Chopard L.U.C GMT One, el primer viajero de la Manufactura
El Chopard L.U.C GMT One es el primer reloj de la firma con segundo huso horario, gracias al nuevo calibre L.U.C 01.10-L, y ofrecido en caja de acero u oro.
Durante este 2016, Chopard celebra los 20 años de su manufactura en Fleurier, dedicada a la creación de sus relojes L.U.C. Durante estas dos décadas, Chopard ha levantado una de las colecciones más interesantes que podemos encontrar, basada, hasta ahora, en diez calibres manufactura y 87 variantes, caracterizados por su extraordinario nivel técnico, mecánico y cronométrico, virtudes a las que debemos sumar unos acabados de excepción. Con piezas tan impresionantes como los L.U.C 150 All-in-One, L.U.C Perpetual Chrono, o el L.U.C Triple Certification Tourbillon, Chopard ha conseguido situarse en la cúspide de la Alta Relojería, ofreciéndose como una excelente alternativa a las firmas más clásicas y tradicionales.
Por suerte, la colección L.U.C no para de crecer, y ahora, con motivo de la celebración de esta efeméride, la firma de Fleurier lanza dos nuevo modelos que cubren una de las lagunas de los L.U.C en cuanto a usos y complicaciones se refiere: los Chopard L.U.C GMT One y los L.U.C Time Traveler One, dos modelos destinados a los viajeros gracias a sus respectivas funciones de segundo huso horario y de horas mundiales. En este artículo analizaremos el primero de ellos, que conlleva el debut del calibre L.U.C 01.10-L, un nuevo movimiento base con la función GMT integrada.
L.U.C GMT One
La función GMT o de segundo huso horario es una complicación bastante común y popular, debido a su evidente uso práctico diario para aquellas personas que se mueven en distintos husos horarios, un hecho más que habitual en nuestro mundo global; hoy en España, mañana en Ginebra, y en una semana, rumbo a Tokio… Como bien sabéis, esta función nos permite leer, simultáneamente, la hora de referencia de nuestra casa y la de nuestro destino. Aunque son comunes los relojes que recurren a un subdial dedicado, el L.U.C GMT One muestra esta función a través de una aguja central, que señala la lectura sobre la escala periférica de 24 horas. Controlada mediante la corona ubicada a las 4 horas, la manecilla GMT es claramente visible gracias a su color anaranjado, la misma tonalidad que reciben los numerales horarios del anillo GMT de 24 hora en su mitad “nocturna” sobre fondo negro, entre las 18’30 horas de la tarde y las 6’30 de la mañana, mientras que en la zona diurna son de color blanco sobre fondo gris pizarra satinado.
Este disco GMT perimetral “envuelve” la esfera interior, que podríamos definir de configuración convencional: un anillo con decoración circular, que incluye una escala horaria chemin de fer con numerales arábigos en las posiciones cardinales y grandes índices de tipo flecha en el resto, a la que se le superpone a una escala de 60 fracciones, destinada a la lectura de minutos y segundos. Solapándose parcialmente con ella, a las 6 horas se abre la discreta pero a la vez imprescindible ventana de fecha, cuyo límite superior invade ligeramente el círculo central de la esfera, de color negro con la ya tradicional decoración de los L.U.C, un satinado con rayos de sol centrada sobre la leyenda L.U.C Chronometer bajo las doce horas.
Como podemos ver, las cuatro manecillas comparten un mismo eje central: La de horas y la de minutos, adoptando la típica forma dauphine de los L.U.C, la fina y esbelta trotadora central, y la ya anteriormente citada aguja de la función GMT en color naranja y de punta triangular. Las dos primeras y ésta última, implementan Super-LumiNova, la misma sustancia fotoluminiscente con la que están pintados los índices y números de las escalas.
Gracias a la configuración de su esfera, nítida y sencilla, la legibilidad del Chopard L.U.C GMT One es sencillamente excelente, cumpliendo la que debería ser una premisa básica de todo GMT: la lectura rápida y simple de ambos husos horarios. Además, debemos sumarle la facilidad de ajuste de sus funciones: la corona ubicada a las dos horas y rematada con el grabado del logo L.U.C, controla la sincronización de horas y minutos de la hora local (local time) y de la fecha, mientras que la situada a las 4 horas, luciendo la significativa imagen simplificada del globo terrestre con meridianos y paralelos, está destinada al ajuste de nuestra hora de referencia (home time).
El Chopard L.U.C GMT One se ofrece en dos versiones: en acero (Ref. 168579-3001) y en oro rosa (Ref. 161943-5001). Sin duda, resulta una gran noticia para los aficionados que, después de ser utilizado en el espectacular L.U.C Perpetual Twin presentado este mismo año en Baselworld, la firma siga apostando por el acero para construir sus L.U.C, una tendencia que el mercado pedía desde hace tiempo, y que poco a poco va calando entre las grandes marcas del sector.
Con un perfecto y cómodo diámetro de 42 mm y un grosor de 11,71 mm, la caja tiene una hermeticidad de 50 metros. Sus suaves formas redondeadas se complementan con su doble acabado, ya que, mientras la carrura muestra un satinado vertical, el bisel y el fondo están pulidos. Como es habitual en los L.U.C, se entrega con una correa de aligator negra con forro interior, también de aligator aunque de color marrón.
Aún no disponemos de las imágenes de la versión en oro rosa, pero sí sabemos que va acompañada de una esfera de color marrón, un color que se repite en la mitad nocturna del anillo GMT.
El corazón del Chopard L.U.C GMT One es uno de sus principales atractivos. El calibre L.U.C 01.10-L no es una variante de un mecanismo existente, sino que se une a los diez movimientos base de Chopard ya existentes. Este calibre automático es un GMT integrado, o sea, no ofrece esta complicación mediante el habitual módulo GMT para unirlo a un movimiento base, sino que Chopard a partido de una hoja en blanco para diseñar un movimiento que integre la función GMT. Con una reserva de marcha de aproximadamente 60 horas, el L.U.C 01.10-L late a 28.800 alternancias por hora (4 Hz) y destaca por su elevada precisión cronométrica, que lo hace acreedor, como todos los relojes de la colección L.U.C, de la certificación C.O.S.C.
A través del cristal de zafiro que cierra la trasera, podemos admirar su impecable nivel de acabados, una muestra más del excepcional trabajo que Chopard lleva a cabo en los L.U.C, con los puentes y masa oscilante con Côtes de Genève, y la platina y superficies internas perladas, además del achaflanado y pulido de todos sus componentes.
De momento sólo disponemos del precio de la versión en acero, en mi opinión la referencia más interesante de las dos: 9.360 €, un precio más que justo por un reloj de indudable calidad e impecable factura, la misma que Chopard ofrece en todos sus L.U.C, con el añadido de implementar un nuevo calibre con la siempre práctica función GMT, indispensable para cualquier “caballero trotamundos”.