F.P. Journe Classique Chronomètre à Résonance. 20 años de un icono
F.P. Journe celebra el 20 aniversario del gran icono de la relojería del siglo XXI con una nueva versión del Chronomètre à Résonance.
El Chronomètre à Résonance de F.P. Journe ha sido el gran hito de la relojería mecánica en el siglo XXI. El “enfant terrible contemporáneo” de la relojería, François-Paul Journe, presentó en el año 2000 el primer reloj de pulsera que aplicaba en su funcionamiento el principio de la resonancia. Esta era una complicación ya existente, aunque de forma muy limitada, en grandes relojes, especialmente de péndulo.
En este artículo, en el que Jordi Colomé destripaba a fondo el concepto técnico de la resonancia y su historia en la relojería, podéis encontrar toda la información concerniente a estos dos ámbitos. De todos modos, nunca está de más mencionar que fue Christiaan Huygens (1629-1695), uno de los grandes genios de la historia de la relojería, el primero en percibir que dos relojes a péndulo ubicados en un mismo contenedor se sincronizaban. Ya en el siglo XVIII, fueron otros dos relojeros prodigiosos, Antide Janvier y Abraham Louis Breguet, los que aplicaron este principio físico en relojes de péndulo e incluso de bolsillo .
Pasaron siglos para que alguien tuviera la osadía de proponerse implementar los beneficios de la resonancia en un espacio tan exiguo como es un reloj de pulsera. Y esto es precisamente lo que realizó en el año 2000 uno de los prodigios modernos de la relojería; François-Paul Journe. Había nacido el ya legendario Chronomètre à Résonance.
Resulta obvio decir que uniendo fechas vemos que en este convulso año 2020 se cumplen 20 años del nacimiento de este prodigioso reloj. También resulta obvio que F.P. Journe no dejaría pasar este hito sin ofrecernos algo extraordinario, y así ha sido. El nombre es el mismo, Chronomètre à Résonance, pero su alma, el movimiento que equipa, es totalmente nuevo. F.P. Journe homenajea el Chronomètre à Résonance con el nuevo calibre 1520, que sucede a los anteriores 1499-1, 1499-2 y 1499-3 que han equipado los anteriores Chronomètre à Résonance.
Esta será la tercera gran evolución del Chronomètre à Résonance presentado en el año 2000. La primera se produjo en el año 2005 con la incorporación de un movimiento realizado enteramente en oro rosa. Al cabo de cinco años más, en el 2010, encontramos la segunda evolución que modifica las forma de indicar uno de los dos tiempos, pasando del método tradicional de aguja al de ventana. Otra diferencia en esta versión del 2010 es que esta ventana del tiempo pasa a mostrarlo en un periodo de 24 horas en lugar del de 12 de las anteriores versiones.
Para ser estrictos, también habría que añadir la edición “Ruthénium” una edición especial que se produjo entre los años 2001 y 2003 y del que se produjeron 99 ejemplares numerados. Su principal característica era la utilización del rutenio, un metal precioso de la familia del platino, para elaborar la base de la esfera.
Nos tendremos que desplazar 9 años, hasta el 2019, para encontrar la última gran evolución del Chronomètre à Résonance (artículo). El modelo lanzado este año volvía a las indicaciones convencionales, mediante aguja, de las dos primeras versiones pero asumía la indicación 24 horas de la tercera versión. Esta versión de esfera solo se ofreció durante el año 2019 con lo que su producción ya ha cesado.
Esta nueva versión 2020 aporta por primera vez una gran modificación técnica. Obviamente , el concepto y el principio de funcionamiento del nuevo calibre 1520 es el mismo que el de sus antecesores, pero los números de su código ya delatan que estamos ante algo que va más allá de una mera variación menor.
Como no puede ser de otro modo siguiendo su principio físico, un calibre creado para aprovechar el fenómeno de la resonancia se basa en implementar de forma simétrica y paralela dos esquemas mecánicos completos. Bajo esta premisa, los tres anteriores calibres con código 1499 estaban compuestos por una fuente de energía (barrilete y muelle motor), un tren de engranajes y un órgano regulador (rueda de escape, ancora, volante y espiral) idénticos y doblados de forma simétrica.
En el nuevo calibre 1520 que equipa esta nueva versión 2020 se ha producido una modificación fundamental en este esquema. Por primera vez, la fuente que proporciona energía a ambos movimientos paralelos es la misma. Dicho de otro modo, el calibre 1520 cuenta con un solo y gran barrilete que luego se desdobla en dos trenes de engranaje y dos órganos reguladores independientes. Esto no afecta en absoluto al principio de la resonancia ya que de hecho solo afecta al órgano regulador.
