Durante el SIHH 2019, La Chronométrie Ferdinand Berthoud presentó los primeros «Œuvre d’Or», dos ediciones limitadas a únicamente 5 unidades que versionan su primera creación, el Chronomètre FB 1 lanzado el 2015. Pero este dúo no era tal, sino el adelanto de lo que finalmente es un terceto cuyo último componente se acaba de presentar con motivo del SIAR, el Salón Internacional de la Alta Relojería celebrado en México y finalizado hace escasos días. Manteniendo el diseño, mecánica y acabados de sus dos hermanos, el nuevo Chronomètre FB1.2-3 combina una caja de oro rosa con una esfera de oro blanco.
Desde su nacimiento hace cuatro años, Ferdinand Berthoud ha demostrado en todas sus creaciones un espectacular nivel, tanto técnico como a los acabados se refiere. Con un mecanismo basado en la transmisión huso-cadena, el remonte de la reserva de marcha es todo un espectáculo para los sentidos, ya sea vista, tacto u oído. Si tenéis la oportunidad de tener un Ferdinand Berthoud en vuestras manos, no os perdáis el casi erótico clec-clec-clec que emite la cadena al enrollarse en el barrilete cuando lo remontamos mediante la corona. Sencillamente brutal.
La caja octogonal de 44 mm y 13 mm de grosor alberga el calibreFB-T.FC, caracterizado por su inédita construcción de tipo huso-cadena suspendida de fuerza constante. Con una peculiar arquitectura con seis pilares periféricos que unen las dos platinas, está equipado con un tourbillon de 60 segundos y un dispositivo de reserva de marcha mediante un cono móvil. En su carrura se abren cuatro ojos de buey que nos permiten disfrutar del espectáculo mecánico que se desarrolla en el interior.
Como hemos dicho antes, en la esfera encontramos la única novedad de esta versión: está fabricada en oro gris, patinada y grabada. Esta pátina se ha llevado a cabo mediante la combinación de dos técnicas de grabado que exigen una enorme destreza manual. En primer lugar, el oro se granea delicadamente con la ayuda de un buril. Después la superficie se trabaja con la ayuda de una herramienta denominada berceau o graneador, obteniendo finalmente el precioso efecto envejecido de las esferas «Œuvre d’Or».
No es hasta este punto cuando se graban a mano las indicaciones descriptivas de la pieza en la más pura tradición de los siglos XVIII y XIX. A la derecha de la obertura del tourbillon se escribe «Ferdinand Berthoud – Chronomètre Val-de-Travers – Suisse», seguidas del número individual de la pieza «N° X / 5». A su izquierda y con la misma tipografía ligada cursiva, las marcaciones «Haut» y «Bas» acompañan la indicación de las 53 horas de reserva de la marcha.
Rindiendo homenaje a los cronómetros marinos de antaño, la esfera es dominada por el tourbillon a las 6 en punto y su gran segundero central, un tributo apropiado a Ferdinand Berthoud, ya que, junto con Pierre Le Roy, es considerado uno de los Padres fundadores del cronómetro marino.
Los tres semi-puentes de su calibre reciben la misma decoración, un grabado con motivo «pirámide» conseguido mediante el trabajo artesanal con el punzón a mano alzada con una precisión y una regularidad impecables. Este grabado ya presente en Ferdinand Berthoud en sus Régulateurs FB 1R se inspira en la base de un péndulo de Ferdinand Berthoud que se conserva en el L.U.CEUM que Chopard posee en Fleurier.
Además, también incluye unos cartuchos de oro que llevan las menciones «Ferdinand Berthoud, Chronomètre Suisse 45 rubis», situados a ambos lados del tourbillon.
En definitiva, estas tres ediciones ofrecen un nivel de acabado superior al del FB 1 gracias a la aplicación de técnicas artesanales en su esfera y puentes, ofreciendo una imagen más histórica gracias a la calidez del oro patinado y a la tipografía utilizada en el texto grabado. El precio de esta última versión, el Chronométre FB 1.2-3, alcanza los 263.500 francos suizos.
