A medida que un reloj mecánico va utilizando la reserva de marcha, su movimiento pierde amplitud, y con ello, precisión. La solución más antigua para que el escape obtenga una fuerza constante es el sistema de transmisión huso-cadena, donde la variación del diámetro del huso compensa la disminución progresiva de la energía del par en el resorte del barrilete.
La mayoría de relojes de bolsillo concebidos en el siglo XVIII contaban con un huso, pero hoy en día son pocas las manufacturas capaces de adaptar este mecanismo al reducido volumen de un reloj de pulsera. Los artesanos de Ferdinand Berthoud lo han conseguido mediante su construcción “en suspensión”, fijándolo únicamente a la pletina. La transmisión entre el barrilete y el huso cónico queda garantizada por una cadena de 28 cm de largo, formada por 462 eslabones de acero y más de 300 pasadores de apenas 0,30 mm de diámetro, todos ellos ensamblados a mano. Durante la reserva de marcha, el resorte motor transmite su energía al huso a través de la cadena, que se va enrollando alrededor del barrilete. Gracias al diseño cónico del huso, la fuerza que se transmite finalmente al sistema de engranajes es constante, evitándose así las habituales variaciones isócronas, o sea, las diferencias en la duración de las oscilaciones.
A fin de que el movimiento no se detenga durante el armado, el mecanismo de huso del calibre FB-T.FC está equipado por un engranaje diferencial. Y si bien hacen falta 53 horas (que es lo que dura la reserva de marcha) para que la cadena se enrolle alrededor del barrilete, la rapidez con que la tija de remontuar enrolla la cadena alrededor del huso la podemos observar a través del ojo de buey situado en la carrura a las dos horas. En pocos segundos, el huso y el barrilete giran en sentido opuesto a la marcha para que la cadena se enrolle de nuevo alrededor del huso.
El dispositivo de indicación de la reserva de marcha del calibre FB-T.FC es también muy específico e innovador, inspirado en un mecanismo concebido por el célebre relojero británico Georges Daniels, un guiño a las relaciones que mantuvo Ferdinand Berthoud con Inglaterra. Este mecanismo, directamente ligado al barrilete por una rueda de arrastre, utiliza el movimiento de armado y de desarme del muelle motor para hacer subir y bajar un cono truncado, a lo largo de un eje fijado en la pletina. Un brazo móvil situado encima del cono está provisto en su extremo de un rubí, cuya posición sobre el cono refleja la del armado. Este «palpador» transmite esa posición al indicador de reserva de marcha, donde la aguja la traduce en la escala grabada en la misma platina.