Dentro de la colección Mille Miglia de Chopard, los Classic se caracterizan por ser su apuesta más vintage. Los penúltimos representante fueron los Mille Miglia Classic Chronograph lanzados este año durante la feria de Baselworld en dos versiones masculinas y femeninas bien diferenciadas: la primera con un diámetro de 42 mm y esfera negra, y la segunda con caja de 39 mml, bisel engastado y esfera nacarada. Siguiendo su estela, Chopard nos presenta, en edición limitada a 1000 ejemplares, una nueva versión que implementa como novedad una esfera galvanizada en color azul.
Chopard Mille Miglia Classic Chronograph, ahora en versión azul
No es éste el único cambio en esta versión, ya que el dial implementa, inesperadamente, una decoración satinada circular que le confiere un precioso look más dinámico y exclusivo, alejándose del habitual satiné soleil utilizado por Chopard. Por si fuera poco, el Chopard Mille Miglia Classic Chronograph se entrega con una correa de becerro barenia marrón que no hace sino resaltar su belleza y acrecentar la percepción de calidad, además de incrementar su polivalencia y elegancia.
Su caja de acero tiene un diámetro de 42 mm, una medida tremendamente universal que, conjuntamente con su contenido grosor de 12,67 mm, lo convierten en un reloj cómodo de llevar. Manteniendo el acabado pulido general, los pulsadores cronográficos de formas tradicionales acompañan la corona acanalada, mientras la trasera es cerrada por un cristal de zafiro con el logo Mille Miglia en el contorno que lo rodea.
Sobre la esfera azul con satinado circular se disponen los tres contadores del pequeño segundero, totalizador de 12 horas y totalizador de 30 minutos según una configuración 3-6-9 horas, acompañados por los grandes numerales horarios de tipografía vintage, la escala de segundos y la escala taquimétrica serigrafiada sobre el realce perimetral. Las dos grandes agujas de horas y minutos de tipo espada comparten eje central con la trotadora cronográfica. A las 16:30 encontramos la discreta ventana de la fecha, que pasa casi desapercibida ante la llamativa presencia de los dos únicos elemento que aportan el deportivo detalle de contraste cromático: el logo en forma de flecha de la Mille Miglia bajo las doce horas y el extremo de la segundera central, ambos de un vivo color rojo.