Y es que con la presentación del Poker, la Manufactura Claret completaría una teórica trilogía cuyos predecesores fueron el 21 Blackjack y el Baccara, la conocida como Montres Ludiques Interactives y que está dedicada a una de las mayores pasiones de Christophe Claret: el mundo del juego. De hecho, y según la misma nota de prensa reza en la introducción de este nuevo guardatiempos, el Poker estaba destinado a ser la primera de las piezas de esta serie de la manufactura, pero tan sólo un factor se interpuso en el camino de su diseño y desarrollo: la complejidad que suponía albergar en la caja de un reloj mecánico, a parte del mecanismo en sí mismo, todos los elementos necesarios que permitieran jugar una partida real de Poker siguiendo de manera estricta las reglas de este juego.
Concretamente y de entre todas las modalidades existentes del Poker, y vaya por delante que soy un absoluto profano en la materia, este guardatiempos reproduce la más popular de todas ellas conocida como Texas Hold’em, escondiendo la espectacular cifra de 32.768 combinaciones para cada uno de los tres jugadores que pueden tomar parte en la partida, es decir, un total de 98.304 combinaciones. Nos podrá gustar el Poker, o no, lo que es indiscutible es la verdadera proeza que supone el implementar semejante mecanismo, con las 52 cartas de la baraja, en el interior de una caja con unas dimensiones, como veremos más adelante, de 45 mm de diámetro por 15,95 de espesor. Además y por si lo anterior fuera poco, el mecanismo se ha diseñado de manera que las posibilidades de resultar vencedor para cada uno de los tres jugadores sean, aproximadamente, las mismas. El nuevo Poker de Christophe Claret puede ser considerado como un verdadero reloj autómata sin temor alguno a equivocarnos.
Como os he comentado, mis conocimientos de Poker tienden a cero de una manera ciertamente exagerada, por lo que para aquellos que como yo desconozcan las reglas básicas del juego, me limitaré a reproducir la exposición que de ellas hace el propio Claret: una partida de Texas Hold’em empieza con el reparto de dos cartas cerradas por jugador, es decir, cartas que solo puede ver el propio jugador. Progresivamente se añaden cinco cartas abiertas: tres denominadas «flop», después de la primera ronda; una carta adicional, o «turn», después de una nueva ronda; y finalmente una última carta, que recibe el nombre de «river». Para tener la mejor mano en el Texas Hold’em, hay que tener la mejor combinación posible de cartas de entre las siete de las que dispone el jugador.
El complejo mecanismo que permite el funcionamiento de este autómata, lo que en un caso convencional conoceríamos como calibre del guardatiempos pero que en esta ocasión va más allá de esta mera definición, es el PCK05 con unas dimensiones de 38,6 mm de diámetro por 9,92 mm de altura, formado por un total de 655 componentes y dotado de un remonte automático con una reserva de marcha disponible de 72 horas gracias a los dos barriletes instalados. De manera adicional al Poker Texas Hold’em, el PCK05 incorpora el habitual juego de la ruleta en los integrantes de esta colección, en la trasera de la caja e implementado en el rotor del movimiento, un timbre catedral patentado que se activa en cada una de las acciones que se ejecutan en la partida de poker mediante los correspondientes pulsadores ubicados en la carrura de la caja y, finalmente y sin olvidarnos de ello, la indicación de horas y minutos. De la aplicación de la sonería a la activación de las funciones del guardatiempos, Claret ya hizo una demostración en su Kantharos. En aquella ocasión eran las funciones de arranque, parada y puesta a cero del cronógrafo las que se informaban a través de la sonería del reloj.
La partida de poker se reproduce del siguiente modo: tres son los jugadores que se enfrentan situados alrededor del reloj. El primer reparto de cartas se realiza actuando sobre el pulsador ubicado en la carrura de la caja a las 9. Este pulsador arma un resorte que impulsa de manera simultánea a cuatro discos concéntricos, uno de ellos manufacturado en zafiro, sobre los que están grabadas las cartas. Transcurridos unos instantes, unos muelles flexibles inmovilizan los discos de forma aleatoria. Todos los discos están montados sobre rodamientos de bolas de cerámica o rubí con el objetivo de que puedan girar con la mayor libertad posible. De este modo y cuando los discos se detienen, las cartas se distribuyen para cada uno de los tres jugadores en las ventanas abiertas en el dial en las posiciones de las 6, las 10:30 y las 2:30. Un ingenioso mecanismo de persianas orientadas hace que resulten invisibles para el resto de jugadores. Después de esta primera ronda, el pulsador situado a las 10 descubre las cartas «flop», que aparecen a la izquierda de la esfera en tanto que un tercer pulsador, a las 8, descubre la carta «turn» situada a la derecha. Por último, el mismo pulsador de las 8 distribuye la carta «river», también a la derecha de la esfera.
Referencias en caja de titanio
Cuatro serán las versiones, todas ellas en Edición Limitada a 20 unidades, que verán la luz de este Poker. Dos de estas versiones se alojarán en una caja manufacturada en titanio de grado 5 con tratamiento PVD en color negro. Estas dos referencias, la MTR.PCK05.041-060 y la MTR.PCK05.061-080, se diferencian la una de la otra en el material de las agujas, espinela azul para la primera y rubí rojo para la segunda, así como en el color del pespunte de la correa de aligátor negra y que respeta al correspondiente al aplicado en las agujas. Los precios de venta recomendados para estos dos modelos son de 160.000 francos suizos (unos 130.000 €) en ambos casos.
Las dos referencias restantes estarán dotadas de cajas manufacturas en metales nobles: oro gris para una de ellas, la MTR.PCK05.001-020 con un precio de venta recomendado de 172.000 francos suizos (140.000 €), y oro rosa 5N para la segunda, la MTR.PCK05.021-040 con un precio de venta recomendado de 168.000 francos suizos (137.000 €). Ambos modelos combinan el titanio grado 5 con tratamiento PVD negro con el oro y montan correas de piel de aligátor en color negro con pespunte rojo en el primer caso y naranja en el segundo, a juego con el rubí tomado como material de base para la fabricación de las agujas, combinadas con PVD negro y con tratamiento Super-LumiNova aplicado.
Utilizando el mismo proceso de metalización del zafiro que en el caso del Baccara donde aparecía el ideograma chino de la suerte, en este Poker, al soplar sobre el dial el vaho producido provoca la aparición durante unos segundos de lo que Claret bautiza como una «pin-up» girl, lo que si traducimos literalmente vendría a ser «mujer atractiva». Esta pin-up girl es distinta para cada uno de los modelos de la colección.
