Chopard Imperiale 36mm Jade Lavanda

Si el Chopard L.U.C XP Urushi “Year of the monkey” es la propuesta masculina de Chopard para el año nuevo chino que empieza el próximo 8 de febrero, el universo femenino recibe el Chopard Imperiale 36mm Jade Lavanda, un reloj que, como bien nos indica su nombre, se caracteriza por implementar este bello material tan importante para la cultura china, adoptando un elegante cromatismo violáceo. Debido a que el jade no es un material habitual en relojería, aprovecharemos este artículo para presentar sus características principales e historia.

Material y color

Ambos elementos, el jade y el color violeta, tiene su propio significado en la cultura china. Un viejo proverbio dice: “Es tan rojo que es violeta”. Un rojo profundo, color de buen augurio y que inspira respeto. Este color da a entender que algo es lo mejor que se puede dar de sí. Si el Chi de una persona es violeta, indica que es altamente noble, con gran fortuna y poderosa.

Jade es un término genérico para dos piedras metamórficas diferentes, la nefrita y la jadeíta, compuestas de diferentes minerales silicatados. Como material se ha utilizado para fabricar utensilios y adornos desde hace más de 5000 años. A lo largo del tiempo se desarrolló un verdadero culto del jade en las culturas prehispánicas de Mesoamérica y en el imperio chino. La jadeíta muestra tonos que incluyen el verde, blanco, rosa, rojo, negro, marrón y violeta, mientras que la nefrita  va principalmente de verde medio a oscuro o gris-verde, pero puede ser también blanco, amarillento o rojizo. El más valorado es el jade verde esmeralda, llamado «Jade Imperial», que debe su color al cromo, mientras que el color violeta, que es el que hoy nos interesa, es el resultado de incluir al manganeso.

El jade era valorado por su dureza, resistencia, cualidades musicales, y belleza, especialmente gracias a sus sutiles propiedades físicas y colores translúcidos. Los chinos consideran el jade como “la esencia del cielo y de la tierra”. Cuando está pulido y tallado, se le atribuyen ciertas características culturales. Según la cosmología china antigua, el firmamento era considerado redondo y la tierra cuadrada. Así, un ornamento ceremonial de jade redondo con un agujero en el centro, es llamado bi, y es tallado para honrar a los dioses del cielo, mientras que un ornamento de jade largo y hueco con los lados rectangulares, es llamado ts’ung, y es destinado a honrar los espíritus de la tierra.
Según la leyenda china antigua, el fénix y el dragón son las deidades animales que eran la fuente de vida de los clanes familiares. Por esta razón, el jade fue utilizado a menudo como material para tallar estos animales fantásticos y usarlos como elementos decorativos, simbolizando nobleza de un caballero y son el origen del refrán chino: “la moral del caballero es como el jade”.

Más adelante, los artículos de jade fueron tallados específicamente para acompañar a los muertos en su entierro, basándose en la idea que las calidades del jade de nobleza, perfección, constancia e inmortalidad, prevendrían el cuerpo físico de descomponerse. La mayoría de piezas talladas eran ornamentales, destinadas tanto a su exhibición como a ser artículos de uso personal (peines, horquillas, pulseras, colgantes, etc.).
Los ornamentos de jade siguen siendo populares hoy en día, cuando comprar, usar y regalar artículos de jade sigue siendo muy común, viéndose como el regalo ideal para aquellos que hacen un trabajo conjunto y para los hijos cuando se casan. Incluso hoy en día, los chinos conservan la idea que además de ser hermoso, puede proteger contra la desgracia y traer buena suerte. Más allá de mantener su papel histórico, el arte del jade se ha desarrollado con creatividad y habilidad, y se ha convertido en una parte imprescindible de la vida diaria china y en símbolo eterno de su magnífica civilización y cultura. Un ejemplo de ello es que las medallas entregadas en la Olimpiada de Beijing (Pekín), llevaban incrustada un anillo de jade en forma de bi en su parte posterior.

Chopard Imperiale 36mm Jade Lavanda

La Imperiale es una colección femenina que incluye diferentes vertientes: relojes, joyería y complementos, todas ellas bajo un mismo patrón común en cuanto a su elegancia, estética y diseño. El reloj Imperiale nació en los años 90 y fue completamente rediseñado en 2010. Actualmente, sus más de 60 referencias adoptan unos trazos maestros comunes: caja redonda de formas  simples y asas en columna, y una esfera con numerales romanos y manecillas de tipo espada. Sus diámetros se sitúan en los 28, 36 y 40 mm, pero crece hasta los 42 mm en el Imperiale Tourbillon, la pieza más complicada de esta colección, aunque la gran mayoría de los modelos acogen las funciones básicas de horas, minutos y segundero central, a las que se suma la fecha en las referencias de 36 y 40 mm. Los cronógrafos se acogen a este último tamaño para ofrecernos una esfera de configuración tri-compax. Como cabía esperar, en su interior laten tanto calibres de cuarzo como mecánicos (de remonte manual o automáticos).
Los materiales utilizados en sus cajas son el acero y el oro, ya sea amarillo, rosa o blanco, mientras algunas referencias exhiben engastado de diamantes en diferentes elementos como esfera, bisel, asas, brazalete, y amatistas en el cabujón.

El Chopard Imperiale 36mm Jade Lavanda reúne muchos de los elementos que hemos citado anteriormente, pero nos ofrece una estética muy diferenciada gracias al color violeta de su esfera de jade y correa de aligator. Su caja de 36 mm luce un engastado de diamantes en su bisel, cubre asas, asas y en la corona en forma de flor de loto. Con un grosor de 9,30 mm, su hermeticidad alcanza los 50 metros. Por su parte, la esfera lavanda nos transmite los delicados y sutiles matices que emite el jade, totalmente individuales para cada reloj, que se acompañan por las manecillas esqueletadas en forma de espada o daga. Perimetralmente se ubican cuatro numerales romanos en las posiciones cardinales, junto a ocho índices engastados en diamantes, una técnica que se repite en el aro central.

En conjunto, su elegancia resulta embriagadora, fruto del delicado trabajo de engaste y su perfecta armonía con el oro blanco y la seductora tonalidad violácea del frágil jade y su correa.
Por suerte, en su interior vibra un calibre mecánico, un movimiento de remonte automático que late a 28.800 alternancias por hora (4 Hz), y dispone de una reserva de marcha de 42 horas.

Con el número de referencia 384242-1010, el Chopard Imperiale 36mm Jade Lavanda estará únicamente disponible en las Boutiques Chopard.