Watch Test

Franck Muller presenta el Vanguard Gravity

Franck Muller es probablemente la única marca relojera que va «por libre» en lo referente a las dos grandes ferias/salones anuales, SIHH y Baselworld, donde todas las demás firmas presentan sus novedades del año. La firma ginebrina aprovecha sus gigantescas instalaciones de «Watchland» en Genthod para celebrar su propio evento anual, denominado WPHH (World Presentation of Haute Horlogerie), donde presenta sus novedades y las de las restantes firmas del grupo.

Entre las novedades que hemos visto este año, la sin duda más interesante es el nuevo Vanguard Gravity. Franck Muller toma como base la muy reciente colección Vanguard y le añade un nuevo miembro del máximo nivel, como es el caso de este Gravity. Lógicamente, su caja mantiene la geometría propia de esta colección, pero solo observar la esfera ya apreciamos que estamos ante una pieza de otra liga, y nuestra visión se de magnéticamente atraída por el imponente tourbillon que ocupa toda su mitad inferior.

Frank Muller Vanguard Gravity 02Cierto es que en las últimas décadas, especialmente en la última, han aparecido en el mercado una multitud ingente de relojes con tourbillon, lo que, junto con su caída de precios, en cierto modo ha provocado que esta gran complicación haya perdido buena parte de su atractivo, pero hay tourbillones y tourbillones…

Aparte de su enorme tamaño, lo que llama la atención de este tourbillon es su jaula con estructura elíptica, que estéticamente me recuerda inevitablemente, aunque técnicamente no tengan nada en común, al Legacy Machine no.1 de MB&F.

Este Vanguard Gravity se cuenta entre los pocos relojes con tourbillon que pueden presumir de estar desarrollados y manufacturados internamente por la firma que los comercializa. Claro que este factor de «manufactura» no tiene nada que ver con la calidad final del producto, pero tratándose de un Franck Muller sería temerario dudar de la calidad de sus relojes con tourbillon.

Cierto es también que tanta exuberancia estética paga su tributo, y como casi siempre la principal perjudicada es la funcionalidad. dado que Franck Muller quiere exhibir la totalidad de la jaula del turbio, su tamaño provoca que la sub-esfera horaria se vea recortada en su parte inferior, por lo que leer el tiempo entre las 4 y las 8 se convierte en un ejercicio altamente imaginativo.

Frank Muller Vanguard Gravity 03

Esta falta de precisión en la lectura del tiempo puede parecer contradictorio con la complicación de tourbillon, cuya función básica y única es incrementar la cualidad cronométrica del reloj que lo equipa, y ciertamente lo es. Pero esta carencia es común a la práctica totalidad de relojes con estética innovadora, que en su mayoría recurren a pequeñas sub-esferas dedicadas a la lectura del tiempo para dejar espacio físico a la creatividad, lo que perjudica siempre la precisión de la lectura. Y también es cierto que la mayoría de compradores de este tipo de reloj sacrifican sin dudarlo la legibilidad en favor de la excepcionalidad.

El movimiento responsable de esta maravilla mecánica es el nuevo calibre de carga manual CS-03, cuyo volante tourbillon oscila a una frecuencia de 18.800 alternancias por hora. Se trata de una frecuencia inusualmente baja y además Franck Muller no menciona su reserva de marcha, lo que hace pensar que no será muy alta, pero una vez más hay que tener en cuenta las características de este tourbillon y de las piezas que lo componen, especialmente el descomunal volante de nada menos que 14 milímetros de diámetro. Si tenemos en cuanta la ingente energía necesaria para mover dicho volante y le sumamos la necesaria para la rotación permanente de la jaula (una por minuto) se entiende la baja frecuencia.

Franck Muller ofrece este Vanguard Gravity con caja de titanio, de oro rosa o de oro gris, siempre con unas dimensiones de 44mm x 53.70mm. Sin más, os dejo con un espectacular video donde se aprecia mucho mejor que con palabras el funcionamiento de este fascinante tourbillon.