Pocos guardatiempos se adaptan a los estándares de la elegancia como lo hace este Girard-Perregaux 1966 Blue Hour. Si bien es cierto que esta es una característica que podemos encontrar en la práctica totalidad de las piezas que integran la Colección 1966 de la manufactura, personalmente me fascina la combinación del dial azul del dial con el oro blanco empleado en la fabricación de la caja. Para aquellos que tengan más memoria, es posible que recuerden que allá por el mes de febrero Girard-Perregaux ya anunciaba el lanzamiento de dos de sus relojes con el azul en su esfera: un Vintage 1945 y, el segundo, este 1966 pero únicamente en caja de oro rosa por aquel entonces. Así pues, cabe suponer que la novedad que nos ocupa en el día de hoy es la opción de la caja en oro blanco.
Sea como sea, no queríamos dejar la oportunidad de recordaros la existencia de este modelo que se alberga en una caja de 41 mm de diámetro y con una altura que, aun desconociendo su valor exacto, a buen seguro cumplirá con los requisitos necesarios para hacer de este 1966 una pieza digna de merecer el calificativo con el que encabezamos este artículo. Su bisel inclinado y pulido, además de ciertamente delgado, hace que la sensación sea la de encontrarnos ante una esfera de mayores dimensiones que las reales.
En cuanto al dial, y dejando aparte su color azul con decoración rayos de sol, presenta un perfil ligeramente abombado, al igual que el cristal de zafiro que lo cubre, a la vez que acoge las indicaciones justamente necesarias y probablemente las más útiles que puede implementar un reloj mecánico de pulsera. Estas indicaciones se reducen a horas y minutos con un segundero central acompañadas de un fechador por ventanilla a las 3. En forma de hoja y manufacturadas en el mismo material que la caja – oro rosa u oro blanco – las agujas de este 1966 apuntan a una escala perimetral constituida únicamente por los índices correspondientes a las posiciones horarias o, lo que es lo mismo, a las que responden a las posiciones de intervalos de cinco minutos, renunciando por tanto a representar uno a uno los minutos y los segundos en pos de aumentar la nitidez del dial aunque con ello se penalice ligeramente la legibilidad de las indicaciones.
El fondo visto de cristal de zafiro descubre el calibre de remonte automático GP01800-0004 que oscila a una frecuencia de 28.800 alternancias por horas – 4 Hz – y que ofrece una adecuada reserva de marcha de 54 horas. La masa oscilante, como ya sucede en muchos de los relojes de Girard-Perregaux incorpora grabado el logo de la manufactura y está decorado siguiendo un patrón Côtes de Genève. El conjunto se completa con una correa en piel de aligátor de color azul, a juego con la esfera, y con cierre del tipo hebilla del mismo material que la caja según la referencia de la que se trate. Por el momento desconocemos el precio recomendado de estas dos piezas. Os informaremos debidamente modificando el contenido de este artículo en cuanto lo sepamos.
