Si el mes pasado os presentamos su versión en platino, ahora es el titanio el metal elegido para fabricar la caja del Chronomètre Ferdinand Berthoud FB 1. Lanzado en dos ediciones limitadas a 20 unidades y diferenciadas por su color de esfera, plateada o negra, el FB 1.4 se complementa con un detalle que logra mejorar la ya de por sí espectacular visión de su mecanismo: su calibre FB-T.FC-2 implementa tres semi-puentes de zafiro.
El resultado es sencillamente fabuloso, tanto estética como ergonómicamente hablando, ofreciendo un look más contemporáneo respecto a los clásicos FB 1.1, 1.2 o 1.3 de oro gris, oro rosa y platino respectivamente. Gracias al uso del titanio, el peso total del reloj, incluida la correa y su hebilla de titanio, es de únicamente… ¡80 gramos!, una proeza teniendo en cuenta que su calibre está formado por 1.120 componentes, incluyendo los 790 de la cadena. No entraremos a describir las bondades mecánicas de este guardatiempo, ya que en los artículos sobre los FB 1.1, 1.2 y 1.3 ya ha sido ampliamante descrita. En los siguientes enlaces los podéis recuperar:
La caja de 44 mm está formada por un cilindro de titanio grado 5 que alberga el movimiento, al que se atornillan las dos piezas laterales de titanio pulido de forma octogonal, que le dan su forma característica, y las asas de titanio grado 2 fijadas a la carrura. Pero en dichos flancos encontramos una gran diferencia respecto a los anteriores FB 1: por primera vez no están perforados con cuatro ojos de buey, por lo que para admirar su belleza mecánica deberemos «visitar» la parte posterior del reloj. En un efecto similar al conseguido por los defenestrados ojos de buey, la luz penetra hasta lo más profundo de la mecánica gracias a los tres semi-puentes superiores de zafiro, cuya inmejorable transparencia permite la visión de todo el movimiento, en particular la transmisión de cadena y huso y, por primera vez, el cono de reserva de marcha.
Su modernidad estética a la que antes me refería se refuerza mediante el azulado de varios de los componentes, tanto del calibre como de la esfera. Tal como podemos observar desde la trasera, el puente del tourbillon en forma de flecha del FB-T.FC-2 ha sido completamente azulada, el mismo acabado que exhiben la rueda de arrastre de la jaula del tourbillon y la rueda de segundos, ambas visibles desde la gran abertura en la esfera. Mientras la referencia con esfera esmaltada negra sólo añade la ancha flecha indicadora de la reserva de marcha a los elementos azulados, la esfera plateada con satinado vertical del FB 1.4-2 le suma además la estilizada manecilla de los segundos, las agujas caladas de horas y minutos en el subdial horario, y los tres remates que atornillan la esfera a las 3, 6 y 9 horas.
Cuando aparecieron los Chronomètre Ferdinand Berthoud FB 1.1 y FB 1.2, su fuerte personalidad, estética y nivel técnico me enamoraron, un sentimiento que se reforzó con el FB 1.3 de platino y su esfera cobriza. Sin embargo, los tres modelos han sido superados por los FB 1.4 gracias a mi personal aprecio por los relojes de titanio y los azulados, y la sustitución de los ojos de buey por los semi-puentes de zafiro. Sencillamente, y siempre desde un punto de vista personal, es uno de los mejores relojes que he visto en mi vida, ya sea a nivel estético o mecánico.
Por suerte, la Chronométrie Ferdinand Berthoud es una de las firmas que debutará en el próximo SIHH 2018 (Carré des Horlogers) que se celebra a partir del 15 de enero, por lo que será la ocasión perfecta para poder admirar y probar estas dos obras de arte.