De todos los artículos que durante el pasado año dedicamos a las distintas colecciones de Girard-Perregaux, precisamente los dos últimos publicados en el mes de diciembre hacían referencia a la Colección Haute Horlogerie: el primero de ellos abarcaba aquellos guardatiempos de la colección que implementaban la estructura de los tres puentes de oro de la manufactura (Haute Horlogerie I) y, el segundo, resumía aquellos modelos que, formando parte de la Haute Horlogerie de Girard-Perregaux, lo hacían sin presentar la mencionada arquitectura (Haute Horlogerie II).
Precisamente a este segundo grupo es al que pertenece el nuevo guardatiempos del que me dispongo a hablaros en este artículo. Esta versión del tourbillon bajo puente de oro alojado en caja 1966 es, en realidad una variante de un guardatiempos ya existente en la colección de Girard-Perregaux.
Si consultáis el link que tenéis más arriba referente al segundo capítulo de la Colección Haute Horlogerie publicado en diciembre y os desplazáis hasta el apartado en el que os hablaba de los relojes que incorporan la complicación de tourbillon, os percataréis de que todo apunta a que el reloj que tratamos en este artículo es una versión del producido por la manufactura de La Chaux-de-Fonds con motivo del 220 aniversario de la firma. De hecho, no se trata tan sólo de una suposición ya que todo ello viene corroborado con la referencia que se le asigna al guardatiempos en ambos casos: 99535.
De este modo podríamos decir que Girard-Perregaux, tomando como base un guardatiempos ya existente en su catálogo, trabaja sobre ciertos aspectos de la pieza para que esta presente una nueva cara. Ciertamente y en mi opinión ha realizado un trabajo excelente ya que, como veremos a continuación, con tan sólo unas pequeñas variaciones aplicadas sobre el dial, consigue dotar a esta nueva versión del guardatiempos de una visión considerablemente distinta.
LA CAJA.
De manera conjunta con el calibre albergado, quizás sea el componente que menos variaciones sufre. Obviamente la morfología continúa siendo la misma que corresponde a la histórica caja 1966 y mantiene tanto su diámetro de 40 mm como su espesor de 10,90 mm respecto del modelo anterior. Innegable el elegante carácter de esta pieza por lo que respecta a ambas dimensiones y destacable lo que refiere a la altura dada la complejidad técnica que supone albergar un mecanismo de tourbillon en algo menos de 11 mm de espacio vertical disponible. En esta caja es donde podemos localizar las primeras variaciones aplicadas aunque se limitan al material de construcción de la misma. Si la anterior referencia 99535 venía seguida del código 52, equivalente al oro rosa, esta nueva referencia se manufactura de nuevo con el mismo oro rosa (52) pero se añade la opción de disponer del guardatiempos en caja de oro blanco (53).
El nuevo modelo mantiene la filosofía de edición limitada heredada del anterior. Si el correspondiente a la conmemoración del 220 aniversario de la manufactura vió la luz en una serie de 50 piezas, la versión actual lo hará en 25 piezas en oro rosa y 5 en oro blanco.
Vinculada al material de caja elegido, la correa de aligator en ambos casos, es de color marrón (BKBA) para la versión en caja de oro rosa (el modelo anterior aún disponiendo de la misma caja en oro rosa tan sólo permitía la correa en color negro) y de color negro (BK6A) para la versión en caja de oro blanco.
EL DIAL.
Es la parte del guardatiempos que más variaciones presenta y la que permite, a simple vista, distinguir una versión de otra.
Para corroborar lo comentado en el párrafo anterior basta observar la imagen superior en la que hemos situado ambos guardatiempos uno junto al otro. El modelo conmemorativo del 220 aniversario, a la izquierda, presentaba el dial de referencia 111 en el que las posiciones horarias venían representadas por números arábigos y, los índices de minutos por pequeños puntos, en ambos casos imprimados en color negro sobre el dial. La nueva versión de este 1966 Tourbillon sustituye los numerales por índices de tipo bastón aplicados en el mismo material de la caja en las posiciones de los cuartos y por índices, también de tipo bastón pero esta vez imprimados sobre el dial, para el resto de posiciones horarias. Quizás es en este punto donde localizo, completamente como opinión subjetiva, el único pero de este guardatiempos. Y es que como podréis observar se han eliminado los puntos que ayudaban a la lectura de los minutos entre los distintos índices horarios. Sin lugar a dudas este hecho optimiza la nitidez del dial pero sacrificando la legibilidad en los intervalos existentes cada cinco minutos.
Otra de las diferencias existentes entre ambos diales radica en las agujas de horas y minutos. Conservando su morfología en ambos casos el dial de referencia 111 implementa las agujas en acero azulado mientras que, el nuevo dial con referencia 131, lo hace en el material que corresponde a la versión de caja elegida, es decir, oro rosa u oro blanco.
El tourbillon mantiene su posición visible a la altura de las 6 en el dial e incorpora un pequeño segundero cuya lectura se ve facilitada por los índices alojados en la escala perimetral de la abertura.
EL CALIBRE.
Aquí no encontramos diferencia alguna ya que, tanto la versión anterior como la actual, albergan el movimiento manufactura de remonte automático GP09600 en sus versiones 0014 (oro rosa para la jaula y puente del tourbillon como en la versión precedente) y 0021 para el modelo en oro blanco. Este calibre, de 12 3/4»’, late a una frecuencia de 21.600 alternancias por hora (3 Hz) y presenta una reserva de marcha con un valor mínimo de 48 horas.
Huelgan los comentarios sobre el nivel de los acabados y el riguroso control de calidad al que Girard-Perregaux somete a todas y cada una de sus creaciones, sean o no de la Colección Haute Horlogerie. Platina rodiada y perlada con todos y cada uno de los espacios también perlados al tiempo que achaflanados; puentes decorados con Côtes de Genève y ángulos internos pulidos, … Lo cierto es que después de haber comprobado personalmente, tras la visita realizada a la manufactura el pasado mes de junio, los exigentes procesos de manufactura y control de calidad de Girard-Perregaux, no nos cansaremos de repetir una y otra vez todos y cada uno estos detalles que, sin lugar a dudas, son los que marcan la diferencia y otorgan un valor añadido a las piezas creadas.
El precio recomendado de venta, impuestos incluidos, es de 243.500 €. Aunque como era de suponer alcanzable tan sólo para contados bolsillos, aquellos que puedan permitírselo disfrutarán de una verdadera pieza de Alta Relojería en todos los aspectos.