Como siempre ocurre, lo mejor para comprender las diferencias entre estos calibre es observar y analizar una imagen comparativa. como la superior en la que emparejamos el calibre 1499-2 a la izquierda y el 1520 a la derecha. Lo primero que salta ala vista es que la arquitectura de ambos movimientos es prácticamente idéntica, presidida por los dos volantes de tamaño idéntico que marcan el fin de los dos mecanismos.
Observando con más detenimiento apreciaremos que se ha producido un importante rediseño de los puentes que soportan los elementos que componen estos calibres. Apreciaremos que en el nuevo 1520 dichos puentes son mucho más estilizados. Sin llegar al nivel de lo que se entiende por un movimiento esqueleto, este adelgazamiento deja a la vista muchos componentes que antes permanecían oculto. Destacan sobre todo los trenes de engranajes, situados inmediatamente encima de los órganos reguladores, que el calibre 1520 deja en gran parte a la vista lo permite apreciar su atractivo estético y complejidad.
Por encima de estos trenes de engranaje, aunque esta vez casi totalmente oculto, es donde se produce la gran diferencia entre ambos movimientos; el único barrilete del calibre 1520 que sustituye a los dos que equipaban los calibre con base 1499. Solo podemos apreciar una muy pequeña parte de los engranajes del barrilete, pero suficiente para calcular su gran diámetro.
Este barrilete conecta con la rueda primaria mediante un diferencial que divide y transmite la energía que genera el muelle motor a los trenes de ruedas secundarios. Estos, a su vez, están equipados de un “Remontoir d’Égalité” que funciona a una frecuencia de 1 segundo, lo que asegura que la fuerza que llega al escape permanezca lineal y aseguro su isocronismo durante un periodo de 28 horas. La mejor forma de apreciar este esquema es el diagrama superior.
Como hemos visto, el nuevo calibre 1520 ha experimentado profundas modificaciones con respecto al 1499, pero si damos la vuelta al reloj y observamos la esfera, apreciaremos que las indicaciones y su distribución son las ya familiares en el Chronomètre à Résonance, aunque también encontraremos ciertas modificaciones.
La estética de las dos indicaciones del tiempo se asemejan al modelo del 2019 ya que, al igual que él. recurre a un sistema de agujas para indicar el tiempo en los dos diales y en el izquierdo lo hace sobre un periodo de 24 horas. Las diferencias se centran básicamente en el apartado estético. La más notoria ya que además modifica su ubicación es el indicador de reserva de marcha, que gana simetría y discreción pero pierde precisión. La simetría se la otorga su ubicación centrada a la altura de las 12 horas. La discreción se la otorga su menor tamaño con respecto a la del modelo del 2019. La pérdida de precisión en la indicación se debe a que desaparece el índice de horas de reserva de marcha.
La segunda diferencia estética en la esfera es la placa de base que ahora une los dos diales del tiempo. En el centro de dicha placa apreciamos una pequeña apertura que nos muestra el diferencial que antes hemos comentado al referirnos al nueva calibre 1520. La tercera gran diferencia en la esfera del modelo 2020 con respecto al 2019 es que se añade en los dos diales de l tiempo un índice de minutos.
Otra variación, anecdótica pero claramente orientada de nuevo a la máxima simetría, es el frase “CRONOMETRE A RESONANCE”, que sigue ubicada en la parte inferior de la esfera pero a la que se ha variado la distancia entre los caracteres del término “CHRONOMETRE” con la finalidad de que la “A” quede ubicada en el centro, a la altura exacta de las 6 horas.
Ya hemos visto lo que aporta de nuevo este Chronomètre à Résonance 2020 con respecto al del 2019 en el apartado del movimiento y en el de la esfera. Solo nos queda por observar la caja, que en principio conserva exactamente la misma arquitectura y diseño, aunque se ofrece en dos diámetros: 40 y 42 milímetros.
No obstante encontramos una notoria diferencia ya que en el nuevo modelo encontramos una corona adicional, ubicándose ambas de forma simétrica a ambos lados de la posición central. La corona adicional, ubicada aproximadamente a la altura de las 4 horas, tiene la función de poner a cero simultáneamente los dos segunderos. La corona “convencional”, ubicada a las 2 horas, permite ajustar las horas y los minutos, en sentido horario para el dial izquierdo y anti-horario para el derecho.
F.P. Journe ofrece este Chronomètre à Résonance en cuatro referencias: oro gris y oro rojo 6N, que se pueden elegir con correa negra de aligator o con brazalete realizado en el mismo metal precioso de la caja. El Chronomètre à Résonance pasa a ser la única versión de este reloj disponible actualmente.