The Empress Watch es la fuerza narrativa de los grandes mitos proyectados en la modernidad. La joya de la corona de la línea Imperiale revisita cada dos años los grandes imperios de la historia para crear la versión más sofisticada de esta colección. Representa el testimonio de toda su diversidad y muestra toda la experiencia de los oficios artísticos del relojero-joyero. Tras el homenaje a Bizancio y a la magia de Oriente, y después de los encantos solares de la civilización Inca, Caroline Scheufele, copresidenta y directora artística de Chopard se ha dejado llevar por el imaginario de la Rusia Imperial para crear un objeto artístico de una increíble riqueza poética y de un deslumbrante saber hacer artístico y técnico.
Eminentemente femenina, la colección Imperiale destaca por la riqueza y la delicadeza de sus detalles. Completamente rediseñada en 2010, se ha convertido en una línea icónica de la relojería femenina en Chopard. En 2011 el reloj Imperiale inspiró una colección de joyas de elegante sofisticación. Los entrelazados de encaje recortan el perfil de un motivo decorativo que evoca a los bordados de las colgaduras y los almohadones sobre los que los monarcas tenían por costumbre colocar sus símbolos. Presente en cada una de las colecciones de The Empress Watch y en toda la colección de relojes y joyas Iperialem, este motivo confiere a la línea su fuerza de carácter y su imponente porte.
Para la edición 2018 de The Empress Watch los talleres han creado un excepcional reloj secreto, del cual sólo se fabricarán ocho unidades. Adornada con un delicado juego de arabescos, la tapa, cuyo sistema de apertura se realiza mediante presión sobre la corona, está engastada de diamantes y de perlas y en su centro se encuentra un rubí. Los entrelazados de encaje tridimensional permiten adivinar el púrpura imperial que es la cuna de esta joya. En el centro del bisel, también engastado de diamantes, se despliega una suntuosa esfera de esmalte «Grand Feu» en color rojo, cuya realización ha requerido más de veinte horas de trabajo. En su corazón se encuentra grabado a mano el motivo emblemático de la colección Imperiale adornado de diamantes. Las agujas rodiadas de las horas y los minutos adoptan forma de espada, y acompañan los índices engastados de diamantes
En cuanto a la caja de 38 mm de oro blanco, alberga un movimiento automático L.U.C 96.23-L3 completamente concebido, desarrollado y decorado a mano, siguiendo técnica del grabado fleurisanne, en el seno de los talleres de la Manufactura Chopard en Fleurier. Este mecanismo late a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora (4 Hz), y dispone de una excelente reserva de marcha de 65 horas.