Girard-Perregaux 1966 … ¡en acero!
Tras más de cinco décadas de historia de la Colección 1966, tenemos el placer de presentaros el primer Girard-Perregaux 1966 albergado en caja de acero.
Más que justificada la exclamación del titular de este artículo y conste que hace poco más de un mes y aun desconociendo las intenciones de Girard-Perregaux, cuando os hablaba del 1966 Big Date and Moonphases, comentaba lo que en mi opinión sería un gran acierto por parte de la marca: el lanzar un modelo de la Colección 1966 en acero. Pues bien, aquí lo tenemos. Y ojo que no se trata de una novedad que pueda pasar desapercibida, por lo menos entre los aficionados a esta excepcional manufactura – en todos y cada uno de los sentidos en que queráis interpretarlo – que a buen seguro serán conocedores de la reticencia que, desde la aparición de los 1966, ha tenido Girard-Perregaux en albergar uno de estos guardatiempos en una caja confeccionada en un material no noble.
El modelo escogido inicialmente ha sido el más sencillo en lo que a indicaciones se refiere, es decir, horas y minutos con segundero central acompañados de un fechador por ventanilla a las 3. Elegancia, diafanidad, proporcionalidad y máxima legibilidad combinadas en una esfera opalina plateada que combina de manera exquisita con el acero de la caja. Una belleza que ahora se encuentra al alcance de bolsillos que antes ni podían plantearse la adquisición de una de estas piezas por el coste de la inversión. Pero este nuevo 1966 en acero esconde una segunda peculiaridad, obviamente menos notable que la asociada al cambio de material, pero que no deja de ser interesante y curiosa por lo menos en lo que a mí respecta.
Si consultáis el artículo que hace ya tiempo dedicamos a hacer una review completa de esta colección o cualquiera de las entregas que hemos ido realizando a lo largo de estos años con las novedades que, a partir de entonces, han ido apareciendo en esta colección del catálogo de GP, veréis que los 40 mm de diámetro de este modelo en acero no se habían utilizado nunca antes para un tres agujas sino que sólo se había implementado en modelos que incorporaban algún tipo de complicación: el Dual Time de 2014, el exquisito Integrated Chrono de 2013, el Calendario Anual con Ecuación del Tiempo presentado durante el SIHH de 2012 y el modelo de Calendario Completo.
Así pues, y como refleja el nuevo código 49555 que la manufactura asigna a la caja, se trata además del primer modelo básico de la Colección 1966 en presentar un diámetro de 40 mm que combina con un perfecto espesor de 8,90 mm que lo deja muy, pero que muy cerca de lo que consideramos un reloj extra-plano. El cristal que cubre la esfera de este reloj es de zafiro ligeramente abombado en tanto que el fondo es del tipo visto, gracias a la incorporación de un segundo zafiro que deja a la vista el calibre de remonte automático ya utilizado en otros 1966 y conocido con la referencia GP03300-0030, una belleza mecánica de 25,60 mm de diámetro por tan sólo 3,20 mm de espesor que late a una frecuencia de 4 Hz y entrega una reserva de marcha de 46 horas. La estanqueidad del conjunto es la más habitual en la colección y alcanza los 3 bar (30 metros), más que suficiente para el uso que se le supone a esta pieza.
Este Girard-Perregaux 1966 en acero verá la luz en dos referencias que se diferenciarán la una de la otra únicamente en el tipo de brazalete, la primera de ellas, con el código 49555-11-131-BB60 responde a una correa en piel de aligátor de color negro y, la segunda, con el código 49555-11-131-11A, monta un brazalete confeccionado con el mismo material que la caja.
Vale, confieso mi más total admiración por la marca, pero a pesar de la subjetividad que ello supone, no puedo evitar el añadir un BRAVO, sí, con mayúsculas, por esta en mi opinión acertada decisión de Girard-Perregaux.