La definición oficial de cronometría es «técnica que se ocupa de la medición exacta del tiempo», por tanto es algo ligado de forma inherente a cualquier reloj. El grado de precisión cronométrica de un reloj mecánico ya es otro asunto y depende de la autoexigencia de cada fabricante en cada uno de sus modelos.
En las décadas más recientes si una firma relojera ha destacado por su exigencia y su innovación implantando técnicas para optimizar la cronometría en sus relojes de pulsera, esta es sin duda F.P. Journe. Solo hay que ver el nombre de alguna de sus piezas para deducir su grado de implicación en este aspecto: Chronomètre Souverain, Chronomètre Bleu y muy especialmente el Chronomètre a Resonance… a los que ahora se une este nuevo Chronomètre Optimum.
Partiendo de un mecanismo básico, hay diversas complicaciones que tienen como finalidad mejorar la cronometría de un reloj mecánico. Una de las más conocidas, y también complejas, es el tourbillon, una complicación presente en las colecciónes F.P. Journe desde sus inicios. Como curiosidad, señalar que la fascinación que producía el tourbillon a François-Paul Journe durante su juventud, y ante la falta de medios para adquirir una de estas piezas, le llevó a construirse uno él mismo.
Pero la mayor aportación, entre otras muchas, que Journe ha aportado a la relojería mecánica contemporanea, es la hasta entonces impensable aplicación del principio de resonancia a un reloj de pulsera, creando el Chronomètre a Resonance. Al igual que el tourbillon, la finalidad de utilizar el principio físico de la resonancia en un reloj es optimizar sus cualidades cronométricas.
Con este nuevo Chronomètre Optimum, Journe riza el rizo y aplica no una, sino diversas complejidades mecánicas para optimizar su precisión cronométrica. Ninguna de ellas es inédita, pero si lo son en conjunto ya que hasta ahora nunca se habían aplicado al mismo tiempo en un reloj.
Sistema de generación de energía formado por un doble barrilete, que mediante sus dos muelles motores proporciona una estabilidad de la fuerza suministrada mayor que con el convencional esquema de un solo barrilete.
Remontoir d’égalité de 1 segundo (patente EP1528443.A1). Se trata de una complicación mecánica cuya finalidad es acumular la energía conducida a través del tren de engranajes y suministrarla con intensidad constante al escape. Con ello se optimiza el isocronismo de las oscilaciones del volante. En el caso de este Chronomètre Optimum, el remontoir está construido en titanio y es visible en la esfera del reloj mediante una apertura ubicada a la altura de las 11 horas.
También patentado por F.P. Journe, el Chronomètre Optimum incorpora un escape Bi-axial EBHP de altas prestaciones (patente EP11405210.3), que con sus ruedas dobles de impulso directo funciona sin lubricantes. Este escape no solo permite omitir el uso de aceites, sino que es capaz de proporcionar 50 horas de reserva de marcha sin modificar la amplitud de oscilación del volante. El primer escape de este tipo, fue creado por el célebre Abraham-Louis Breguet en 1823.
Este tipo de escape, origina una forma de indicar los segundos muy rara y poco frecuente en la relojería mecánica: el segundero muerto. Contrariamente a la inmensa mayoría de agujas de segundos, que se desplazan a pequeños saltos equivalentes a la frecuencia de oscilación de su volante, la aguja del segundero muerto realiza un salto cada segundo. Por ello, es normal que lleve a confundir a quien observa uno de estos relojes y crea que se trata de un reloj con movimiento de cuarzo.
De forma sorprendente, la indicación del segundero muerto solo la podemos ver por el fondo del reloj, ubicado a la altura de la ventanilla de la esfera que nos permite ver el remontoir d’égalité. Si observamos la imagen superior, veremos que los ejes de ambas complicaciones comparten el mismo puente, en cuyo extremo se encuentra el eje de la aguja de los segundos muertos, y que en su zona central aloja el rubí correspondiente al eje del remontoir d’égalité.
Como es muy habitual en los relojes F.P. Journe, las indicaciones de horas y minutos se encuentran descentradas, en un gran subdial ubicado en la zona derecha de la esfera. A las 9 horas, encontramos un subdial que aloja otro segundero, en este caso convencional. Finalmente, situada aproximadamente a las 6, podemos ver la indicación de reserva de marcha.
El Chronomètre Optimum estará disponible con caja de platino o de oro rosa. Como es habitual y buena costumbre en F.P. Journe, también podremos elegir entre dos tamaños de caja, de 40 o 42 milímetros de diámetro.
El Chronomètre Optimum es otra excepcional pieza que se suma a la colección F.P. Journe. Si estuvieran a mi alcance, realmente me costaría decidir entre este Optimum y el Resonance.