F.P. Journe abre una nueva boutique en Los Ángeles
Después de las de New York, Miami y Boca Raton, la nueva boutique de F.P. Journe en Los Ángeles es la cuarta de la firma suiza en los Estados Unidos, la novena en el mundo si contamos las de Ginebra, Paris, Tokyo, Hong Kong y Beijing. A pesar de su reducido tamaño comparado con otras marcas relojeras, una vez más queda clara la apuesta de F.P. Journe por incrementar el peso de las boutiques propias en su red de distribución mundial.
Con un rápido análisis de las ciudades que hemos citado, también queda claro que en su estrategia se da gran importancia a los mercados emergentes, como es el asiático, pero no menos a un mercado que podríamos calificar de estable, como es el estadounidense. De forma lógica en las actuales circunstancias económicas, pero lamentablemente, parece que la crisis pasa factura y el gran perjudicado es el viejo continente europeo, donde de momento nos tenemos que conformar con su manufactura/boutique de Ginebra y la de París.
Esta especie de «abandono temporal», por cierto hoy en día común a la mayoría de marcas, no dejaría de ser anecdótico si no fuera por la imposibilidad de adquirir ciertas colecciones de F.P. Journe fuera de dichas boutiques. De alguna de ellas, como la serie Nacre, ya os hemos hablado en watch-test. No se trata de relojes aislados sino de colecciones enteras, que se agrupan bajo la denominación de Collections Boutique o como la Black Label, que como insinúa su nombre se distingue por el color negro de sus esferas, que contrasta espectacularmente con el platino de las cajas. Siempre nos queda el recurso de viajar, pues hoy en día ni Ginebra ni París pueden considerarse como destinos lejanos.
Centrándonos en la nueva boutique de Los Ángeles, una gran noticia para nuestros lectores de estado Unidos, se ubica en el Sunset Plaza de la conocida y famosa zona comercial de Sunset Boulebard. Su estética, basada en la combinación de maderas y cristal, nos recuerda inmediatamente a la entrada de la manufactura F.P. Journe de Ginebra y a cualquiera de sus otras boutiques.
Aparte de estos materiales clásicos, destacan las imágenes en blanco y negro que decoran las paredes y que nos recuerdan muy acertadamente que, además del innegable buen gusto estético de sus cajas y esferas, los relojes F.P. Journe se distinguen ante todo por la tecnicidad, innovación y exquisitez de los calibres que equipan. No olvidemos que, a imagen de las grandes firmas históricas de la Alta Relojería, el nombre de la marca es el mismo que su fundador, François-Paul Journe, uno de los relojeros más im portantes de las últimas décadas.
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