Geneva Watch Days 2020, anunciado por primera vez a principios de este mes como una alternativa descentralizada a las cancelaciones de Watches & Wonders Geneva y Baselworld, se había planificado para fines de abril de 2020. Debido a la situación de excepcionalidad que estamos viviendo, la organización no ha tenido más remedio que posponerlo cuatro meses y pasará a celebrarse entre el 26 y el 29 de agosto de 2020.
Evidentemente, es imposible celebrar el GWD a un mes vista, por lo que su aplazamiento estaba cantado. Lo que me extraña es la elección de las fechas. No creo que agosto sea la mejor opción, un mes vacacional ya de por sí vacío, pero que este año puede ser aún más exagerado por las ganas que tendrá la gente de aprovechar sus vacaciones y recuperarse física y mentalmente de los efectos de esta terrible pandemia. Y eso suponiendo que la enfermedad ya esté controlada y que los efectos sobre la economía no sean tan devastadores como se adivinan.
El Geneva Watch Days nació cuando un grupo de firmas lideradas por Jean-Christophe Babin, CEO de Bulgari, decidieron que podrían reaccionar ante esa situación y ofrecer, con agilidad e ingenio, un enfoque diferente para la presentación de las novedades. El Estado de Ginebra incluso le dio su sello de aprobación: en ese momento, estaban prohibidos los eventos con más de 1.000 asistentes.
Esta iniciativa multimarca se realizará en varios lugares de la ciudad de Ginebra. Varias marcas ya se han comprometido con las nuevas fechas, incluidas Bulgari, Breitling, Ulysse Nardin, Girard-Perregaux, Gerald Genta, Urwerk, H. Moser & Cie, De Bethune y MB&F, aunque los organizadores esperan que se les sumen unas 15 o 20 firmas más.
Este nuevo anuncio se produce en medio de una serie de paradas de fabricación en toda la industria, Patek Philippe, Rolex, TAG Heuer o Hublot entre otros, han detenido temporalmente la producción para combatir la propagación del virus COVID-19. Sin embargo, otras marcas no siguen esta política de contención: Nick Hayek, presidente de Swatch Group, prometió mantener la producción vistos los prometedores signos de mejora que experimenta uno de sus mercados claves: China.