con la escala taquimétrica. Adicionalmente, se ha eliminado cualquier rastro del agresivo amarillo, un cambio que, junto a la presencia del oro, le confiere una imagen más cálida y versátil respecto a los anteriores GPMH presentados en Basel.
No soy muy partidario de recurrir al oro en piezas de marcada estética deportiva como los que nos ocupan, pero he de reconocer que en los nuevos Grand Prix de Mónaco Historique, Chopard ha conseguido resolver a la perfección este subjetivo inconveniente, limitando su uso a ciertos componentes muy concretos y aislados (bisel, corona, pulsadores y manecillas), y dejando incólume la caja y el brazalete.